La revalorización de la prestación un 6,9% y el aumento en los beneficiarios explican la subida
A comienzos de año, la partida del IMV se sigue incrementando y ya es un 19,55% mayor
El Ingreso Mínimo Vital (IMV) llegaba a cierre de 2024 a un total de 703.479 hogares con una cuantía media de 508,4 euros al mes. Para pagar la nómina anual, Seguridad Social destinó un total de 3.854,67 millones de euros. Una cifra un 17,3% superior a la registrada un año antes y para la que tuvo que movilizar 1.488,00 millones de euros extra más de lo planificado por la prórroga de Presupuestos. Un aumento que, tal y como explican fuentes del Ministerio, se debe a la revalorización de la prestación del 6,9% y por el mayor número de beneficiarios -un incremento que se debe a la reducción del non take up o brecha de cobertura, es decir, los que no conocen la prestación pero sí tendrían acceso a ella-.
Siguiendo este razonamiento, este año, la expectativa es que la partida del IMV vuelva a ensancharse tras haberse revalorizado la nómina un 9%. De hecho, según la nota de Ejecución presupuestaria de febrero, el gasto en IMV ya ha crecido casi un 20% (un 19,55%) en comparación con el mismo mes del año pasado a pesar del buen momento que vive el empleo en España.
El Ingreso Mínimo Vital, creado por Real Decreto-ley 20/20203, es una prestación económica que tiene como objetivo principal prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social. Para ello, la prestación garantiza un nivel mínimo de renta que cambia según el tipo de hogar e incrementa por número de miembros. La prestación además es compatible con otras rentas. Según el diseño inicial de la prestación, el IMV plenamente desplegado llegaría a 850.000 hogares beneficiarios, en los que viven más de 2,3 millones de personas, con un gasto público estimado de en torno a 3.000 millones de euros al año. A cierre de 2024, el gasto anual previsto se superó por 854,67 millones. Sin embargo, según las últimas cifras disponibles, para llegar a la población objetivo, todavía faltarían 146.521 hogares.

Récords de afiliación
El aumento del gasto en el IMV es paradójico al llegar en un buen momento para el empleo. El total de afiliados cumple ya un año por encima de los 21 millones; mientras que el paro registrado sigue en mínimos en 17 años. «Un aumento en el gasto del IMV podría ser indicativo de que hay más personas que requieren apoyo económico, lo cual suele ocurrir cuando existen condiciones de desempleo elevado o trabajos precarios.» explica el presidente de Economistas Asesores Laborales del CGE, Jesús Fernández Bravo.
«Si la tasa de empleo es alta, las personas son menos propensas a necesitar este tipo de ayuda; sin embargo, también es posible que en una economía en crecimiento, haya un aumento en el gasto en IMV debido a factores estructurales» apunta el experto. Uno de los factores contemplados por Fernández-Bravo es que los parados estén encontrando empleo precario o con bajos salarios, lo que no les permite alcanzar un nivel de ingresos suficiente para cubrir sus necesidades básicas. «En este caso, aunque el empleo esté en niveles altos, el IMV sigue siendo necesario» añade Fernández-Bravo. De hecho, uno de los requisitos para cobrar el IMV es estar inscrito como demandante de empleo y la prestación es compatible con el cobro de un sueldo, por lo que sirve para complementar salarios bajos. «A pesar de la alta ocupación, muchos no logran acceder a empleos dignos», concluye.
Por otro lado, el investigador de Fedea, Miguel Angel García, apunta que, «aunque sí debería haber una relación inversa entre actividad económica y perceptores del IMV, todavía es complicado obtenerla porque parece que aun se está desplegando la prestación. «Hay muchas peticiones en espera y una parte del universo potencial no conoce la prestación», detalla.
La brecha no mejora
De hecho, uno de los principales problemas que ha tenido la prestación se centra precisamente en aquellos hogares a los que no ha llegado. Según el último informe de la Autoridad Independiente y de Responsabilidad Fiscal (AIReF) sobre el IMV, el non take up se mantiene en el 56%, una cifra prácticamente idéntica a la registrada durante los dos años anteriores. Los últimos datos, sin embargo, datan a 2023. Es decir, no existe una cifra para 2024 ni para la fecha actual. Esta se conocerá en la próxima publicación de la AIReF sobre IMV.
Las últimas quejas sobre la prestación, de hecho, este mismo jueves estaba previsto en el Boletín Oficial de las Cortes que el Partido Popular presentara una proposición no de ley para que el Ejecutivo mejorase la información y la publicidad de la prestación con el objetivo de reducir la tasa de non take up; realizase cruces de datos para llegar a los hogares de mayor vulnerabilidad; incluyese nuevas medidas de activación; garantizase la escolarización de los menores en familias que reciben el IMV, y que realizase un seguimiento personalizado de la prestación. Algunas de las propuestas del PP coinciden con las que ya hacía la AIReF en julio. Entonces, la autoridad fiscal proponía ya usar las cotizaciones sociales para reducir la brecha. Además, agregaba otras soluciones como reforzar campañas de información.