EL VERGONZOSO CULEBRON EN 12 CAPÍTULOS DE UNA DESNORTADA YOLANDA DIAZ SOBRE LA PROMETIDA REDUCCIÓN DE LA JORNADA LABORAL

1.- Reducir la jornada a 37,5 horas afectaría a 14,2 millones de ocupados y tendría más impacto en el comercio y el turismo

2.- ¿Cómo reducir la jornada laboral sin necesidad de una ley?

3.- El fracaso de la reducción de jornada en Francia: menos contrataciones y más horas extra

4.- Imponer la reducción de la jornada laboral restará 18.000 millones al PIB en dos años

5.- Alerta en CEPYME por la propuesta De reducción de jornada de Yolanda Díaz

6.- Frente común de fabricantes y ‘súper’ contra la reducción de jornada: “perderemos competitividad”

7.- Díaz eleva el tono contra CEOE para aprobar la reducción de la jornada: pulirá el texto con UGT y CCOO

8.- Trabajo acusa a la CEOE de burlarse del diálogo social y reducirá la jornada con UGT y CCOO

9.-Yolanda Díaz no consuma su ultimátum a CEOE sobre la reducción de jornada y se da otra semana de negociación

10.- CEOE decide protestar ante la organización internacional del trabajo (OIT) por el “monólogo social” de Yolanda Díaz

11.- UGT demanda a Díaz una mayoría sólida en las cortes que apoye la reducción de la jornada laboral

12.- La jornada laboral de Díaz choca con PNV y JUNTS y la ministra ya piensa en culpar al PSOE

 

 

1.- REDUCIR LA JORNADA A 37,5 HORAS AFECTARÍA A 14,2 MILLONES DE OCUPADOS Y TENDRÍA MÁS IMPACTO EN EL COMERCIO Y EL TURISMO

La propuesta del Gobierno de reducir la jornada laboral legal a 37,5 horas respecto a las 40 actuales afectaría a la situación de la mayor parte de los trabajadores y de los sectores, a pesar de que la jornada media trabajada ha ido descendiendo en las últimas décadas. En España la caída ha sido desde las 41,7 de 1987 hasta las 37,7 horas trabajadas de 2022, situándose ligeramente por encima de la media de la OCDE, y de países como Italia (37,3) y Francia (37,1) a pesar de tener más trabajo a tiempo parcial. Si la ley sale adelante afectará más a los sectores en los que la productividad se consigue por jornadas laborales largas y a los que tienen ritmos de producción difícilmente alterables dada su exposición al público

 

Un documento publicado por Fedea analiza la jornada laboral trabajada en los distintos sectores y ahonda en los posibles efectos de una reducción homogénea de la jornada. Detalla que, según los datos de la EPA del primer trimestre de 2024, 14.210.792 personas ocupadas trabajan más de 37,5 horas semanales, lo que representa a cerca del 67% del total de trabajadores. Si se analiza el impacto por convenios colectivos, llegaría al entorno del 74% de los empleados. Los datos de CCOO, publicados en un informe reciente, arrojan resultados similares.

 

La medida, por tanto, supone encarecer los costes laborales en muchos sectores y, según advierte Fedea, tendría mayor intensidad en los sectores en los que “la productividad es, en sí misma, el tiempo de trabajo”, con convenios colectivos coincidentes con las 40 horas semanales en cómputo anual o en cuantificación superior a las rebajas propuestas. La jornada máxima actual es de 1.826 horas anuales y si se efectúa la reducción propuesta por el Ejecutivo, se pasaría a 1.758 horas anuales en 2024 (38,5 medias semanales) y a 1.712 horas en 2025 (37,5 de media semanal).

 

Según a EPA, hasta 11 sectores de un total de 20 trabajan un promedio de horas semanales superior a las 37,5 horas. Estos sectores son: agricultura; industrias extractivas y manufactureras; energía; construcción; comercio; transporte y almacenamiento; información y comunicaciones y otras actividades liberales (financieras, inmobiliarias, científicas y técnicas). La hostelería no se encuentra en este grupo debido a la elevada parcialidad, no obstante, sí tiene 40 horas semanales en sus convenios colectivos sectoriales, por lo que también hay que atender a ese ámbito. Las actividades que más horas semanales tienen por convenio sectorial son actividades inmobiliarias; restauración; alojamiento y comercio minorista.

 

Teniendo en cuenta ambas cuestiones, Fedea espera que la reducción de la jornada laboral impacte más en el turismo, la hostelería y el comercio, donde “la relación presencial de los trabajadores con los clientes es imprescindible y los ritmos de producción son difíciles de alterar”. Además considera, al igual que el Banco de España, que esto “podría ser especialmente problemático para las pequeñas y medianas empresas” donde las indivisibilidades son más importantes y “tienen márgenes de beneficio más ajustados”.

 

Como ya ha manifestado en anteriores ocasiones, Fedea considera que reducir la jornada laboral “forzosamente” manteniendo los salarios constantes supondrá una subida de costes salariales unitarios en buena parte de las empresas y que “esta imposición podría tener efectos adversos sobre la competitividad de las empresas y la evolución del empleo y el PIB”. El documento añade, como novedad, que la reducción de la jornada planteada hasta ahora (sin compensaciones ni flexibilidad) podría tener “consecuencias colaterales no deseadas”. En concreto, señala un probable aumento en el uso de las horas extraordinarias; la compensación de la reducción con más días de vacaciones sin un cambio real de las jornadas laborales y la expulsión del tiempo de trabajo efectivo de pausas o permisos. También considera que podría derivar en un aumento de contratos a tiempo parcial de escasas horas y que podría perjudicar a la desconexión digital si las empresas mantienen las exigencias de rendimiento.

 

Los autores prefieren que la reducción de la jornada laboral se aborde solo en la negociación colectiva y que piden que si finalmente hay una ley que la reduzca de manera obligatoria, esta tenga “al menos” un largo período transitorio antes de su entrada en vigor (de un mínimo de dos años) para permitir la adaptación de la propia negociación colectiva.

 

Fuente: Infobae Reducir la jornada a 37,5 horas afectaría a 14,2 millones de ocupados y tendría más impacto en el comercio y el turismo – Infobae

 

2.- ¿CÓMO REDUCIR LA JORNADA LABORAL SIN NECESIDAD DE UNA LEY?

La jornada laboral ha experimentado una evolución significativa a lo largo de la historia, reflejando cambios económicos, tecnológicos y sociales. Los incrementos de productividad, la eficiencia empresarial y las transformaciones tecnológicas están permitiendo producir más en menos tiempo con un beneficio social para las personas trabajadoras. España tiene una referencia legal máxima de 40 horas semanales en cómputo anual, pero gracias a las reducciones acordadas en la negociación colectiva la media se sitúa entre 37/38 horas.

