El Fondo de Reserva acabó 2024 con más de 9.300 millones de euros, de los que 6.200 se lograron gracias al MEI
El Fondo de Reserva, conocido como la hucha de las pensiones, acabó 2024 con 9.300 millones de euros. Esto supone 3.720 millones más que en 2023 y la mayor cantidad desde 2018. La partida, que se irá incrementando en los próximos años, permitirá en principio afrontar imprevistos a la hora de pagar la nómina de las pensiones. Sin embargo, buena parte del actual Fondo de Reserva no se está nutriendo del ahorro y de una mejora de la gestión y sí de sobrecotizaciones e impuestos.
El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), un tijeretazo en la nómina de los trabajadores, aportó al Fondo de Reserva el año pasado 3.500 millones de euros. Un año antes, el primero de su entrada en vigor, los ingresos gracias al mecanismo se situaron en 2.700 millones. Esto supone un total de 6.200 millones, el 66% –dos de cada tres euros– de la cantidad con la que acabó el pasado año la hucha de las pensiones. Esta reserva tiene como objetivo fundamental frenar el impacto del desembarco de los boomers en la jubilación.
Hucha de pensiones y ‘boomers’
La repuesta escrita del Ejecutivo a una pregunta de parlamentarios destaca que la sostenibilidad financiera del sistema a largo plazo no solo se está garantizando con el MEI o la implantación de la cuota de solidaridad.
El MEI se creó en 2023 para fortalecer el sistema de pensiones y aparece en las nóminas en el apartado de deducciones, como aportación a las cotizaciones de la Seguridad Social . Es necesario resaltar que el descuento aumenta cada año y varía en función de la base de cotización de cada trabajador. Es una herramienta que ya se utiliza en países como Francia, Portugal y Suecia con la misma intención que se busca en España, que es afrontar diversas incidencias a la hora de pagar las pensiones.
¿Cómo calcular el MEI?
La nueva cotización tiene carácter finalista y temporal y ha pasado de un 0,70% en 2024 a un 0,80% en 2025. Durante 2023, el primer año de aplicación, fue del 0,60%. En el presente ejercicio, el trabajador asume un 0,13% y la empresa, el 0,67%. Por ejemplo, con una base de 3.000 euros y el MEI de 2025 (0,80%), al dividir el MEI entre 100 da 0,008. Multiplicando una base de cotización de 3.000 euros por 0,008 da 24 euros mensuales. De esta cantidad, 3,9 euros corren a cargo del trabajador y 20,1 euros corresponden a la empresa.
Un sistema insostenible
A finales de 2021, el entonces ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, adelantó que el Fondo de Reserva contará con unos 42.000 millones de euros en 2032, gracias fundamentalmente a los impuestos y sobrecotizaciones. Ese año, el porcentaje del MEI será del 1,2%, un recorte que se mantendrá hasta 2050.
La Seguridad Social podrá disponer desde un 0,1% del PIB para pagar pensiones en 2033, una cantidad que subirá progresivamente hasta el 0,91% del PIB en 2047. A partir de ese año, el porcentaje comenzará a bajar y se situará en el 0,50% en 2053. Si la Seguridad Social generara en los próximos años más ingresos que gastos, el superávit también iría a parar a esta hucha de las pensiones. Esta hipótesis es especialmente complicada con la generación más numerosa, la del baby boom, desembarcando en el sistema. Sus prestaciones son elevadas, tras haber cotizado de forma continua durante su vida laboral. Mientras, los jóvenes, la base para sostener a estos pensionistas, será cada vez más pequeña.