Randstad Research pronostica para 2023 un crecimiento del empleo inferior al 1% y un repunte en la tasa de paro.
El volumen de contratos indefinidos ha crecido significativamente en los últimos meses, como consecuencia de la entrada en vigor de la reforma laboral. Según los datos del Ministerio de Trabajo, solo en noviembre se firmaron 615.236 contratos indefinidos, más del doble que en el mismo mes de 2021. Sin embargo, a la par que ha crecido la contratación indefinida, también se ha acortado la duración de estos contratos, tal y como observa el Informe trimestral de predicciones sobre el mercado laboral presentado este miércoles por Randstad Research. Es decir el número de personas que firman más de un contrato al mes se dispara entre los indefinidos tras la reforma laboral, lo que sí ha cambiado es la intensidad en la firma de este tipo de contratos fijos discontinuos: se han firmado más de 2 millones desde el inicio de la reforma laboral, pero el número de afiliados que en noviembre estaban trabajando en España con este tipo de contrato era de 880 mil personas, lo que supone 475 mil más que en noviembre de 2021. La diferencia entre los contratos firmados en 2022 y el aumento de afiliados con contrato fijo discontinuo, más de 1,5 millones de contratos, o bien son contratos que se han extinguido o bien son demandantes de empleo que se encuentran en inactividad esperando un nuevo llamamiento.
El análisis del centro de estudios estima que la proporción de contratos indefinidos que no supera el año de vida se ha elevado por encima del 70%, mientras que en 2019 representaba el 40%. “Al restringirse tanto la contratación temporal, en muchos casos se ha recurrido al contrato indefinido para cubrir necesidades temporales”, valora el informe.
De hecho, solo en noviembre 40.221 personas firmaron más de un contrato indefinido en el propio mes natural, frente a las 3.027 que lo hicieron en el mismo periodo del año pasado. “Esta cifra se ha estabilizado en torno a 40.000 personas al mes. Para 2023, me atrevo a especular con que no va a crecer de manera notable”, ha vaticinado el director de Randstad Research, Valentín Bote, en la presentación del informe. En base a estos datos, el análisis apunta a que han proliferado los contratos indefinidos con una duración medida en días, si bien llama a la cautela a la hora de evaluar el impacto global de la reforma laboral.
En particular, dentro de los contratos indefinidos, una de las consecuencias del cambio normativo ha sido el aumento de los fijos discontinuos, una figura que ha cubierto el vacío dejado por el extinto contrato por obra y servicio. Los datos del Ministerio de Trabajo revelan que uno de cada tres contratos firmados en noviembre fue bajo esta figura, ascendiendo el total a 212.947, una cifra que sextuplica la del mismo mes de 2021.
El “poder explicativo” del paro registrado
Este incremento ha suscitado críticas en torno al recuento del paro registrado en las oficinas de empleo. La polémica reside en que durante su periodo de inactividad entre un llamamiento y otro, en caso de registrarse en las oficinas del SEPE, los fijos discontinuos no figuran como parados, sino como demandantes de empleo ocupados, ya que buscan trabajo teniendo un contrato en vigor. Esto ha provocado que la diferencia entre el paro registrado y el paro efectivo -añade los demandantes de empleo ocupados- no haya dejado de crecer desde la entrada en vigor de la reforma laboral.
“El paro registrado es una variable a la que siempre le hemos prestado mucha atención, pero su poder explicativo desde la entrada en vigor de la reforma laboral es cada vez más bajo”, ha afirmado Bote, que ha aclarado que lo que se pretende medir con este indicador es “cuántas personas quieren trabajar y no están pudiendo hacerlo en este momento
A falta de datos oficiales, Randstad Research estima en 552.638 el número de fijos discontinuos registrados como demandantes de empleo ocupados, una cifra que, según las previsiones del centro de estudios, podría ascender hasta el entorno de los 700.000 en el próximo año. “El próximo año se mantendrá ese diferencial”, ha adelantado el director. “Se ha complicado mucho el análisis del fenómeno del paro”, ha añadido.
Desaceleración en 2023
Las previsiones del centro de estudios prevén que 2022 cierre con un descenso del 12,5% en el paro registrado, hasta los tres millones, para crecer posteriormente en 2023 un 3,8%, hasta los 3,1 millones. Sin embargo, dada la merma de representatividad de este indicador, el informe pronostica que 2022 concluirá con una tasa de desempleo del 12,9% y que en 2023 crecerá hasta una media del 13,2%, una tasa que marcará niveles previos a la irrupción de la crisis sanitaria y será muy similar a la de 2021 (13,3%).
Por otro lado, Randstad Research prevé que el próximo año cuente con una media de 20,6 millones de trabajadores ocupados, una cifra ocho décimas superior a la que pronostican para el cierre de 2022. Se trataría del dato más alto registrado en los últimos catorce años, desde el segundo trimestre de 2008. El volumen de afiliados a la Seguridad Social se espera que siga creciendo igualmente hasta alcanzar los 20,3 millones.
De este modo, el mercado laboral se mantendrá en datos positivos, pero a un ritmo menor que en 2022. La tónica general del próximo año será, por tanto, la desaceleración, con un crecimiento del empleo por debajo del 1% y un repunte en la tasa de paro. “Las previsiones son coherentes con el clima de recuperación de la crisis causada por el Covid-19, pero también contando con la guerra y la crisis energética como nuevos condicionantes”, ha defendido Bote.
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Fuente: 20 minutos
