Aquellos autónomos que soliciten la ayuda para su retirada del transporte público de mercancías o personas por carretera, deberán adecuarse a uno de los dos perfiles detallados en la resolución de las ayudas para el cese de actividad publicadas en el BOE el 8 de abril de 2019. Por un lado, podrán optar a estas subvenciones aquellos que tengan más de 58 años y menos de 65. Para fomentar su cese, podrán acceder a una ayuda semestral de 5.600 euros durante los años que le queden hasta cumplir los 65.
En el caso de que ya tengan esta edad o más, y que aún sigan desarrollando su actividad, estos autónomos del transporte podrán acceder a una ayuda completa de 30.000 euros a cambio de ceder sus licencias de transporte y retirarse desde el momento en el que reciban la cuantía. También podrán encuadrarse en esta modalidad aquellos autónomos que tengan declarada la incapacidad permanenteo total para el desarrollo de su actividad como transportista.
Para ser beneficiario de estas ayudas al cese de actividad, los beneficiarios deberán cumplir una serie de condiciones en la fecha de presentación de la solicitud.
- Los autónomos deberán tener, en la fecha en la que tramiten su solicitud, una edad superior o igual a cincuenta y ocho años o haberle sido declarada una incapacidad permanente absoluta o total para el desempeño de la profesión habitual de transportista.
- El trabajador por cuenta propia deberá, además, ser titular, en el momento de la solicitud de una autorización vigente de transporte público de mercancías o de viajeros en autobús con un máximo de tres copias. Deberá haber sido titular de esta durante los diez últimos años de forma ininterrumpida.
- Se entenderán como autorizaciones válidas para la presentación de la solicitud las que sean de transporte público de mercancías de ámbito nacional, comarcal o local para vehículo con capacidad de tracción propia, incluidas las de la clase TD. También las de transporte público de viajeros en autobús de ámbito nacional, comarcal o local.
- A los solicitantes no sólo se les exigirá haber tenido vigente ininterrumpidamente su autorización de transporte durante los diez últimos años, sino también estar dado de alta en el RETA durante este mismo plazo de tiempo.
- Además, será condición sin equa non, que el autónomo se comprometa a abandonar la actividad de transporte público, procediendo a la renuncia de todas las sus autorizaciones como transportista.
Estas ayudas han sido aprobadas todos los años y en este año 2020 las ayudas tienen especial importancia para el colectivo. Ya no sólo porque hay muchos profesionales que la necesitan para poder vivir, sino porque el transporte se ha visto muy dañado en los últimos meses debido a la crisis del COVID-19. En esta ocasión, las ayudas para el abandono de la profesión cuentan con un una partida de 9.780.000 euros.
El 70% de los transportistas que pidieron ayudas a la jubilación se lo han denegado
La Secretaría de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, perteneciente al Ministerio de Fomento, destinó este año más de 9,5 millones de euros a las ayudas al abandono de la actividad, que suponen un colchón económico para la jubilación de los trabajadores por cuenta propia del sector. Muchos de ellos se encuentran en situación muy difícil. Sin embargo, este año, el presupuesto no fue suficiente para cubrir ni siquiera la mitad de las peticiones.
De hecho, de los 1.076 profesionales que solicitaron en 2020 estas ayudas, 562 han visto su petición desestimada por haberse agotado el presupuesto establecido para la ayuda y 194 por incumplir alguno de los requisitos. Así pues, tan sólo un tercio -321- han podido beneficiarse de los 30.000 euros que se destinan al abandono de la actividad de estos autónomos. Por lo que el 70% de los transportistas que necesitan de esta aportación para poder vivir cuando dejan el vehículo no contarán con ella en un año especialmente delicado por las consecuencias económicas de la crisis del Covid-19.
El listado con solicitudes concedidas y desestimadas se publicó el pasado miércoles 7 de octubre en el Boletín Oficial del Estado (BOE). No obstante, la Secretaría de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana da diez días hábiles para presentar cualquier tipo de alegación, por lo que cabe la posibilidad de que algún autónomo del sector que haya visto denegada su petición de la ayuda por incumplimiento de alguno de los requisitos básicos de solicitud, aún esté a tiempo de reclamarlo y cobrar la subvención por abandono de su actividad. Los transportistas tienenhasta el próximo jueves 22 de octubre para presentar sus alegaciones a la Administración.
¿En qué se fija realmente el ministerio para concederla?
