Un informe de Fedea subraya que entre 2019 y 2024 el paro efectivo solo ha caído en 70.000 personas
El paro efectivo de España apenas se ha llegado a reducir en 70.000 personas entre 2019 y 2024. Un periodo que ha sido analizado por Fedea en un reciente documento que radiografía la evolución de la economía española en relación con la media europea desde la llegada de la pandemia hasta la actualidad.
Dicho estudio también valora las principales medidas económicas y sociales tomadas en los últimos meses por parte del Gobierno para mitigar los efectos de la guerra de Ucrania, a propósito de los precios de bienes y servicios.
Esta valoración parte de antemano de una evolución del empleo que ha sido «positiva» durante el ejercicio observado. De hecho -subraya la institución que dirige Ángel de la Fuente-, «al cierre del año todos los indicadores de ocupación, incluyendo las horas trabajadas, se situaban ya claramente por encima de sus niveles prepandemia».
Sin embargo, los datos de los trabajadores con contratos fijos discontinuos exigen una cierta prudencia en la interpretación de la evolución del desempleo. Así, mientras que el paro registrado se reduce en 600.000 efectivos entre diciembre de 2019 y diciembre de 2024, el paro efectivo (en el que se incluyen los trabajadores con contrato fijo discontinuo que se han inscrito en el SEPE como demandantes de empleo) solo cae en unas 70.000 personas. Cifras que también comparte para THE OBJECTIVE la Unión Sindical Obrera, USO.
Evolución de varios datos laborles, recogidos en el último Boletín de Fedea. Fuente: Fedea.
*El paro efectivo se calcula sumando al paro registrado los demandantes de empleo no parados que mantienen una relación laboral. Este último grupo incluye a los afectados por Ertes, los fijos discontinuos que no están trabajando y los perceptores de prestaciones por desempleo que participan en trabajos de colaboración social para las administraciones públicas.
El reto laboral de España
En opinión de Fedea, esta situación se produce porque, a diferencia de los temporales, los fijos discontinuos no se contabilizan como parados, aunque no estén trabajando en el momento de la toma de datos, incluso aunque estén cobrando prestaciones por desempleo. Y aunque esto siempre se ha hecho así, lo que ocurre ahora -señala el estudio- es que el número de contratos de este tipo se ha disparado tras la reforma, generando por tanto una distorsión creciente en la serie de paro registrado.
Además -advierte la Fundación de Estudios de Economía Aplicada- «el buen desempeño relativo de nuestro país en años recientes debería verse con una cierta precaución, como un fenómeno posiblemente coyuntural, debido en buena parte al efecto de fuertes vientos de cola en España y del mayor impacto de la crisis de Ucrania en otras partes de Europa, y no necesariamente como el fruto de un cambio estructural que marque una ruptura de la tendencia de medio plazo hacia la pérdida de renta relativa con respecto al promedio de la OCDE iniciada en torno al año 2000».
Entre esos vientos de cola -explica el último Boletín de Fedea- están el buen comportamiento del turismo, que debe mucho a factores exógenos; el fuerte influjo de fondos europeos, el rápido crecimiento de la población como resultado de fuertes influjos migratorios y la relativa lejanía de Rusia y Ucrania. «Pero de cara a un futuro próximo, que se prevé turbulento por el radical giro en la política comercial y de defensa americana que ha introducido la administración Trump, mantener el buen desempeño de la economía española será un reto complicado».
El repunte de la economía
También en materia macroeconómica, Fedea constata que en 2024 se ha registrado un repunte del crecimiento tras la desaceleración del año anterior. La economía ha ha mantenido el diferencial positivo de crecimiento con la media europea del que ha gozado en los últimos años, recuperando así parte del terreno perdido con respecto a sus vecinos durante la pandemia.
Si tomamos el conjunto del período entre 2019 y 2024, el PIB español ha aumentado un 6,9% en términos reales, ligeramente por encima de la media de la UE. Por su parte, el PIB per cápita real ha crecido un 3,2%, lo que nos sitúa en la parte inferior de la distribución, aunque por delante de Francia y Alemania.
Sin embargo -indica esta institución creada en 1985 por Luis Ángel Rojo, director en aquel momento del Servicio de Estudios del Banco de España-, si nos ceñimos a 2024, España se sitúa claramente por encima de la media en términos de ambos indicadores, en el tercer puesto (detrás de Croacia y Dinamarca) por crecimiento del PIB total (el 3,2%) y, en el sexto (detrás también de Polonia, Bulgaria y Grecia), si consideramos el crecimiento del PIB per cápita (el 2,3%).
Fuente: El paro efectivo en España apenas se redujo en 70.000 personas
