LA JUBILACIÓN “POR FASES”

Hay dos formas obvias de reformar las pensiones: subir las cotizaciones y bajar las pensiones,

 o tratar de no hacer ni una ni otra cosa, retrasando la edad de jubilación.

 

Subir las cotizaciones daña el mercado laboral, que es algo que en un país con un 15% de desempleo no es bueno. Bajar las pensiones no parece tampoco una medida social adecuada. Por exclusión, el retraso de la edad de con un esquema de incentivos que le pueda compensar al ciudadano en los casos en los que pueda retrasar su edad de jubilación.

 

El retraso de la jubilación es algo inevitable, que no admite mucha discusión porque es un asunto matemático. Cuando se establecieron los parámetros del sistema de pensiones, en el año 78, los ciudadanos españoles se jubilaban con 65 años y tenían una esperanza de vida de 75. 40 años después se están jubilando como muy tarde a los 67, pero como la esperanza de vida es de 85, no cuadran las cifras y no nos queda más remedio que aceptar que como vivimos más, tendremos que trabajar más tiempo, en la medida de las posibilidades de cada uno. Es la única solución factible

 

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La reforma Escrivá no es suficiente, porque con una esperanza de vida de 85 no vamos a ser capaces de sostener el sistema y si no hacemos nada, en cinco años el sistema de pensiones estará ya asomándose al abismo, porque el baby boom, la generación de los nacidos en el 60 estaran punto de jubilarnos ya… Es urgente acometer un problema que nos puede estallar en las narices y no dejarlo para dentro de cinco años, cuando realmente estemos proponiendo a los ciudadanos recortes sustanciales de sus pensiones.

 

Si se hace una política transparente y de comunicación clara a los ciudadanos y se explican las causas y además las decisiones que se tomen, también son transparentes y afectan a todos los ciudadanos por igual, sin discriminaciones, el ciudadano español ha demostrado a lo largo de la historia que es un ciudadano que, con la información y con los requisitos necesarios, es capaz de aceptar un reto tan importante como éste.

 

Los ciudadanos tienen que entender que su pensión la tienen que pagar otros pues estamos en un sistema de reparto intergeneracional y a medida que aumenta el número de ciudadanos con derecho a recibir pensión y no aumentan en la misma proporción los ciudadanos con capacidad de pagarla, el problema se acentúa y llega a ser irresoluble.

 

Actualmente en casi todos los países se aboga por un Sistema Mixto de Pensiones, que permita mantener un pilar público, siempre necesario, junto con otros pilares cuya financiación se basa en la responsabilidad individual de los ciudadanos. Con ello se persigue diversificar las fuentes de renta tras la jubilación, evitando la dependencia exclusiva de solo uno de los pilares existentes. Tenemos así tres pensiones: la pensión pública de la Seguridad Social financiada por el Estado a través de las cotizaciones a la Seguridad Social y de los impuestos, la pensión ocupacional, financiada a través, por ejemplo, de los Planes de Pensiones de Empleo (“de empresa”) -PPE- que se ”inauguraran” en España a partir de 2023 con la reforma Escrivá y la pensión personal, financiada con los planes de pensiones privados individuales.

 

Frente a los modelos de sistemas mixtos habituales cabe plantear una alternativa en la que la pensión pública y la pensión ocupacional no se superpongan, sino que se sucedan en el tiempo (jubilación por fases). Este sistema poseería las siguientes características básicas:

 

  1. el trabajador aporta durante su periodo de actividad laboral tanto cotizaciones a la Seguridad Social como aportaciones a unos PPE de adscripción cuasi obligatoria

 

  1. el trabajador decide cuándo abandona (total o parcialmente) la actividad laboraldentro de un tramo amplio de edades y comienza a percibir la pensión temporal del sistema de empleo

 

  1. posteriormente, a otra edad más elevada se inicia el pago de una pensión vitaliciade la Seguridad Social y justo en ese momento finaliza el pago de la pensión ocupacional temporal que procede de las aportaciones a los PPE.

 

  1. el trabajador es libre de contratar, a título individual, cualesquiera otras pensiones temporales o vitalicias complementarias a esas dos pensiones a través de planes de pensiones individuales para obtener en un momento acordado la pensión personal que puede ser complementaria y recibirse superpuestamente tanto a la pensión ocupacional como a la pensión pública.

 

Los sistemas de pensiones necesitan nuevas reformas para adaptarse a la realidad demográfica y a la creciente esperanza de vida, y tendrán en común las siguientes características:

 

  1. la edad ordinaria de jubilación no será homogénea para todoslos trabajadores, pues se tendrá en cuenta como de exigente físicamente y/o mentalmente es la profesión y como afecta a la salud del trabajador.

 

  1. será por fases, accediendo en la primera fase a la “pensión ocupacional” y posteriormente a la “pensión pública”

 

  1. será gradual y escalonada, en el sentido de que los trabajadores no pasarán de trabajar a jubilarse de un día para otro, sino que habrá una reducción gradual de la jornada laboral hasta la jubilación total. El trabajador podía pasar de una actividad laboral de 40 horas semanales a 30 horas, después a 20, luego a 10 y así hasta su jubilación total. Será una adaptación a la actual jubilación anticipada parcial con, o sin, contrato de relevo.Se comenzará a recibir parte de la pensión pública en función de la parcialidad del trabajo como ya se hace en la jubilación parcial

 

  1. la edad de jubilación, tanto en la fase 1 como en la fase 2, se podrá elegir libremente, dentro de unos límites, independientemente de la edad legal ordinaria (ELO) jubilación. Si se anticipa la jubilación a esa ELO se minorará la cuantía de la pensión (tanto la ocupacional como la pública en su caso) y si se demora se incrementará la cuantía de la pensión. En realidad. eso ya es de aplicación en los países que tienen implantadas las “cuentas nocionales” en su sistema de pensiones.

 

  1. un vez que se pase a ser pensionista por jubilación “total” se permitirá la plena compatibilidad entre la percepción de la pensión y el salario, desapareciendo, o adaptándose, las actuales jubilación activa y la jubilación flexible

 

ESQUEMA RESUMEN DE LA JUBILACIÓN GRADUAL (POR FASES Y ESCALONADA)

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