¿QUÉ ES LA JUBILACIÓN?
Según el Diccionario panhispánico del español jurídico de la RAE, la jubilación se define como: “Retiro de un empleo público o privado, una vez cumplidos ciertos requisitos de edad, tiempo de labor y aportes, con derecho a percibir una remuneración periódica.” Asimismo, el Diccionario de la lengua española de la RAE define jubilación como: Acción y efecto de jubilar o jubilarse. Pensión que recibe quien se ha jubilado. (Del latín iubilāre; cruzado con jubileo, la jubilación se daba al cabo de cincuenta años de servicios, espacio de tiempo del jubileo). (Real Academia Española, 2001)
La definición moderna de la palabra jubilación está íntimamente vinculada al trabajo y al dinero, pero es mucho más que eso.
Profundizando en el origen de la palabra “jubilación”, se identifican dos fuentes principales:
- “Jubilare” (de origen latín como se ha mencionado), que significa “gritar de alegría” o “expresar alegría”, siendo la raíz más comúnmente citada para el origen de la palabra.
- Por otro lado, el hebreo “yobel” se refería al sonido típico emitido por el cuerno de los machos cabríos en rituales o encuentros. En el Antiguo Testamento, “yobel” se usaba para denominar la celebración que se hacía cada 50 años, cuando los hombres cumplían esa edad y entraban en una nueva fase de la vida. En la tradición judía y cristiana, el “jubileo” era un año especial de descanso, perdón y celebración.
La palabra “jubilación” tiene, en síntesis, sus raíces en el latín “jubilare” (gritar de alegría) y el hebreo “yobel” (el sonido del cuerno de carnero), que evolucionaron para referirse a un período de descanso y celebración después de una vida de trabajo. El origen de la palabra hace más referencia al disfrute y la celebración de la entrada en una nueva etapa.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA JUBILACIÓN
Muy brevemente:
- Ya en el Imperio Romano, se les concedía a los soldados que habían servido más de 25 años una parcela de tierra y el equivalente a 12 años de paga. Sin necesidad de tener datos exactos, se puede asumir que el número total de soldados supervivientes a 25 años de carrera militar era bastante reducido, por lo que este tipo de contraprestación era poco frecuente.
- Avanzando varios siglos, nace el primer sistema de Seguridad Social que fue creado por el canciller Otto von Bismarck en Alemania en 1881. Una de las principales funciones que desarrollaba este sistema era proporcionar un seguro en forma de rentas que se pagaban en determinadas contingencias como la vejez o la incapacidad. El sistema era de reparto con pensiones contributivas, es decir, un sistema en el que existía una relación directa entre las contribuciones de los trabajadores y sus pensiones.
- Por otro lado, en el Reino Unido se desarrollaron los sistemas de seguro privado y voluntario. William Henry Beveridge, economista británico, elaboró en 1942 el “Informe Beveridge” que introdujo en Gran Bretaña un modelo alternativo de Seguridad Social de reparto que garantizara una pensión mínima e igual para todos los trabajadores. El plan de Beveridge fue creado con la doble intención de redistribuir a favor de los pobres y de dejar la máxima libertad a las clases medias altas para invertir sus ingresos de forma privada.
El sistema alemán y el británico fueron diseñados para cumplir distintos propósitos. Mientras que los sistemas contributivos (Bismarck) trataban de satisfacer a la clase media proporcionándole un ahorro suficiente para la vejez, los sistemas asistenciales (Beveridge) trataban de defender los intereses de los trabajadores más ricos y a los más pobres simultáneamente.
- Unos años más tarde, después de la Primera Guerra Mundial, más concretamente en 1919, se crea la Organización Internacional del Trabajo, encargada de velar por los asuntos relativos al trabajo. En 1948, la ONU adopta la Declaración Universal de Derechos Humanos que recoge el derecho a la seguridad social.
- En cuanto al origen de la jubilación en España, este se remonta a inicios del siglo XX, cuando comienzan a promulgarse las primeras leyes sobre jubilación y pensiones. Es recién en 1978 cuando se crea el Sistema de Seguridad Social.
EL SISTEMA PÚBLICO DE PENSIONES EN ESPAÑA
La jubilación tal y como es percibida actualmente tiene menos de cincuenta años de vida y forma parte del llamado “Contrato Social” del que disfruta la sociedad española. De forma breve y sin ánimo de detallar el funcionamiento completo del sistema de pensiones en España, podrían destacarse estas tres características:
- Sistema de reparto: Las pensiones actuales se financian con las contribuciones de los trabajadores en activo, en lugar de acumularse en cuentas individuales.
- Solidaridad intergeneracional: Se basa en la idea de que las generaciones activas financian las pensiones de las generaciones retiradas, creando un pacto social entre generaciones.