 

Es en este contexto donde se pretende, desde el Ministerio de Trabajo, presentar un proyecto de Ley de reducción de la jornada laboral máxima a 37,5 horas de media en cómputo anual sin acuerdo social. Esta iniciativa política unilateral del Gobierno parte de tres premisas discutibles.

  1. Primero, la necesidad de una Ley para reducir la jornada laboral. España tiene una jornada legal máxima dentro de las medias europeas y la negociación colectiva tiene toda la capacidad de reducirla y distribuirla con gran flexibilidad.
  2. Segundo, reducir la jornada laboral por Ley incrementa la productividad. Los análisis empíricos muestran que es al revés, los incrementos de productividad son los que permiten reducir las jornadas laborales, y subir salarios, no siendo la imposición legal una herramienta para este objetivo. Hay sectores donde la productividad es el tiempo de trabajo y los trastornos organizativos o alteraciones de costes laborales que puede ocasionar esta medida pueden conducir, precisamente, a una bajada de los niveles productivos.
  3. Tercero, la reducción legal de la jornada laboral máxima no disminuye salarios. Ello puede ser cierto en un primer impacto, pero la afirmación obvia que los convenios colectivos se renegocian y que esta imposición legal puede conllevar una distribución de costes y riesgos, en determinados sectores, con moderación salarial en el medio y largo plazo. No olvidemos, que la medida afectará al 67% de los ocupados según EPA (o al 74% de los trabajadores sujetos a un convenio colectivo) y podría generar importantes impactos adversos, como un incremento de los costes laborales.

 

Por lo tanto, cabría esperar que una reducción forzosa de la jornada laboral manteniendo los salarios constantes, como propone el Gobierno, suponga una subida de los costes salariales unitarios que podría tener efectos adversos sobre la competitividad de las empresas y la evolución del empleo y el PIB.

 

Las consecuencias colaterales de esta medida también tienen que ser valoradas porque pueden originar efectos no deseados como el aumento de horas extraordinarias, la compensación de la reducción con más días de vacaciones sin un cambio real de las jornadas laborales, la expulsión del tiempo de trabajo efectivo de pausas o permisos, el aumento de contratos a tiempo parcial de escasas horas, o la puesta en riesgo de la desconexión digital si se mantienen exigencias de rendimiento.

 

En nuestra opinión, la reducción de la jornada laboral debe ser devuelta a la negociación colectiva. Los agentes sociales están a tiempo de suscribir un gran acuerdo marco, que se implemente por la negociación colectiva, con el objetivo de reducir la jornada laboral, en estrecha vinculación con la productividad y organización del trabajo, sin cambiar la Ley vigente, con compromisos de un control más efectivo de las horas extraordinarias y una mayor previsibilidad horaria para los trabajadores. Este acuerdo social marco confirmaría la tendencia generalizada de reducción de la jornada laboral sin la interferencia arriesgada de una Ley que, si finalmente es aprobada, debería, al menos, tener un largo plazo de entrada en vigor (mínimo de dos años) para la propia adaptación de la negociación colectiva.

 

Fuente: El País ¿Cómo reducir la jornada laboral? | Economía | EL PAÍS (elpais.com)

 

3.- EL FRACASO DE LA REDUCCIÓN DE JORNADA EN FRANCIA:

MENOS CONTRATACIONES Y MÁS HORAS EXTRA

España no es el primer país en abrir este debate, hace más de dos décadas ya lo hicieron en Francia. Allí aprobaron la reducción de la jornada en el año 2000, y disminuyeron el tiempo de trabajo de las 39 a las 35 horas semanales, sin recortar el salario. El objetivo del país vecino era conseguir disminuir el desempleo, porque si los ocupados trabajaban menos horas, para ocupar las horas que quedaban disponibles se podría contratar a los parados. A ello se le suma que querían mejorar el bienestar de los trabajadores, y consideraban que esto se iba a traducir en una mejora de la productividad.

 

Se crearon 350.000 empleos entre 1998 y 2003, según reflejan las estadísticas del Ministerio de Trabajo francés. Pero para ello, el Gobierno francés tuvo que reducir las cotizaciones sociales a las empresas, porque «era la mejor manera de compensar el aumento del coste laboral que tiene el contratar a más trabajadores», explica Emilio González, profesor de Economía Internacional, de Comillas Icade. A ello se le suma que se produjo una caída de la productividad.

 

Además de reducir las cotizaciones, el Gobierno francés permitió a las empresas más flexibilidad. Tal y como se refleja en la revista de Actualidad Internacional Sociolaboral de abril de 2024, publicada por el Ministerio de Trabajo español y realizada por su servicio técnico, «en la práctica, los empleados podían seguir trabajando 39 horas, pero alguna de las horas extra que realizaban (4 horas semanales) se acumulaban para utilizarlas en forma de medio día o día completo libre». Por lo que, la jornada laboral media, hoy en día, es prácticamente la misma que hace 20 años.

 

Y aunque es cierto que esas horas extra se acababan transformando en días libres o vacaciones –en total eran 10 días más de descanso–, esto no era algo que ocurriese en todas las profesiones. Los puestos menos cualificados, como por ejemplo los cajeros, no ganaban días extra de vacaciones, sino medias jornadas y cuando hay pocos clientes. «Esto no les permitía aprovecharlas al ser ajustes puntuales y habitualmente no encajando con las cuestiones personales o familiares».

 

Tras esta Ley, promovida por Martine Aubry, la ministra de Empleo y Solidaridad del gobierno del primer ministro, Lionel Jospin, le sucedieron varias reformas que rebajaron la ambición de la reducción de la jornada. En primer lugar, entre 2003-2004, bajo el mandato del primer ministro François Fillon, se amplió el número máximo de horas extras permitidas a 220, así como reducir de manera permanente los impuestos sociales para todas las empresas.

 

Posteriormente, en 2007, Sarkozy abarató las horas extras bonificando el 25 % de estas, algo que atraía a las empresas porque «les compensaba más que sus trabajadores hicieran más horas, a tener que contratar a más personal. El coste era menor», explica el profesor de Economía Internacional, de Comillas ICADE. Todo ello para mitigar el impacto de la reforma inicial.

 

El Fondo Monetario Internacional hizo referencia, hace unas semanas, a este caso en un estudio –el informe anual de la economía española en el marco del Artículo IV– en el que cuestionaba la reducción de jornada que ha planteado la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. En él hablan sobre los efectos que tendría sobre la contratación, y que reducir la jornada no tendría ningún efecto en ella. «El aumento del empleo no está claro y posiblemente sería pequeño, especialmente si la semana laboral se reduce sin reducir los salarios semanales o anuales», explica el Fondo Monetario en el informe. «La experiencia francesa indica que, para minimizar las pérdidas de producción y los costes fiscales, la reducción de las horas trabajadas debe ir acompañada de una moderación salarial», añaden.