No es la primera vez que el presupuesto de estas subvenciones no alcanza para abarcar a muchos de los autónomos que las solicitan. De hecho, la Federación Española de Transportistas Autónomos (Fetransa), denunció en numerosas ocasiones que las ayudas son “insuficientes” para cubrir la alta demanda que hay por parte de los profesionales”, explicó su vicepresidente, José Carlos López Jato. Desde la Federación exigen que se aumente la partida, porque calculan que actualmente el número de autónomos de entre 60 y 65 años dedicados al transporte es de entre 3.000 y 4.000 personas.
Es precisamente este desborde de solicitudes y falta de presupuesto en las partidas, lo que hace que el Ministerio de Fomento limite la concesión de la ayuda al abandono a dos criterios primordiales una vez comprobada la cumplimentación de los requisitos básicos para solicitar la subvención.
- El primer criterio del Ministerio prioriza a aquellos trabajadores por cuenta propia del sector que puedan justificar alguna invalidez permanente total. Esta condición tiene que ser validada por el Tribunal y, para la concesión de la subvención en este supuesto no es necesario que el transportista cumpla con el requisito de tener los 63 años de edad, sino que en el momento en el que puede acreditar la invalidez pasará automáticamente a ser beneficiario de los 30.000 euros por abandono de la actividad.
- El criterio de la edad. La edad es la otra clave que utiliza el ministerio para priorizar la concesión de la ayuda por abandono a los transportistas. “Cuando la solicitan, la mayoría de ellos tiene los 65 años, entonces pasan a fijarse en los meses. A uno de nuestros socios que tenia 65 años y 2 meses no le llegó la subvención porque el presupuesto se agotó cuando llegaron a los que tenían 65 años y 5 meses”, explicó el presidente de Fetransa.
La falta de presupuesto no ha sido el único motivo por el que se han denegado buena parte de las solicitudes. También hay 192 autónomos transportistas que han visto desestimada su solicitud a la ayuda por abandono a causa de, según la Administración, no cumplir con todos los requisitospara la concesión de la misma. Para ser beneficiario de estas ayudas los autónomos deben cumplir una serie de condiciones:
- Haber cumplido o tener 63 años.
- Ser titular, en el momento de la solicitud, de una autorización vigente de transporte público de mercancías o de viajeros en autobús con un máximo de tres copias. Y haberlo sido de esta durante los diez últimos años de forma ininterrumpida.
- Pertenecer al transporte público de mercancías de ámbito nacional, comarcal o local para vehículo con capacidad de tracción propia, incluidas las de la clase TD. También las de transporte público de viajeros en autobús de ámbito nacional, comarcal o local.
- Estar dado de alta en el RETA de forma ininterrumpida durante los últimos diez años.
- Que se comprometa a abandonar la actividad de transporte público, procediendo a la renuncia de todas las sus autorizaciones como transportista.
La única opción para la jubilación de miles de transportistas
Este Real Decreto de ROTT entró en vigor febrero del pasado año y trajo consigo cambios en las condiciones de acceso al trabajo de transportista. “El Tribunal Europeo de Justicia eliminó el numero mínimo de flota, lo que significó que las autorizaciones de transporte, que hasta ese momento podían valorarse en 20.000 o 22.000 euros, pasaron a no valer absolutamente nada”, aseguró López. “Hace años, cuando alguien del sector se jubilaba tenía dos vías de escape para poner en valor lo que tenía: o bien acogerse a las ayudas al abandono, o bien vender su autorización en el mercado. Con la reforma del ROTT, la vía de la venta desapareció, y la única opción que les queda es acoger a las ayudas al abandono”, aseguró el vicepresidente de la Federación.
Sin embargo, “el Gobierno dice que ya no tiene sentido mantener estas ayudas, una vez que el sector se ha liberalizado por completo. Entendemos que no pretenda seguir pagando para que la gente abandone el sector, pero necesitamos que comprendan que éste no es el momento de eliminarla”, explicó el vicepresidente. “Peleamos porque se mantengan 3 o 4 años más, hasta que esas personas que ahora tienen 62 haya podido dejar la actividad dignamente pudiendo acceder a esta ayuda. No podemos olvidar a toda esa gente”, lamentó López.
No obstante, el vicepresidente de Fetransa señaló que “este año el Gobierno nos ha expresado que su voluntad es mantenerlas hasta el año 2021. Y, aunque estamos a expensas de ver los presupuestos, confiamos en la palabra de la directora general de Transporte Terrestre, Mercedes Gómez, porque sabemos que tiene una cierta sensibilidad hacia este tema y no va condenar a una generación de transportistas a vivir con 600 euros de pensión para él y su mujer”, explicó López.
Fuente: Autónomos y Emprendedores