- Revalorización anual: Las pensiones se revalorizan anualmente de acuerdo con la inflación para mantener el poder adquisitivo de los pensionistas
Se adjuntan dos tablas resumen de las principales reformas históricas de nuestro sistema público de pensiones
LA REFORMA ESCRIVA DE LAS PENSIONES EN DOS FASES
Además en esta “reforma Escrivá” y según la Ley 12/2022, de 1 de julio de 2022, se intenta impulsar los planes de pensiones de empleo (PPE) y se crea una nueva figura de fondos de pensiones de empleo de promoción pública (FPEPP), para que se generalice este instrumento de ahorro para la jubilación pero pese a la referencia en el nombre a la “promoción pública”, serán empresas privadas quienes los gestionen, y siempre mirando por el interés de los partícipes, como ocurre con los planes de pensiones actuales.
HACIA UN MODELO DE PENSIONES MÁS INCLUSIVO, SOSTENIBLE Y EDUCATIVO
El sistema de reparto, en el que los trabajadores actuales financian las pensiones de los jubilados, está bajo presión debido a la relación cada vez más desfavorable entre jóvenes y ancianos. Este modelo, aunque justiciero y solidario, no es sostenible a largo plazo sin reformas significativas o complementos adicionales. Además, la inflación erosiona el valor real de la pensión, mientras que la esperanza de vida se incrementa, lo que significa que las pensiones deben durar más. Sin una inversión privada o un ahorro adicional, las pensiones públicas podrían no ser suficientes para mantener un nivel de vida adecuado.
La demografía ha desbordado el sistema de reparto, las cotizaciones no cubren el pago de las pensiones. Los españoles tienen que ahorrar más para la jubilación, sin embargo, la preocupación por el ahorro, y por la previsión complementaria a las pensiones públicas en particular, es minoritaria hasta que la fecha de la jubilación se acerca.
La Comisión Europea ha alertado sobre una disminución proyectada en la tasa de reemplazo de pensiones, que actualmente se sitúa en un generoso 80% del sueldo previo, pero que podría verse reducido al 50% en las próximas dos décadas. Este descenso es una proyección basada en datos demográficos y económicos que reflejan una realidad preocupante: una población que envejece rápidamente y una tasa de natalidad insuficiente para sostener la pirámide poblacional.
MODELO MIXTO DE PENSIONES
El futuro de las pensiones en España debe encaminarse hacia un modelo mixto donde la pensión pública se complemente con ahorros privados. Esto no solo distribuye el riesgo entre el sistema público y el ahorro individual, sino que también fomenta la responsabilidad personal en la planificación financiera de la jubilación.
Por el lado del ahorro privado es clave fomentar los planes de Pensiones Individuales y Empresariales. Según datos de Inverco, los planes de empleo, que han alcanzado 2,7 millones de partícipes, registran un incremento del 42% frente a los 1,9 millones de septiembre de 2022, cuando se aprobó la reforma para impulsar este modelo de ahorro para la jubilación promovido por las empresas para sus trabajadores, por los colectivos de autónomos y en las administraciones públicas. Estos planes suman un volumen de activos de 38.488 millones de euros, un 11,6% más que en septiembre de 2022. La mayoría del crecimiento se ha dado en el sector de la construcción y los autónomos. Sin embargo, apenas el 1% de las empresas españolas promueven actualmente planes de pensiones para sus empleados y solo el 10% de los trabajadores disponen de este instrumento de ahorro para la jubilación. Este modelo mixto de ahorro también permitirá una mayor educación financiera de la población, que podrá entender de mejor manera la importancia del ahorro y la inversión.
Los planes de pensiones ofrecen deducciones fiscales inmediatas que pueden reducir la carga tributaria pues las aportaciones que se realizan a cualquier plan de pensiones son deducibles en el IRPF al realizar la declaración de la renta y a los 1.500 euros máximos de ingresos a planes individuales pueden sumarse 8.500 destinados a planes de empresas. En el caso concreto de los autónomos la deducción que éstos pueden hacer en la declaración de la RENTA asciende a 4.250 euros anuales. Y sumando esta cantidad a los 1.500 euros deducibles por aportar a un plan de pensiones individual, los trabajadores por cuenta propia pueden reducir hasta 5.750 euros anuales de su base imponible en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Además, permiten invertir en productos que pueden crecer con el tiempo, potencialmente superando la inflación y ofreciendo una rentabilidad que el sistema público no puede garantizar.
En definitiva, el debate sobre las pensiones en España no es solo una cuestión de política económica, sino también de responsabilidad personal. La necesidad de complementar la pensión pública con ahorros privados es evidente, no solo para asegurar un futuro económico estable para los jubilados sino también para aliviar la presión sobre el sistema de la Seguridad Social. Es hora de que tanto el gobierno como la sociedad en su conjunto miren hacia un modelo de pensiones más inclusivo, sostenible y educativo, donde cada individuo tenga la oportunidad de asegurar su propio bienestar tras la jubilación.