Fuente: El Debate El fracaso de la reducción de jornada en Francia: menos contrataciones y más horas extra (eldebate.com)

 

4.- IMPONER LA REDUCCIÓN DE LA JORNADA LABORAL

RESTARÁ 18.000 MILLONES AL PIB EN DOS AÑOS

Imponer por ley la reducción de la jornada laboral, prescindiendo de los acuerdos que se alcanzan en el marco del diálogo social, puede tener consecuencias de tipo económico según analizan Fedea y el BBVA Research.

 

En el estudio del BBVA Research se determina que, en ausencia de medidas compensatorias que alivien el aumento estimado de los costes laborales, la reducción de la jornada laboral impuesta por la ley restaría en torno a seis décimas de crecimiento medio anual del PIB durante dos años (alrededor de 18.000 millones de euros) y ocho décimas de crecimiento al empleo.

 

Exceltur (asociación sin ánimo de lucro, formada por 30 de las más relevantes empresas de toda la cadena de valor turística y de los subsectores del transporte aéreo, ferroviario, marítimo y terrestre, alojamiento, agencias de viajes y tour operadores, medios de pago, alquiler de coches, hospitales turísticos y centrales de reservas) ha sido uno de los primeros sectores en analizar en profundidad el impacto que una reducción de estas características pueda tener, en este caso, sobre el turismo. Un sector que, a tenor de sus estudios, se puede ver fuertemente afectado por esta medida. La razón es que en él trabajan 2,2 millones de asalariados, de los cuales 1,2 millones tienen una jornada superior a las 37,4 horas semanales. De manera que, según estima esta asociación, la medida supondría una reducción de 5,7 millones de horas semanales, que obligaría a suplirlas automáticamente con un coste anual de 2.348 millones de euros.

 

Por otra parte, según Fedea, la digitalización y el avance tecnológico han reconfigurado el concepto tradicional de jornada laboral, permitiendo modalidades más flexibles. Además, el avance tecnológico, ha permitido aumentar la productividad o producir más y mejores bienes y servicios con menos horas de trabajo, lo que facilita la reducción de la jornada. De modo que, lógicamente -subraya-, «si los trabajadores son capaces de producir lo mismo, pero con menos horas, gracias a la mejora de la productividad, podrán dedicar más tiempo a disfrutar del ocio y de un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal».

 

Por tanto «existe una clara correlación entre la reducción de la jornada laboral y la mejora de la productividad tanto en el tiempo como en el espacio. De hecho, existe consenso entre los economistas sobre la dirección, al menos dominante, de la causalidad en esta correlación».

 

En opinión de Fedea, el crecimiento de la productividad nos hace más ricos y nos lleva a demandar, entre otras cosas, más tiempo de ocio y, por tanto, una jornada laboral más corta. En la dirección contraria, sin embargo, el efecto no es ni automático ni universal. Hay circunstancias y ocupaciones -observa- «en las que una jornada más corta puede traducirse en una mejora de la productividad, aunque no necesariamente de la misma magnitud, pero también hay muchas otras en las que esto no es cierto».

 

Con este análisis, Fedea afirma que cabe esperar que una reducción forzosa de la jornada laboral manteniendo los salarios constantes, como propone el Gobierno, suponga una subida de los costes salariales unitarios que podría tener efectos adversos sobre la competitividad de las empresas y la evolución del empleo y el PIB.

 

Además, se espera que los efectos adversos de esta medida sean mayores en las empresas más pequeñas, donde las indivisibilidades son más importantes, y en determinados sectores (como el turismo, la hostelería y el comercio) en los que la relación presencial de los trabajadores con los clientes es imprescindible y los ritmos de producción son difíciles de alterar. Esto podría ser especialmente problemático para las pequeñas y medianas empresas que tienen márgenes de beneficio más ajustados.

 

En función del tamaño, Fedea también sostiene que las empresas que operan en mercados globales pueden afrontar desventajas competitivas si su coste laboral aumenta en comparación con aquellos en países con jornadas laborales más largas.

 

La reducción de la jornada laboral -suscribe Fedea en su estudio- puede tener muchos beneficios potenciales. Pero una decisión de este tipo exige considerar cuidadosamente los posibles riesgos y desafíos y, por eso, requiere de la implementación exitosa de una serie de políticas diseñadas con una planificación cuidadosa, flexible, y posiblemente, con medidas compensatorias para mitigar los efectos negativos.

 

Fedea recurre al ejemplo de otros países que en el pasado implementaron medidas para reducir la jornada laboral con el objetivo de repartir el empleo. Sin embargo -recalca este organismo-, la evidencia empírica mostró en estos casos como la reducción de la jornada laboral no contribuyó a incrementar el nivel de empleo: Hunt (1999) para Alemania, Crépon y Kramarz (2002) y Estevão y Sá (2008) para Francia, Raposo y van Ours (2010) para Portugal, entre otros.

 

El trabajo de Fedea sobre la reducción de la jornada laboral concluye con varias claves que pasan desde una reforma acompañada de un régimen jurídico de transitoriedad, así como la adecuación real a la productividad y los márgenes para reducir tiempo sin bajadas salariales. En consecuencia -suscribe-, «la solución no puede estar sino en los acuerdos entre la parte empresarial y sindical».

 

Fuente: The Objetive Imponer la reducción de la jornada laboral restará 18.000 millones al PIB en dos años (theobjective.com)

 

5.- ALERTA EN CEPYME POR LA PROPUESTA

DE REDUCCIÓN DE JORNADA DE YOLANDA DÍAZ

Cepyme estima que reducir la jornada laboral a 37 horas y media semanales, tal y como propone la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tendrá un coste de 42.400 millones de euros para las pequeñas y medianas empresas y la economía de nuestro país. Un duro informe emitido por la asociación encargada de representar a las pymes españolas considera que una reforma de este tipo reducirá la productividad, la rentabilidad y los recursos organizativos del sector privado, con todo lo que ello supone.

 

El informe, titulado Impacto de la reducción de la jornada laboral en la pyme, toma como referencia el modelo de jornada laboral de 37,5 horas semanales que el gobierno de Pedro Sánchez quiere alcanzar el próximo año 2025. De este modo, la propuesta de Yolanda Díaz reduciría la jornada laboral máxima de 40 a 37,5 horas, un descenso lineal del 6,25% que no llevaría aparejado el correspondiente ajuste a la baja de la remuneración. En la práctica, otro estudio publicado recientemente por Fedea estudia que los convenios colectivos han hecho que la jornada laboral semanal media se sitúe entre las 37 y las 38 horas de trabajo (1.700-1.752 horas anuales). Es por esto que la reducción efectiva sería menos pronunciada y, según Cepyme, se situaría en el 2,8%.

