EL SEPE SÓLO INTERVIENE EN LA FIRMA DE MENOS DE 2 DE CADA 100 CONTRATOS EN ESPAÑA

En España, a finales del pasado mes de diciembre, había 4.422.569 demandantes de empleo, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Poco más de 2,7 millones, el 61,24% del total, eran parados; y el resto, 1,7 millones, no. El número de asalariados superaba los 17 millones y en el conjunto del año se formalizaron un total de 15.444.205 contratos de trabajo. Son casi tres millones menos que en 2022, porque con la última reforma laboral desaparecieron los contratos por obra y servicio determinado. Por esa razón, el número de contratos temporales, 8,8 millones, marcó registros mínimos al descender un 21% en relación con los firmados el año anterior.

De los cerca de 15,5 millones de contratos formalizados durante 2023, el SEPE intervino directamente en la intermediación del 1,8%, en línea con su participación en los años anteriores.

 

El Servicio Público de Empleo Estatal es de hace ya unos cuantos años un organismo autónomo que se encarga, fundamentalmente, de registrar los datos de las personas que pierden su puesto de trabajo, de gestionar las prestaciones y subsidios que tienen derecho a percibir, pero no en casar oferta y demanda de trabajo, con el fin de que la gente permanezca el menor tiempo posible bajo su amparo económico y reducir así la factura anual que suponen las prestaciones. A cierre de diciembre pasado, el número de beneficiarios de algún tipo de ayuda económica era de 1,836 millones de personas, de las que el 46,6% cobraban una prestación contributiva y el resto, un 53,4%, un subsidio.

 

El Ministerio de Trabajo y Economía Social define la misión del organismo autónomo como la de contribuir al desarrollo de la política de empleo, gestionar el sistema de protección por desempleo y garantizar la información sobre el mercado de trabajo con el fin de conseguir la inserción y permanencia en el mercado laboral de la ciudadanía y la mejora del capital humano de las empresas. Una simple declaración de intenciones sin ninguna repercusión en la realidad del mercado de trabajo

 

El papel del SEPE como intermediario del mercado laboral ha sido siempre muy secundario. En los últimos años, se ha centrado en reducir el tiempo de reconocimiento de las prestaciones y subsidios que solicitan quienes han perdido su puesto de trabajo. Y ahí es donde parece estar su papel protagonista. El tiempo medio se ha reducido a 1,82 días. En 21 provincias se tarda apenas un día; en otras 16 provincias, menos de dos días. Sólo en Almería, con cerca de siete días, y Ciudad Real, con cuatro, se dan las peores ratios.

 

A lo largo de los últimos ejercicios, el SEPE ha intervenido directamente en la contratación de entre 320.000 y 345.000 personas anuales. Son cifras que han representado entre el 1,8% y el 2,1% del conjunto de asalariados. Con los datos del Instituto Nacional de Estadística se observa que en los años previos a la crisis financiera internacional tuvo un papel algo más relevante, aunque no pasara de ser tan testimonial como hoy.

 

Así, en 2007, llegó a intervenir directamente en 543.600 contratos, lo que en su momento supuso el 3,2% del número total de asalariados. En los años 2006 y 2008, rozó el medio millón, con participaciones que llegaron a superar el 3%. Por el contrario, 2013 fue un ejercicio para olvidar. Apenas 277.900 personas consiguieron un empleo con la mediación del SEPE, únicamente el 2% del total. En su descargo vaya que 2013 ha sido el año con más paro en la historia reciente de España: más de 6 millones de desempleados hubo al término del primer trimestre.

 

El número de asalariados que ha sido contratado a través de una empresa de trabajo temporal duplica el intermediado por el SEPE y superará los 650.000 el pasado año, el 3,8% de los asalariados. En los últimos cinco años, con la excepción de 2020, el año de la pandemia, la intermediación de las ETTs se ha mantenido muy estable entre los 640.000 y los 700.000 contratos.

 

El perfil de los contratados con la intermediación de los servicios públicos es mayoritariamente (57%) el de una mujer. En las empresas de trabajo temporal, el mayor número de personas se concentra en la franja de los 45-54 años (la tercera parte del total), seguido de los de más de 55 años, con el 22,7%. Los más jóvenes apenas llegan a representar el 6,3%. En el caso de las ETTs, los más favorecidos son los trabajadores de entre 35 y 44 años (31% del total) y los de entre 25 y 34 años (27%).

 

Fuente: Vozpopuli El SEPE y las ETT sólo intervienen en la firma de seis de cada 100 contratos en España (vozpopuli.com)

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