También tiene un impacto significativo en el bienestar de las personas y sus familias
585.000 personas llevan más de cuatro años sin encontrar empleo
A pesar de la reforma laboral implementada en España, el desempleo de larga duración sigue siendo un problema crónico en el país. Según datos del Observatorio Trimestral del Mercado Laboral del segundo trimestre del año, elaborado por Fedea y BBVA, la incidencia del desempleo de larga duración se ha reducido apenas medio punto, situándose en un alarmante 41,4% en términos de CVEC (corregidas de variaciones estacionales y de calendario), 7,9 puntos menos que en junio de 2022 (49%), y si miramos los datos del primer trimestre de pandemia (marzo 2020), solo han bajado 5 puntos porcentuales (46,1%), lo que confirma la disminución de los trabajadores que están más de un año sin trabajar, pero se pone de manifiesto lo cronoficado que está. De hecho, la reducción en el número de parados de larga duración ha sido mayor que la de aquellos que están en situación de desempleo de corta duración, lo que pone de manifiesto la dificultad para reintegrarse al mercado laboral de aquellos que llevan tiempo sin empleo.
Estas cifras revelan que, aunque ha habido una ligera disminución, el número de personas que llevan más de un año buscando empleo sigue siendo muy elevado. De hecho, la reducción en el número de parados de larga duración ha sido mayor que la de aquellos que están en situación de desempleo de corta duración, lo que pone de manifiesto la dificultad para reintegrarse al mercado laboral de aquellos que llevan tiempo sin empleo.
El think tank y el centro de estudios de la entidad financiera han señalado que, a pesar de los avances logrados, es crucial seguir trabajando en políticas efectivas que aborden esta problemática persistente. El desempleo de larga duración no solo afecta a la economía, sino que también tiene un impacto significativo en el bienestar de las personas y sus familias.
De hecho, en España, 585.000 personas llevan más de cuatro años sin encontrar empleo, lo que sitúa al país, junto a Italia, a la cabeza del paro de muy larga duración en Europa. Este fenómeno, conocido como la “trampa del paro de larga duración”, se convierte en un círculo vicioso: cuanto más tiempo pasa una persona fuera del mercado laboral, más difícil le resulta reintegrarse, ya que pierde habilidades y contactos esenciales para acceder a nuevas oportunidades. Esta espiral de exclusión provoca que uno de cada cinco desempleados en España lleve más de cuatro años buscando trabajo sin éxito.
Los datos de Asempleo muestran que el 20,5% de los parados en España están atrapados en esta situación de muy larga duración, superando el medio millón de personas. A nivel europeo, sólo España e Italia mantienen cifras tan altas, con más de 500.000 desempleados que han pasado años buscando una oportunidad laboral.
Pero el problema no se limita únicamente al ámbito laboral. La patronal de trabajo temporal advierte que el desempleo de muy larga duración tiene un impacto profundo en el bienestar psicológico y social de las personas. La pérdida de autoestima, la marginación y el aislamiento son algunas de las consecuencias adicionales que enfrenta este colectivo, lo que agrava aún más su difícil situación.
El perfil predominante del desempleado de muy larga duración en España corresponde a una mujer mayor de 45 años, lo que la hace especialmente vulnerable a la discriminación por edad en procesos de selección, sobre todo en aquellos que no están profesionalizados. Este colectivo se enfrenta a mayores dificultades para adaptarse a las exigencias de la digitalización en comparación con perfiles más jóvenes, lo que agrava su situación en un mercado laboral cada vez más tecnológico.
El desempleo de larga duración sigue un patrón claro y difícil de romper. Cuanto más tiempo una persona permanece fuera del mercado laboral, más probabilidades tiene de perder las competencias necesarias para reinsertarse, lo que dificulta su reincorporación al empleo. Este ciclo vicioso crea una barrera cada vez mayor para quienes llevan años buscando trabajo sin éxito.
Para combatir esta realidad, los expertos destacan la importancia de implementar programas de formación continua que se centren en el desarrollo de habilidades tecnológicas y digitales, así como en sectores emergentes de la economía. Asimismo, se hace necesaria la oferta de formación gratuita o subvencionada, con modalidades flexibles que se adapten a las necesidades de los desempleados, facilitando su acceso y participación activa en estas iniciativas. Solo así se podrán generar oportunidades reales para este colectivo y combatir el estancamiento en el desempleo.
Más de un año buscando
En esta misma línea, el último informe elaborado por Randstad Research, muestra que más de 1,1 millones de desempleados en España, lo que equivale al 38,5% del total de parados, llevan más de un año buscando empleo. A pesar de que esta cifra representa una reducción de 43.000 personas en comparación con el mismo período del año anterior, el panorama laboral se complica con un aumento de 117.000 desempleados, elevando la cifra total a 2,98 millones y una tasa de paro del 12,3%.
El informe también destaca que, aunque la brecha en la tasa de desempleo entre hombres (11%) y mujeres (13,7%) se ha reducido, alcanzando su nivel más bajo en cuatro años, el mercado laboral comienza a mostrar señales de agotamiento.
El turismo impulsa el crecimiento
Además, según Fedea y BBVA, el crecimiento del empleo no ha podido mantener el fuerte ritmo observado en la primera mitad del año, especialmente en sectores clave como la industria y los servicios de no mercado, que incluyen sanidad y educación.
A pesar de la desaceleración, algunas áreas continúan experimentando un crecimiento robusto, sobre todo en actividades relacionadas con el turismo, como el transporte y la hostelería, así como en el sector de la construcción. Este contexto plantea importantes interrogantes sobre la sostenibilidad del empleo y las políticas necesarias para abordar el desempleo de larga duración en el país.
Fuente: El Economista España lidera el desempleo de muy larga duración en la Unión Europea (eleconomista.es)