 

No podemos olvidar que la productividad de los trabajadores españoles sigue por debajo de los niveles alcanzados en 2019, antes de la pandemia. De hecho, el PIB por ocupado es ahora un 2,8% más bajo que al comienzo de la Administración Sánchez, circunstancia que nos sitúa a la par con los datos que alcanzaba nuestro país hace quince años, en 2009.

 

Partiendo de este diagnóstico, Cepyme advierte de la caída de la producción o el aumento de las horas extras que podrían darse como resultado de la norma propuesta por Yolanda Díaz. “El impacto será más difícil de procesar para las pequeñas empresas”, añade el estudio, en el que se estima un coste directo de 11.800 millones derivado de un escenario en el que se seguirá remunerando una menor cantidad de trabajo.

 

A esta cifra, Cepyme le suma unos costes indirectos de 30.600 millones que se corresponde con la desaparición de horas dedicadas a la producción de bienes y servicios. El valor de esa producción perdida se sumaría al efecto directo de reducir jornada sin recortar salario, dando como resultado un golpe de 42.400 millones.

 

Cepyme considera que la norma acarrea también un mayor riesgo de conflictividad, una mayor dificultad para ordenar y asignar los recursos de las empresas, una creciente incertidumbre asociada a la necesidad de acometer el acople en el más corto plazo, un posible reto derivado de la proliferación de vacantes profesionales en diversos sectores de actividad, etc.

 

El informe destaca que, entre los 11,6 millones de asalariados afectados por convenios colectivos, solamente un 7,9% tiene pactadas jornadas de más de 39,5 horas semanales. Los sectores más afectados serían la hostelería, el comercio, las actividades inmobiliarias, la agricultura y la ganadería, las actividades profesionales y técnicas y el transporte, ramas de actividad en las que más del 80% de los asalariados tiene pactadas jornadas de más de 37,5 horas semanales.

 

Fuente: libre mercado Alerta en Cepyme por la propuesta de reducción de jornada de Yolanda Díaz – Libre Mercado

 

6.- FRENTE COMÚN DE FABRICANTES Y ‘SÚPER’ CONTRA LA REDUCCIÓN DE JORNADA: “PERDEREMOS COMPETITIVIDAD”

Una de las grandes quejas de los fabricantes y las empresas del sector del gran consumo es que Yolanda Díaz no ha tenido en cuenta las consecuencias que puede tener en las pymes. El comercio alerta de la reducción de la jornada de Díaz: tendrá un coste de 3.886 millones

 

Semana clave para Yolanda Díaz, que estos días negocia con los agentes sociales la reducción de jornada laboral. La medida estrella de la ministra se ha encontrado con decenas de detractores, principalmente en el mundo empresarial. Entre ellos, el sector del gran consumo y la distribución, que han hecho frente común para alertar de las consecuencias de la reducción de la misma.

 

Al aviso de la Confederación Española de Comercio (CEC), que asegura que la medida tendrá un coste de al menos 3.886 millones para los trabajadores del sector, tal y como adelantó Vozpópuli, ahora se le suma la denuncia de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), que representa a marcas del sector del gran consumo y a los distribuidores.

 

En declaraciones con este periódico, desde Aecoc expresan que “cualquier propuesta de reducción de jornada laboral tendrá un efecto negativo en términos de pérdida competitiva para el conjunto de nuestra economía”. Es decir, las empresas del sector del gran consumo, que incluye tanto a fabricantes como a supermercados, tienen la seguridad de que la reducción de jornada supondrá que “pierdan competitividad”.

 

Bajo su punto de vista, para evitar que la implantación de la reducción de jornada tenga estas negativas consecuencias, es necesario que la medida vaya acompañada de medidas destinadas a incrementar la productividad, que “es la gran asignatura pendiente de nuestro país”.

 

Los representantes de Danone, Coca-Cola o Bimbo, entre otros muchos, junto con otras asociaciones del sector, exigen que, para avanzar correctamente en este tipo de medidas, es necesario trabajar también “para reducir problemas de gran impacto para muchos de los sectores integrados en AECOC como son los del absentismo, las dificultades para encontrar ciertos perfiles profesionales o la capacitación de dichos profesionales”.

 

Por otro lado, desde Aecoc también recuerdan la importancia de la colaboración público-privada y la necesidad de abrir nuevas líneas de trabajo destinadas a favorecer la inversión y reducir la carga fiscal de las empresas.

 

Una de las grandes quejas de los perjudicados por la más que posible implantación de la reducción de la jornada laboral es que Yolanda Díaz no ha tenido en cuenta las consecuencias que puede tener en las pequeñas y medianas empresas. “Es imprescindible que propuestas como la de la reducción de la jornada laboral, que resultan especialmente complejas y gravosas para las pymes, se hagan desde el diálogo social y en el marco de la negociación colectiva y no de manera unilateral”, terminan desde Aecoc.

 

Aecoc no es el único organismo relacionado con el sector del gran consumo que ha mostrado su rechazo a la reducción de jornada, propuesta por el ministerio de Trabajo. Uno de los más críticos es el sector del comercio, especialmente el minorista. Este mismo jueves, asociaciones del sector volvieron a tomar partido y arremetieron duramente contra el Gobierno.

 

“Una imposición de esta magnitud se salta el papel que la Constitución otorga a los agentes sociales y no tiene la más mínima consideración y respeto hacia el diálogo social en un sector como el comercio”, denunció la Confederación Española de Comercio (CEC) en un nuevo comunicado, en el que ha asegurado que están en juego 3.886 millones de euros, y que afectará a 393.287 empresas, que representan el 12,3% del total del tejido empresarial a nivel nacional y generan el 4,9% del PIB.

 

Más allá del sector concreto del gran consumo, muchos organismos del sector empresarial han mostrado públicamente su rechazo a esta medida, a punto de aprobarse. Sin ir más lejos, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) calcula que el impacto de una reducción de la jornada laboral no negociada a 37,5 horas semanales manteniendo los salarios conllevaría un impacto sobre las empresas de hasta 42.400 millones de euros, tal y como se ha hecho eco al arranque de esta semana.

 

El mismo presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha criticado al Ministerio de Trabajo por tratar de aprobar la reducción de jornada sin negociarlo con la patronal. “Se le llama diálogo social, pero es un monólogo social”, criticó Garamendi hace unos días.

 

Por su parte, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), se manifestó este mismo lunes al respecto y alertó de que reducir la jornada aumentará las horas extra, los contratos de pocas horas y el fraude.

