De nada sirve tener una caja B que se incrementa en 3.000 o 4.000 millones en cada ejercicio, cuando el déficit anual es 20 ó 25 veces más elevado.
La garantía de la sostenibilidad del sistema de Seguridad Social es evidente. Gracias a las medidas adoptadas, el Fondo de Reserva acumula hoy un importe que hace unos años era impensable. Ha superado los 9.376 millones de euros en 2024″, Borja Suárez, secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones.
«Los pensionistas de hoy y también los de mañana pueden estar tranquilos. Somos conscientes del reto que supone la demografía y estamos preparados. Las sucesivas reformas que se han llevado a cabo en el sistema de pensiones van en la buena dirección, como demuestran los resultados», Elma Saiz, ministra de Seguridad Social.
La semana pasada se reunió el Comité de Gestión del Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Y todo fueron felicitaciones. Este Fondo (la conocida popularmente como «hucha de las pensiones») terminó 2024 con 9.376,7 millones de euros, «el nivel más alto desde 2017». En los últimos doces meses, las aportaciones han supuesto casi 3.800 millones. Y claro, suena a muchísimo. Casi 10.000 millones. No es extraño que la ministra o su secretario de Estado parezcan contentos.
Además, esta reunión casi coincidió, apenas hubo unas horas de diferencia, con la publicación de una entrevista a Elma Saiz en Expansión en la que la ministra acusaba a los críticos de «negacionistas», a los que decía combatir «con datos».
Y sí, parece buena idea aportar cifras a un debate tan caliente. Quizás por eso, esta semana numerosos artículos se han hecho eco del resumen más preciso sobre estos temas que se publica en nuestro país. El autor es Ángel de la Fuente, director de Fedea, y se titula: «Las cuentas de la Seguridad Social. Ampliada. Series 2005-2023«; también incluye una actualización con la proyección para 2024 (y usa las cifras de noviembre, así que parece una estimación bastante cercana a la que veremos cuando se cierren las cuentas). Ver https://www.libremercado.com/2023-09-17/domingo-soriano-la-unica-verdad-realmente-importante-sobre-las-pensiones-7049387/
Como resumen didáctico las cifras reales de la Seguridad Social en los últimos 20 años:
Como vemos, tanto los ingresos como los gastos se han incrementado en este período. Pero los segundos lo han hecho mucho más: de 107.306 millones en 2005, a los 242.253 millones que Fedea prevé para 2024 (y la cifra final no andará muy lejos de ahí). Es un 126% de incremento. En términos nominales, nos gastamos más del doble en pensiones que en 2005. Mientras, los ingresos han pasado de 116.620 millones a 176.046 millones: es decir, una subida del 51%. De esta manera, lo que era un superávit de más de 9.000 millones, se convierte en un déficit de más de 66.000.
El maquillaje
Pero casi nunca vemos estas cifras en las noticias. Porque políticamente son complicadas de manejar. Así que lo que se hace es maquillarlas. Y lo hacen todos los gobiernos. ¿Cómo? De muchas formas. Sacan las clases pasivas del gasto de la Seguridad Social. O incluyen las transferencias que llegan desde los Presupuestos Generales junto al resto de ingresos, casi como si fueran lo mismo que las cotizaciones. Por eso, De la Fuente habla de «Seguridad Social ampliada», para incluir todos los gastos e ingresos relacionados con jubilación, dependencia, incapacidad… a los que se ha comprometido el Estado.
Otro truco habitual consiste en dejar fuera las prestaciones no contributivas. Porque, se dice, son política social, no parte del sistema de la Seguridad Social. Esto en sí mismo sería discutible, pero todavía lo es más cuando sí se incluyen los ingresos no contributivos en la cuenta: por ejemplo, el Impuesto de la Seguridad Social (ISS en la tabla), que es la diferencia entre la cuota que pagan los trabajadores que más ganan y las pensiones máximas. Como las prestaciones máximas están topadas, hay muchos trabajadores (cada vez más) que pierden parte de lo que aportan, porque no genera derechos a pensión futura. Esta impuesto no oficial es muy relevante y no es contributivo, pero nadie habla del mismo. Igualmente, podríamos citar los otros dos impuestos creados en la última reforma fiscal de José Luis Escrivá: el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) y la Cuota de Solidaridad. Sus ingresos sí se tienen en cuenta como parte del sistema de la Seguridad Social, cuando no son prestaciones contributivas, sino impuestos.
En cualquier caso, estas discusiones técnico-presupuestarias son de menor relevancia. Lo importante es:
- ¿Cuánto ingresa el Estado cada año vía cotizaciones, ya sean cotizaciones puras o impuestos disfrazados de cotizaciones?: pues 176.046 millones. Aquí incluimos también lo que cobra la Seguridad Social por tasas o por el aprovechamiento de sus activos inmobiliarios (esa esa categoría de «Otros Ingresos» que asciende a casi 1.800 millones).
- ¿A qué gastos se ha comprometido el Estado en concepto de jubilación, incapacidad, etc?: 242.253 millones. Y aquí también incluimos el resto de gastos de funcionamiento de la Seguridad ocia, que ascienden a 2.307 millones.
La diferencia es de 66.207 millones. Eso hay que cubrirlo, lo incluyamos en la partida del presupuesto que queramos. Ni salario diferido, ni sistema, ni gaitas. Esto hay que pagarlo de alguna manera. Por eso decimos que la discusión sobre si es o no parte de la Seguridad Social o si la transferencia del Estado hay que contabilizarla como déficit de este organismo es poco útil. En realidad, toda la diferencia la cubre el Estado con impuestos. Vemos que el déficit real es de 66.000 millones, pero la transferencia directa es de poco más de 54.000 millones: el resto es deuda que emite el Estado y que asume la Seguridad Social. