El acuerdo, que pone fin a una prolongada negociación iniciada en diciembre del año pasado, aborda varios aspectos clave relacionados con la jubilación anticipada, los coeficientes reductores y la colaboración de las mutuas para las bajas traumatológicas. Entre las principales novedades, se incluyen mejoras en la jubilación parcial y ajustes en la modalidad de retiro activo, así como un nuevo sistema de coeficientes para adelantar la jubilación sin penalizaciones para profesiones especialmente penosas o peligrosas.
El Ejecutivo y los agentes sociales han estado trabajando en los aspectos pendientes de la reforma de pensiones desde la última legislatura, la cual se había comprometido a concluir antes del 30 de junio de 2023, pero que se vio retrasada debido al adelanto electoral. La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha destacado que «el acuerdo de hoy es de gran importancia tanto para los pensionistas actuales como para las futuras generaciones, y aborda los desafíos del mercado laboral al eliminar la brecha entre trabajadores y pensionistas, adaptándose a las necesidades individuales de cada persona».
Mejoras en el tránsito a la jubilación
Tal y como ha explicado la Seguridad Social en su página web, el acuerdo «busca una salida del mercado de trabajo más progresiva y flexible» y «más adaptada a las condiciones y situaciones de cada persona trabajadora».
Para ello, se elimina el requisito de tener una carrera cotización completa en la jubilación activa, modalidad en la que se podrán disfrutar de los incentivos de demora y en la que la compatibilidad dependerá del tiempo de demora (a más años, más porcentaje de pensión):
- El primer año se cobrará un 45% de la pensión.
- El segundo año se cobrará un 55%.
- El tercer año se cobrará un 65%.
- El cuarto año se cobrará un 80%.
- El quinto año se cobrará el 100% de la pensión.
En lo referente al acceso a la jubilación parcial, se amplía de 2 a 3 años el tiempo de anticipo y se obliga a que el trabajador relevista sea a tiempo completo y con un contrato indefinido en un puesto no amortizable. En este sentido, Sánchez ha destacado que «mejoramos la compatibilidad de la pensión con el trabajo. Con ello, lo que hacemos es garantizar el tránsito hacia una jubilación flexible y adaptada a cada una de las personas».
Durante meses, el Gobierno había bregado con los agentes sociales para reformar esta modalidad de jubilación, que permite compatibilizar el cobro de la prestación mientras se desarrolla un trabajo de forma simultánea. En las últimas reuniones los sindicatos habían advertido de una «parálisis» que por fin se habría resuelto.
Además, se establece una mejora en la jubilación demorada (que otorga porcentajes extra de la base reguladora o pagos por el tiempo trabajado más allá de la edad ordinaria de jubilación), ya que a partir del segundo año los incentivos se podrán recibir por cada seis meses y no cada año.
Los recursos de las mutuas
El segundo punto, ha asegurado Sánchez, es el de «aprovechar mejor los recursos de las mutuas«. El presidente del Gobierno se refiere a la colaboración del Ejecutivo con las mutuas en lo referente a las bajas de los trabajadores que deriven de lesiones traumatológicas.
El acuerdo permitirá que los médicos de atención primaria puedan remitir a las mutuas para la realización de pruebas diagnósticas y tratamientos de rehabilitación para enfermedades musculoesqueléticas, siempre que haya listas de espera y se cuente con el consentimiento explícito tanto del médico que remite la prueba como del paciente. Estos términos ya fueron establecidos en el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) 2023-2025, que se firmó hace dos años.
Las jubilaciones de profesiones peligrosas
En último lugar, Sánchez se ha referido al acceso a la jubilación de los trabajadores con profesiones peligrosas y ha explicado que uno de los puntos del pacto es el de «regular el acceso a la jubilación de las profesiones especialmente duras, peligrosas y expuestas a riesgos».
La normativa contempla accesos a la jubilación anticipada a edades menores cuando el trabajador desempeña alguna de las profesiones que se consideran peligrosas, y lo hace a través de ciertos coeficientes reductores de la edad que se habrían reformado. Tal y como informa la Seguridad Social, la nueva regulación se basará en «determinar las circunstancias objetivas, que permiten establecer coeficientes reductores para a rebajar la edad de jubilación, como puedan ser: la incidencia, persistencia y duración de los procesos de baja médica; así como las declaraciones de incapacidades permanentes y los fallecimientos«.
Mejoras para los trabajadores fijos discontinuos
En último lugar, el acuerdo a tres bandas supone la aprobación de mejoras el acceso a la jubilación por parte de los trabajadores fijos discontinuos. Estos trabajadores recuperarán el coeficiente de parcialidad del 1,5 para aplicar en el cálculo del periodo de carencia cuando se accede a la pensión de jubilación y también a las de incapacidad permanente y viudedad.
Un acuerdo corroborado por la patronal
A diferencia de lo sucedido en otros aspectos como la subida del Salario Mínimo, este acuerdo en materia de pensiones tiene lugar con el ‘sí’ de la patronal.
Tan solo minutos después del anuncio de Sánchez, se ha conocido que tanto el Comité Ejecutivo de la CEOE Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) como la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) han dado su aprobación al acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los representantes sociales.
En un comunicado, la CEOE ha informado de que «el acuerdo alcanzado con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y los sindicatos permite encontrar soluciones flexibles y ajustadas a la nueva realidad y a las necesidades de la economía y del tejido empresarial de España y ratifica el valor del diálogo social como instrumento clave para lograr acuerdos estables, amplios y duraderos en el tiempo, en beneficio del conjunto de los ciudadanos».