 

Fuente: Vozpopuli Frente común de fabricantes y ‘súper’ contra la reducción de jornada: “Perderemos competitividad” (vozpopuli.com)

 

7.- DÍAZ ELEVA EL TONO CONTRA CEOE PARA APROBAR LA REDUCCIÓN DE LA JORNADA: PULIRÁ EL TEXTO CON UGT Y CCOO

Joaquín Pérez Rey, el ‘número dos’ de Yolanda Díaz, ha confirmado que el Ministerio de Trabajo terminará de pulir el texto de la reducción de la jornada laboral únicamente con los sindicatos UGT y CCOO, tras afirmar que la patronal CEOE no ha reflejado por escrito su postura. El secretario de Estado ha explicado que prevén acordar la reforma únicamente con las centrales si la patronal no realiza una propuesta, aunque no les mantiene la puerta de la negociación abierta. “No pierdo la esperanza”, ha explicado, tras acusarles de “burlar” al diálogo social y a la democracia. Tanto los sindicatos como los empresarios están citados a la que probablemente será la reunión definitiva la semana que viene. Posteriormente, la medida pasará al terreno político como anteproyecto de ley.

 

El secretario de Estado confirmó que el Gobierno se tomará la vía libre para rebajar la duración de la jornada semana máxima “de la mano de los sindicatos para pulir un texto que cuanto antes pueda ser remitido a las Cortes Generales”. CEOE está convocada a la próxima reunión, aunque fuentes empresariales confirman que no llevarán texto ni propuesta alguna a la próxima cita. De hecho, los miembros de la patronal esperaban un tono más duro tras el ultimátum. Le sorprende que ahora el Gobierno haya decidido dar una semana más, observando esta estrategia como una muestra de debilidad.

 

La celeridad con la que Trabajo quiere aprobar la reforma, que entrará en vigor sin el periodo de transitoriedad que pidió la patronal, es un punto de no retorno entre las partes. El acuerdo es muy cercano, aunque “depende de cómo avancemos con los sindicatos puliendo los aspectos técnicos y también de si la patronal no mueve su posición”. Pérez Rey se muestra “escéptico” de que la patronal mueva ficha. “No solo no ha habido ninguna otra propuesta, sino que ha habido un cuestionamiento de rebajar legalmente las horas”, ha detallado tras la reunión.

 

“Si Garamendi y Cuerva quieren hacer un favor o representar eficazmente a las empresas de nuestro país, deberían recapacitar si la posición en un diálogo social puede ser esta. Creo que hay demasiados lastres políticos en la decisión de la patronal. Esta es una posición que está más lastrada por la ideología que por la adecuada posición de las empresas a las que representan”, ha criticado el secretario de Estado.

 

“La postura de la patronal ha dejado mucho que desear, ha sido claramente decepcionante e incomprensible”, ha afirmado en rueda de prensa Pérez Rey, que ha destacado que después de meses de negociación CEOE y Cepyme no pueden seguir “en el no a todo” y buscando la manera de que la reducción de jornada al final no se aplique. “No es una medida elitista, es para el conjunto de las personas trabajadoras. Las 37,5 horas es una medida transversal”, ha explicado. Según cálculos facilitados por el propio secretario de Estado, la reducción de la jornada afectará a unas 12 millones de personas.

 

Uno de los grandes puntos de desencuentro es el aumento de las horas extraordinarias, una postura que incluyeron los empresarios en la negociación bipartita. “No le vamos a decir a los ciudadanos que lo que ganan por un sitio lo pierden por otro, que la reducción de jornada a 37 horas y media se va a compensar haciendo más horas extras en un país donde las horas extras son una lacra y la mayoría de las veces no se pagan”, ha afirmado. El control de los horarios a través de un registro digital también ha sido otro motivo de distanciamiento entre el Gobierno (y los sindicatos) y la patronal.

 

De forma casi inminente, la reforma entrará en el plano político. “Abriremos una negociación con los grupos parlamentarios cuando tengamos el texto”, ha explicado Pérez Rey, que se muestra optimista con los apoyos de las distintas fuerzas parlamentarias. En esta fase, los partidos podrán realizar sus aportaciones al articulado y modificar las cuestiones técnicas de la reforma.

 

Díaz tendrá que maniobrar en el Congreso de los Diputados para sacar adelante su medida estrella (junto al encarecimiento del despido) para esta legislatura. Tras intervenir en la negociación bipartita a la vista de los escasos avances entre los interlocutores sociales, tensando la relación con CEOE y Cepyme, la vicepresidenta segunda tiene ahora el camino más allanado para certificar la reforma con los sindicatos, aunque deberá jugar más adelante las cartas políticas.

 

En la Cámara Baja tendrá que recabar el apoyo de formaciones como Junts, que se abstuvo en el Congreso cuando Sumar presentó la medida pero tuvo una opinión muy crítica; PNV, otro grupo que podrá reclamar cesiones y retocar el articulado a cambio de apoyar la reforma. También con Podemos, los excompañeros de Díaz que a comienzos de año asestaron un duro golpe a la vicepresidenta tumbando la reforma del subsidio por desempleo.

 

Fuente: El Economista Díaz eleva el tono contra CEOE para aprobar la reducción de la jornada: pulirá el texto con UGT y CCOO (eleconomista.es)

 

8.- TRABAJO ACUSA A LA CEOE DE BURLARSE DEL DIÁLOGO SOCIAL

Y REDUCIRÁ LA JORNADA CON UGT Y CCOO

La jornada laboral se reducirá sin el acuerdo con la patronal. Como ocurrió con las últimas subidas del salario mínimo o la reforma del subsidio de desempleo, CEOE y Cepyme se volverán a quedar fuera de la foto con Yolanda Díaz. Así ha quedado patente tras la reunión tripartita de este lunes, a la que los empresarios no han traído ninguna propuesta por escrito. El ultimátum que Trabajo había dado la semana pasada ha finalizado sin respuesta de la patronal, en un clima de gran tensión y profunda desconfianza entre el Gobierno y los empresarios.

 

El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha sido muy duro con la actitud de CEOE y Cepyme, que ha calificado de “claramente decepcionante”. “La postura de la patronal ha dejado mucho que desear. No solo no ha habido ninguna propuesta, sino que ha habido un claro cuestionamiento de reducir la jornada”, ha lamentado el número dos de Díaz. “Esto implica, en una mesa que lleva abierta desde enero, una especie de burla al diálogo social”, ha abundado.

 

En ese contexto, el Gobierno no esperará más a los empresarios, a quienes acusa de utilizar pretextos para boicotear el fin último de la norma: la reducción por ley de la jornada desde las 40 horas actuales a 38 horas y media este año y 37 y media en 2025, sin que se produzca una merma en el salario de los trabajadores. “Nos encontramos con este descuelgue de la patronal. Es una burla democrática. ¿Nos quiere decir la CEOE que el Gobierno tiene que incumplir sus compromisos con los ciudadanos españoles, que se tiene que apartar de una de las razones fundamentales que le llevaron a ganar [las elecciones generales] el 23 de julio? Esto no es en ningún caso admisible”, se ha preguntado Pérez Rey.

