Pensiones en el aire

«Las zonas de España con un perfil demográfico más declinante seguirían profundizando en su declive, al menos respecto a la población nacida en España»

Desde que en 1864 Bismarck creó en Alemania el primer sistema de seguridad social hasta el Pacto de Toledo ha pasado mucha agua bajo los puentes; sin embargo, en Europa siguen conviviendo en el sistema de seguridad social concepciones de arranque histórico diferente: la beneficencia, los «socorros mutuos» y la idea de Beveridge (verdadero impulsor del Estado de bienestar) según la cual la asistencia ha de cubrir de «la cuna a la tumba a todo ciudadano sin excepción».

En lo que se refiere a las pensiones, el concepto central es simple: que el pensionista (invalidez, viudedad, jubilación) siga manteniendo, tras el evento que les da derecho a cobrar, parejo nivel socio-económico al que tenía antes. La pregunta del millón es fácil de formular: ¿es eso sostenible a largo plazo? La respuesta, por desgracia, no es simple ni clara ni depende sólo de la voluntad política que se tenga. Lo que sí resulta evidente es que en España tendremos problemas. Para empezar, por culpa de la demografía.

Vayamos a las previsiones demográficas realizadas en 2022 por el INE:

1) La población total de España crecerá moderadamente en las próximas décadas (cinco millones y pico de personas más en 50 años), pero solo por la llegada de inmigrantes.

2Los españoles autóctonos -los descendientes de españoles de origen- disminuirán de manera preocupante en las próximas décadas: en torno a 14 – 16 millones en los próximos 50 años.

3La despoblación, es decir, la pérdida de peso demográfico de las regiones y provincias con mayor declive en las últimas décadas se profundizará en los próximos 15 años.

4El envejecimiento de la población, ya sea medido en porcentaje de mayores de 65 años y más o por la edad media o mediana de la población, seguirá aumentando hasta alcanzar cotas muy elevadas.

5La soledad, medida por el porcentaje de personas que viven en solitario o el número medio de moradores por vivienda, seguirá creciendo.

6La esperanza de vida seguirá aumentando en el próximo medio siglo, pero a un ritmo menor al observado desde finales del siglo XIX hasta la actualidad.

Como ocurre en general en la demografía española, hay mucha variabilidad local y también la hay en estas proyecciones de población del INE, por CCAA y provincias hasta 2037. En líneas generales, las zonas de España con un perfil demográfico más declinante (baja fecundidad, saldo negativo entre nacimientos y defunciones, pérdida de población) en las décadas pasadas seguirían profundizando en su declive, al menos respecto a la población nacida en España. Todas las CCAA, salvo Baleares y Murcia, perderían población nacida en España, si bien, con la enorme llegada de inmigración extranjera que prevé el INE (hipótesis que haría crecer en un 75% el total de personas nacidas fuera de España que residirían en nuestro país en los próximos tres lustros), solo Asturias, Galicia, Castilla y León y Extremadura verían reducida su población.

¿Vendrá toda esa nueva inmigración hasta 2037 que prevé el INE (5,6 millones de personas foráneas más en España)? Mucho más seguro es a priori el dato de que se perderán 1,3 millones de personas nacidas en España hasta 2037, debido al mayor número de defunciones que de nacimientos. Si la inmigración y sus descendientes tuvieran la misma formación profesional que los españoles, la cosa mejoraría, pero creo que eso es imposible.

Por otro lado, los fondos de pensiones son, normalmente, invertidos en Bolsa y la evolución de ésta se parece más que nada a un casino. ¿Cuánto dinero han perdido los futuros pensionistas privados en estos últimos años? Es un dato sustancial que nadie parece interesado en analizar.

Fuente: The Objetive

Pensiones en el aire, por Joaquín Leguina (theobjective.com)

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