El salario ha subido menos en 2024 que el resto de componentes del coste laboral
Veinticuatro de cada cien euros que gastan los empresarios en tener contratado un trabajador se destinan ya al pago de cotizaciones sociales a la Seguridad Social, el máximo de los últimos años tras la subida aprobada en el marco de la reforma de las pensiones. Esto supone ya 9.000 euros al año por empleado a cierre de 2024, según la Encuesta Anual de Coste Laboral publicada este martes por el INE.
Al tiempo que las cotizaciones ganan peso en el coste laboral total -en 2022, antes de la reforma, suponían un 23,5% y ahora son el 24%-, el peso de los salarios ha ido bajando desde el 74% en 2022 al 73,4% en 2024. En ese balanceo influye no sólo la subida de cotizaciones, sino el tímido incremento de los sueldos.
Lo que resta hasta el cien por cien se va en prestaciones sociales directas (0,83%), cotizaciones voluntarias (0,51%), indemnizaciones por despido (0,50%), gastos en formación personal (0,21%), gastos de carácter social (0,04%) y gastos en transporte (0,03%).
En términos absolutos, tener contratado un trabajador cuesta en España 37.525 euros de media al año, un 3,9% más que en 2023, de los que 27.558 constituyen el salario y los 10.000 euros restantes otros costes laborales, siendo las cotizaciones sociales el elemento principal (9.000 euros). En el último año, la parte salarial ha crecido menos que el resto: un 3,8% frente a un 4,4%, debido al tirón de las cotizaciones.
Coincide que el peso de este componente sobre el total se ha incrementado especialmente tras la entrada en vigor de la reforma de las pensiones del exministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, que reforzaba los ingresos del sistema con el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), en vigor desde 2023 y que fija una cotización extraordinaria para todos los trabajadores cuyo objetivo es rellenar la llamada ‘hucha de las pensiones’, y el destope parcial de las bases máximas de cotización, que también se traduce en más contribución para los salarios más altos.
Estos últimos abonan también desde este año la llamada ‘cuota de solidaridad‘, que grava el tramo del sueldo a partir del cual no se cotiza.
Del refino de petróleo a la jardinería
Así, los costes laborales más elevados se asumen en las empresas de coquería y refino de petróleo (88.190 euros, de los que 63.800 son salarios), seguidas de las compañías de servicios financieros -bancos, sobre todo- (con 84.780 euros de coste laboral medio, de los que 63.390 son sueldos) y las compañías de suministro de energía (82.100, de los que 62.000 son salarios).
En el extremo opuesto se sitúan las empresas que ofrecen servicios a edificios y actividades de jardinería, intensivas en el cobro del Salario Mínimo Interprofesional, (con un coste laboral medio de 20.120 euros, de los que 14.129 euros corresponden a salarios), hostelería (con 20.500 euros, de los que 14.900 son sueldos) y actividades de servicios sociales sin contar alojamiento (22.800 euros, de los que 16.200 son sueldos).
En cuanto a las diferencias territoriales, la Comunidad de Madrid, País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra tienen los costes laborales más elevados por su mayor nivel salarial, mientras que Extremadura, Canarias y Andalucía registran los más bajos. La brecha entre los extremos roza los 14.000 euros y se ha reducido respecto al año anterior gracias a que Extremadura es la región en la que más han subido los costes laborales este año (un 8,2%, más del doble que la media nacional).
 
								 
				