 

La intención del Ejecutivo es limar los últimos flecos técnicos de la negociación con los sindicatos, para tener un acuerdo cerrado antes del verano que le permita llevar el texto al Consejo de Ministros y granjearse los apoyos parlamentarios para su entrada en vigor. El concurso de los independentistas catalanes de Junts, que se abstuvieron en la iniciativa parlamentaria que presentó Sumar en febrero, se antoja clave. El Ejecutivo insiste en que la medida despierta un amplio consenso social y político, solo roto por Vox, y acusa a la patronal de sostener una posición basada en prejuicios ideológicos.

 

Lo cierto es que, a falta del texto por escrito que se le demandaba, los empresarios sí han presentado sus propuestas a lo largo de una extensa negociación que se prolonga desde principios de año, y que tuvo un aparte bipartito (solo con los sindicatos, sin la presencia del Gobierno) que terminó sin éxito. La contrapartida de CEOE y Cepyme a la reducción de jornada pasa por una ampliación del máximo de horas extras anuales, actualmente situado en 80, que permita un mayor margen para cubrir aquellas que se dejarían de trabajar cuando la reforma entre en vigor.

 

Del mismo modo, los empresarios piden que se delegue en la negociación colectiva la capacidad para implantarla en los diferentes sectores. Esto reduciría su impacto en aquellos que mantienen mayoritariamente jornadas de 40 horas, y donde resulta más complicado buscar alternativas para cumplir los horarios de apertura de los negocios, como la hostelería. Trabajo se niega en rotundo. “Esta no es una medida elitista, es para el conjunto de las personas trabajadoras de este país. ¿O es que las personas trabajadoras de la hostelería no tienen derecho a la reducción de jornada?”, se ha preguntado Pérez Rey.

 

Para el Gobierno, la propuesta de la patronal tiene un carácter “maximalista e inasumible”, ya que atenta contra el sentido de la reducción de jornada, y abundaría en uno de los problemas del mercado laboral español: la gran cantidad de horas extraordinarias que se realizan, y que dificultan la conciliación de los trabajadores. “No caben medidas que constituyan una estafa, que reduzcan la jornada sin reducirla. Esto es una negociación seria”, ha aseverado Pérez Rey. El objetivo irrenunciable, ha dicho, es cumplir el acuerdo de gobierno entre el PSOE y Sumar, que situaba un nuevo reparto del tiempo en el centro de las prioridades para la legislatura.

 

El secreto de Estado de Trabajo ha asegurado que se convocará una nueva reunión para el próximo lunes, como se venía haciendo hasta ahora cada semana, y ha exhortado a la patronal a recapacitar. Fuentes de la CEOE confirman que no se levantarán de la mesa, y que no harán ninguna valoración oficial mientras esta permanezca abierta. Sin embargo, el malestar con el Ejecutivo es muy profundo, tiene otros vectores -por ejemplo, la inclusión de patronales alternativas, como Pimec y Conpymes, en órganos institucionales- y dificulta enormemente que se produzca un vuelco en la negociación.

 

El vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, ha afirmado que el texto propuesto por Trabajo resulta “suficiente” para satisfacer las principales demandas de los sindicatos, por lo que el acuerdo está muy cerca. También el representante de CCOO, Raúl Olmos, ha insistido en que debe quedar finiquitado este mes.

 

Si nadie lo remedia, la reducción de la jornada laboral se encamina hacia un nuevo pacto entre Trabajo y los sindicatos, que beneficiará, según los cálculos del Gobierno, a unos 12 millones de asalariados. Los empresarios, que estiman el impacto en unos 12.000 millones de euros -según un estudio de Cepyme conocido este lunes-, se volverán a quedar fuera de la foto con Díaz. Malos tiempos para el diálogo social, que había cosechado numerosos acuerdos durante la pasada legislatura.

 

Fuente: El Confidencial Trabajo acusa a la CEOE de burlarse del diálogo social y reducirá la jornada con UGT y CCOO (elconfidencial.com)

 

9.-YOLANDA DÍAZ NO CONSUMA SU ULTIMÁTUM A CEOE SOBRE LA REDUCCIÓN DE JORNADA Y SE DA OTRA SEMANA DE NEGOCIACIÓN

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, no ha consumado su ultimátum a CEOE y se da, al menos, una semana más para un acuerdo con los agentes sociales para un proyecto de ley de reducción de la semana laboral a 37,5 horas.

 

Concluida la reunión de la Mesa del Diálogo Social sin acuerdo, el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, ha anunciado que habrá otro encuentro la semana que viene a la que siguen invitadas las patronales CEOE y Cepyme.

 

No obstante, ha calificado de “decepcionante” la actitud de CEOE y ha dado a entender que si no se ha cerrado ya la negociación, es porque los sindicatos CCOO y UGT no están aún de acuerdo con el Ministerio en la redacción de la nueva ley. Pérez Rey ha augurado que el acuerdo tendrá lugar sólo con los sindicatos, “vista la actitud de la patronal”, pero no la excluye de la negociación e incluso confía en que “asista”. “Soy escéptico pero si el señor Garamendi y el señor Cuerva quieren representar a las empresas de este país, deberían recapacitar”. Ha acusado a la patronal de “burlarse” del diálogo social al no presentar propuestas y ha asegurado que actúan “lastrados por la política”.

 

Fuente: El Mundo. Yolanda Díaz no consuma su ultimátum a CEOE sobre la reducción de jornada y se da otra semana de negociación | Empresas (elmundo.es)

 

 

 

10.- CEOE DECIDE PROTESTAR ANTE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO (PIT) POR EL “MONÓLOGO SOCIAL” DE YOLANDA DÍAZ

La patronal ve “débil” a la vicepresidenta tras no consumar su ultimátum, pero protestará ante la organización internacional por vulnerar el diálogo social

 

La tensión entre la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y la patronal CEOE sube de temperatura. Por un lado, Díaz intenta arrinconar a la patronal en el trascendente proyecto de ley de reducción de la semana laboral en España, pero no osa por ahora consumar el ultimátum que anunció para este lunes. Por otro, el presidente de la patronal, Antonio Garamendi, tiene decidido presentar una queja contra el Gobierno ante la Organización Internacional del Trabajo por practicar «el monólogo social», según confirman a EL MUNDO fuentes de CEOE.

