EL COBRO DE SUBSIDIOS SE DISPARA EN ESPAÑA

Se evidencia un claro problema en España ya que cada vez más personas necesitan un complemento monetario para poder llegar a fin de mes.

 

La semana pasada, el Ministerio de Seguridad Social publicó un informe sobre el Ingreso Mínimo Vital donde informó del alcance de esta prestación hasta septiembre de este mismo año. Según estos datos, el IMV habría alcanzado a un total de 690.214 hogares y habría beneficiado a 2.013.439 personas, cerca ya de alcanzar los 2,3 millones de beneficiarios que se pusieron como objetivo allá por mayo del 2020. Es decir, llega con más de tres años de retraso.

 

Sin embargo, todo esto nos sirve para reflexionar sobre algo más importante que una simple prestación económica, y tiene que ver con que cada vez más personas son beneficiarias de un subsidio estatal.

 

Si acudimos a los datos que nos ofrece el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, podremos comprobar cómo ha sido la evolución de uno de los subsidios más importantes de nuestro país, que no es otro que la Renta Mínima de Inserción. Esta prestación existe en cada Comunidad Autónoma (con distintos nombres) y la cantidad asignada depende de distintos factores (familiares a su cargo, situación económica, etc.), con lo cual, lo que percibe un andaluz no tiene por qué coincidir con lo que cobre un vasco. De esta manera, si vemos como ha sido la transición en el número de perceptores de esta ayuda desde el año 2002 hasta el año 2021 nos encontraremos con lo expuesto en el siguiente gráfico:

 

Como se puede observar, el número de beneficiarios ha pasado de ser en el año 2002 de 322.319 a duplicar esta cifra en el año 2021 con 645.317 perceptores de esta ayuda económica. En casi 20 años se ha duplicado el número de personas que se han beneficiado de una prestación de mera subsistencia. Esto ya evidencia un claro problema en España, y es que en lugar de ir reduciéndose poco a poco el número de personas que requieren de una prestación económica para poder sobrevivir, lo que ha ocurrido en nuestro país es que cada vez más personas necesitan un complemento monetario para poder llegar a fin de mes.

No obstante, esto no es todo ya que con la aprobación en el año 2020 del Ingreso Mínimo Vital por parte del Gobierno del PSOE y Podemos, en la actualidad nos encontramos con que existen tanto el IMV como la RMI, por lo que en los años 2020 y 2021 al número de beneficiarios de las rentas mínimas de inserción habría que agregarle el número de beneficiarios por el Ingreso Mínimo Vital.

Hay que tener en cuenta que se pueden llegar a cobrar tanto el Ingreso Mínimo Vital como la RMI correspondiente a cada Comunidad Autónoma, como podemos ver en el BOE. Una familia se puede beneficiar de ambas ayudas siempre y cuando no supere un determinado
límite, dependiendo también de lo establecido por cada CCAA.

 

De esta manera habría que sumar los 462.508 beneficiarios del IMV en el año 2020 y los 824.411 del año 2021, contando en los años 2022 y 2023 únicamente con los datos del Ingreso Mínimo Vital. El gráfico quedaría de esta manera:

 

Según esto, el número de personas que se beneficiaron en el año 2021 de un subsidio fueron 1.469.728, en 2022 fueron 1.542.675 personas beneficiadas y en lo que va de 2023 se han beneficiado 2.013.439 personas, una cifra seis veces superior a la observada en el año 2002. Es decir, en 20 años se ha multiplicado por más de seis el número de personas que se benefician de una renta de inserción, ya sea a través del IMV o de la RMI.

 

Esto más que hablar bien de un país lo que realmente hace es evidenciar que existe un grave problema en su mercado laboral, porque lo más lógico es que esas personas prefirieran encontrar un empleo en el que pudieran desarrollarse y obtener un salario superior a lo que perciben a través de estas ayudas, de manera que pudieran prosperar. Pero esto no ocurre en España, donde más que tratar de construir un mercado laboral en el que todo el mundo pudiera tener una oportunidad de encontrar un empleo con unas buenas condiciones laborales que le permitiera llevar a cabo el proyecto de vida que quisiese, lo que se hace es destruir empleo y/o repartir el empleo existente entre más trabajadores y maquillar estadísticas para que parezca que hay más gente trabajando de la que realmente hay.

 

Con el anuncio en el año 2020 de la implantación del Ingreso Mínimo Vital pudimos ver a muchas voces del PSOE, Podemos y el progresismo en general alegrarse porque cada vez más personas pudieran cobrar una renta de subsistencia, cuando lo que deberían hacer es lamentarse de que cada vez más gente acuda a ese tipo de ayudas porque no tienen la posibilidad de encontrar un trabajo que les permita salir adelante. La situación ideal con los subsidios es que nadie los cobrara porque nadie los necesite, pero esta no parece ser la intención de aquellos que se benefician de que cada vez haya más pobres.

 

Fuente: libre mercado

El cobro de subsidios se dispara en España – Libre Mercado

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