La realidad del Ingreso Mínimo Vital que celebra el Gobierno: 2 millones de subsidiados y 13.000 millones de coste

En 2020, Escrivá puso en marcha este subsidio, que lleva gastados en prestaciones la friolera de 13.357 millones de euros con cargo al contribuyente.

El Ministerio de Seguridad Social ha publicado esta semana el balance del Ingreso Mínimo Vital (IMV) del año 2024. Según las cifras oficiales, este subsidio ha llegado en diciembre a “673.729 hogares en los que viven 2.047.755 personas”. La cuantía media de la prestación es de 470,7 euros al mes por hogar y, en conjunto, la nómina de diciembre ha ascendido a 352,1 millones de euros.

Estos datos reflejan que “hay 141.519 prestaciones activas más de las que había hace un año en este mismo periodo, lo que supone un incremento del 26,6%”. El Gobierno añade que “en estos hogares “conviven 465.972 beneficiarios más que los registrados en diciembre de 2023, un 29,5% más”.

Bien es cierto que para cualquier gobierno sería motivo de preocupación que más de 2 millones de personas necesiten de este recurso estatal para sobrevivir y que, para más inri, el año 2024 se salde con más ciudadanos y hogares cobrando el subsidio que en 2023. Sin embargo, para el Ejecutivo de Sánchez estas cifras suponen una buena noticia.

Así, una vez más, la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, ha presumido del hecho de que millones de españoles se vean abocados a pedir una paga al Estado. “El IMV llega a más de 2 millones de personas y sigue creciendo mientras 13 CCAA reducen” unos subsidios que Saiz califica de “inversión”.

De hecho, Saiz lleva toda la semana abroncando a las autonomías por no pagar suficientes Rentas Mínimas de Inserción (RMI), que puede decirse que son el equivalente autonómico del IMV (aunque se pueden cobrar las dos).

Según los datos a los que hace referencia la sucesora de José Luis Escrivá, las CCAA estarían reduciendo la proporción de personas que perciben las RMI dentro de la población bajo el umbral de la pobreza. Eso sí, hay que tener en cuenta que el concepto de “umbral de pobreza” se calcula como el 60% de la mediana de los ingresos anuales por unidad de consumo (o renta equivalente) de todos los hogares a nivel nacional, por lo que se trata de un concepto que depende de la renta de toda la población y no solo de las rentas más bajas. En 2023 ese umbral fue de 10.990 euros por persona.

No deja de ser llamativo que la idea del Gobierno de “luchar contra la pobreza” sea la limosna estatal en lugar de crear un entorno en el que los ciudadanos puedan salir por sí mismos de la nefasta situación económica en la que se encuentran. Además, la cronificación de la pobreza sería incompatible con la versión de bonanza económica que el Ejecutivo de Sánchez vende sistemáticamente.

13.357 millones de euros gastados

Cabe recordar que el ideólogo del IMV fue, precisamente, el actual Gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá. En 2020, Escrivá puso en marcha este subsidio, que lleva gastados en prestaciones la friolera de 13.357,1 millones de euros con cargo al contribuyente. Su puesta en marcha replicó la pesadilla de los ERTE de la pandemia debido a los retrasos en los pagos, los errores en las solicitudes y la saturación entre los funcionarios que las gestionan.

En términos acumulados desde junio de 2020, cuando se puso en marcha esta prestación, en plena pandemia, el IMV ha llegado a 943.620 hogares y hasta 2.805.670 personas lo han cobrado alguna vez.

Pasarela al cobro del IMV para parados

El Gobierno también ha celebrado que, desde el pasado noviembre, “los perceptores del subsidio por desempleo que agoten esta prestación sin haber logrado un empleo van a pasar a percibir el IMV gracias al nuevo procedimiento que regula esta transición”.

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