 

Todo esto tras una jornada que no fue el hito esperado. Aunque Díaz anunció que si CEOE no presentaba propuestas para negociar, tomaría ya «una decisión» sin ella, el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, anunció que habrá, al menos, otra reunión con todos los agentes sociales para la próxima semana. Este amago de ruptura no cumplido por el Ministerio de Trabajo fue interpretado por fuentes de la patronal consultadas como que Díaz no se ve con fuerza suficiente para imponer por ley la semana laboral de 37,5 horas, al menos por ahora. «En el Ministerio están débiles», señalan. No obstante, Pérez Rey preparó el terreno, en su declaraciones al término de la reunión, para un acuerdo limitado a los sindicatos, porque «la actitud de CEOE es decepcionante» y «se burla del diálogo social». Dio a entender que si no ha consumado el ultimátum, es porque CCOO y UGT aún tienen reservas con la redacción del anteproyecto de ley de reducción de jornada laboral.

 

La representante de CEOE en la reunión, Rosa Santos, se negó a presentar propuestas al considerar que Díaz tiene ya decidido el desenlace y que pretende lanzarse a bajar la jornada sin acuerdo con las empresas, que son las responsables de implantar el recorte. En línea con los representantes de Cepyme y de la Confederación Nacional de la Construcción, particularmente afectada, la patronal consideró inaceptable intentar reducir la jornada deteriorando aún más la productividad. Pérez Rey negó tal efecto y califico de «apocalíptica» esta posición.

 

Por su parte, en UGT insisten en que, siquiera por pragmatismo, sería útil intentar embarcar en el acuerdo a la patronal, pero sin que eso signifique dar mucho más tiempo por si un eventual adelanto electoral frustre la tramitación del anteproyecto de ley. «Hay que alcanzar con la patronal o sin la patronal este mes», dijo el representante del sindicato, Fernando Luján. ¿Tendrá tal acuerdo después apoyo parlamentario incluido el decisivo del PNV y Junts? «Esperamos respaldo del conjunto de las fuerzas parlamentarias, porque es una medida de sentido común», afirmó Pérez Rey.

 

Garamendi no prevé mover ficha, porque, como ha comentado, «no se negocia con quien quiere ganar cinco a cero», pero queda ahora a la espera de qué redacción se atreve Díaz a efectuar de la nueva ley. De momento, ha decidido denunciar su actitud ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el organismo de la ONU que vela por las relaciones laborales. Fuentes autorizadas de la patronal aseguran a EL MUNDO que Garamendi ha decidido elevar la citada protesta contra el Gobierno español ante la OIT por vulneración del convenio 154 de este organismo. Éste es el que consagra mundialmente la necesidad de proteger la negociación colectiva y el que obliga a los gobiernos a que «la negociación colectiva no resulte obstaculizada por la inexistencia de reglas que rijan su desarrollo o la insuficiencia o el carácter impropio de tales reglas».

 

Desde el punto de vista de la patronal, la líder de Sumar modifica acuerdos alcanzados entre empresarios y sindicatos tanto para la reforma laboral, como el llamado Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) vigente hasta 2025 y firmado en 2023 por los agentes sociales sin participación del Gobierno.

 

El cambio en la semana laboral que preconiza Díaz altera, según Garamendi, de forma decisiva las condiciones salariales y laborales de aquel acuerdo.

 

Por su parte, el servicio de estudios de Fedea criticó que el Gobierno pretenda una reducción de la semana laboral en España por ley, cuando debe ser fruto de la negociación colectiva ante el riesgo de efectos indeseados y pérdida de productividad, según un informe publicado este lunes.

 

Fuente: El Mundo CEOE decide protestar ante la Organización Internacional del Trabajo por el “monólogo social” de Yolanda Díaz | Empresas (elmundo.es)

 

11.- UGT DEMANDA A DÍAZ UNA MAYORÍA SÓLIDA EN LAS CORTES QUE APOYE LA REDUCCIÓN DE LA JORNADA LABORAL

Su secretario general, Pepe Álvarez, defiende la necesidad de que la CEOE participe en la mesa de negociación de la medida y exigido a todos los partidos que se posicionen de forma clara respecto a ella.

 

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha demandado al Gobierno que garantice en las Cortes una mayoría suficiente que asegure que la reducción de de jornada a 37,5 horas salga adelante. El sindicalista ha defendido también que en la mesa de negociación de la medida debe participar la patronal para después trasladar un acuerdo al Ministerio de Trabajo, tras lo que ha afirmado que la mayoría del empresariado aboga por un pacto.

 

“Un día escuchamos a Garamendi decir que sí quiere esto, y otro día que no quiere que se reduzca”, ha señalado Álvarez, tras lo que ha afirmado que “CEOE debe jugar menos a política y la política debe jugar menos a CEOE”, y ha pedido a los partidos que digan de forma clara si quieren que se reduzca.

 

Álvarez, que se ha reunido este lunes en Valencia con la dirección de PowerCo, del grupo Volkswagen, para conocer el estado del proyecto para la gigafactoría de baterias para vehículos eléctricos de Sagunto, ha señalado que se están “dejando las cejas” en la negociación de la reducción de la jornada, que tiene “muchas dificultades” porque CEOE mira “con el rabillo del ojo a ver si hay suerte y la legislatura concluye antes”.

 

Ante la reunión convocada para esta tarde entre el Ministerio de Trabajo y la patronal y los sindicatos para avanzar en la reducción de la jornada laboral cuando se cumple el plazo de siete días que dio el Gobierno a CEOE y Cepyme para que lleven su propuesta a la mesa de diálogo, Álvarez ha manifestado que se mantiene firmes en la necesidad de acuerdo, aunque hay sectores que no lo están.

 

Ha citado la hostelería, el comercio, la logística y la agricultura para declarar que se puede hacer y sería bueno que fuera con el concurso de los empresarios, y además hay “muchas” asociaciones empresariales que quieren que se produzca la negociación con CEOE, por lo que esta “debería estar a la altura y decir” en qué condiciones de flexibilidad negociaría.

 

“Un día escuchamos a Garamendi decir que sí quiere esto, y otro día que no quiere que se reduzca”, ha señalado Álvarez, para añadir que debería garantizarse en las Cortes que haya una mayoría suficiente para que la reducción de jornada salga adelante. Según sus palabras, “CEOE debe jugar menos a política y la política debe jugar menos a CEOE”, y ha pedido a los partidos que digan de forma clara si quieren que se reduzca.

 

También se ha pronunciado sobre las horas extra para decir que el 20 de julio darán a conocer la resolución del Comité de Derechos Sociales de la UE sobre la denuncia que presentó el sindicato por considerar que España no respeta la Carta Social Europea en cuanto el importe de pago de las horas, el pago en B o el no pago y las horas declaradas, que no llegan a la mitad de las realizadas.

 

Fuente: 20 minutos UGT demanda a Díaz una mayoría sólida en las Cortes que apoye la reducción de la jornada laboral (20minutos.es)

 

12.- LA JORNADA LABORAL DE DÍAZ CHOCA CON PNV Y JUNTS

Y LA MINISTRA YA PIENSA EN CULPAR AL PSOE

Sumar admite que necesitan escenificar su acción legislativa para frenar el crecimiento de Podemos

 

La jornada laboral de Díaz choca con PNV y Junts y la ministra ya piensa en culpar

Mucho ruido y pocas nueces. El proyecto estrella de Yolanda Díaz para la actual legislatura, que se centra en la propuesta de reducción de la jornada laboral, revela cierta improvisación y algunas incógnitas que pueden impedir que llegue a buen puerto. Incluso desde el frente sindical, algunos apuntan a un «bluf» de la responsable de Trabajo, que estaría más interesada en ofrecer a su electorado una imagen de un departamento enfocado en sacar adelante una reforma histórica para los trabajadores, aunque pueda chocar con vetos cruzados tanto de la patronal como de algunos partidos en el Congreso, sobre todo PNV y Junts.

 

El problema que tiene Díaz, admiten desde su espacio político, es que Podemos está recuperando terreno. Los morados han obtenido un buen resultado en las últimas elecciones europeas, y ahora están dando la espalda al debate sobre la reunificación, que como publicó este diario, ha empezado a alentarse en el espacio de Sumar. «Podemos está avanzando a costa de Sumar, así que Yolanda necesita hacer un poco de izquierdismo, y que llegue a acuerdos con los sindicatos y no con la patronal le da prestigio», comentan desde su sector para referirse a la reducción de la jornada laboral. Y añaden: «Pero la medida tendrá que ser revalidada por el Congreso y es difícil que vaya a salir». La pregunta entonces sería: ¿por qué centrarse en una medida de este tipo si las probabilidades de que salgan adelante son escasas, y eso puede afectar al liderazgo de una política ya debilitada? Las fuentes consultadas insisten en la necesidad de Díaz de afianzarse en su sector, abordando una política de carácter electoralista. Y que si fracasa, Sumar acusará al PSOE de escasa colaboración, al igual que ocurrió con el decreto que Díaz perdió en enero. «Le echará el muerto al PSOE», comentan las fuentes consultadas.

 

La reducción que Díaz quiere abordar implica rebajar a 37,5 horas a la semana la jornada laboral para 13 millones de trabajadores a partir del próximo año, aunque el plan de la ministra es llegar incluso hasta las 35 horas. De momento, los técnicos del ministerio, sobre todo el secretario de Estado, Joaquín Pérez Rey, han ofrecido a la patronal participar en el debate, con un posible descuento de su planteamiento. Algo parecido a lo que ocurrió con el salario mínimo interprofesional, cuando la negativa de la patronal hizo que el Gobierno avanzara con una subida del 5%, y no del 4%. Esta semana será clave, según avisan desde el ministerio de Trabajo. La patronal, por su parte, cree que los ofrecimientos de Díaz son un simple farol, puesto que ven a la ministra decidida en ir adelante con ellos o sin ellos. Mientras que los ministros socialistas guardan silencio. El responsable de Economía sigue sin pronunciarse sobre una iniciativa que tendrá efecto sobre la productividad. Y ese silencio podrá ser usado por Díaz para acusar al PSOE de inacción, si finalmente todo descarrila en el Congreso. Es allí donde muy probablemente los de Sumar no encuentren el apoyo del PNV y Junts. Mientras que fuentes de este ministerio trasladan en privado también su disconformidad, tal y como adelantó este diario.

 

Las formaciones catalanas y vascas mantienen un estrecho vínculo con el sector empresarial, que ve con malos ojos la reducción de la jornada laboral. Máxime si se aprueba de forma draconiana, sin márgenes ni diferencias en función de los sectores productivos afectados. Aun así, Díaz espera contar con el respaldo de los vascos después de haber concedido al PNV la prevalencia de los convenios autonómicos. Pero queda por ver qué hará Junts, que exigió a Díaz «negociar» la medida con ellos antes de presentarla en el Congreso.

 

Todo ello en un contexto en el que la patronal catalana también está en contra de la medida, y ante incluso la posibilidad de que Podemos acabe votando en contra al calificar la iniciativa de poco ambiciosa. También ERC ha avisado a Díaz de que no la apoyará si no suprime «las horas complementarias», limita el trabajo nocturno y los turnos rotatorios. Todas dudas e incógnitas que revelan la soledad y debilidad de Díaz.

 

Los sindicatos, por su parte, respaldan la reducción de la jornada laboral, pero también tienen dudas. Algunas centrales asumen que un acuerdo global sin especificidades puede ser hasta contraproducente. Y que esto aleja a los empresarios. Esa actitud tan agresiva del ministerio chirría incluso en el frente sindical, que suele pedir a los miembros del Gobierno abordar estos tipos de negociaciones desde la barrera, con cierta neutralidad, para que sean los representantes de los trabajadores quienes se lleven la medalla de la negociación.

 

Díaz está rompiendo este esquema para ganar visibilidad, y aunque los sindicatos se ven obligados a respaldarla, manifiestan en privado su disconformidad. Pero Díaz sigue adelante. Y lo hará, aunque sabe que el Congreso de los Diputados puede tumbar su iniciativa, tal y como ocurrió con el decreto del subsidio del paro en el pasado mes de enero. «Los mismos que hace unos años decían que la reforma laboral y las subidas del SMI destruirían empleo, hoy dicen que la reducción de la jornada laboral hundirá la economía. La vamos a reducir y nos van a volver a dar la razón», declaró Díaz el lunes.

 

Díaz tiene prisa porque no sabe lo que va a pasar de aquí al próximo otoño. Los «nubarrones» de un adelanto electoral siguen sobrevolando la dirección estatal del partido, según aseguran fuentes de este espacio, a la vez que la coalición empieza a colapsar. Y es por eso que Díaz acelera y pretende abordar el asunto antes del verano. Al igual que ocurrió con la reforma laboral (aunque aquella negociación fue muy diferente de la actual), necesita una medida legislativa de efecto para proyectar una imagen de gestión, que sus estrategas creen que ayudó a alcanzar un 12% de votos en 2023. Ahora, los sondeos dibujan una caída de apoyo a Sumar (alrededor del 6%), mientras Podemos se va reforzando. Es por ello que Díaz necesita un revulsivo y lo necesita ahora.

 

Fuente: The Objetive La jornada laboral de Díaz choca con PNV y Junts y la ministra ya piensa en culpar al PSOE (theobjective.com)

2 comentarios en «EL VERGONZOSO CULEBRON EN 12 CAPÍTULOS DE UNA DESNORTADA YOLANDA DIAZ SOBRE LA PROMETIDA REDUCCIÓN DE LA JORNADA LABORAL»

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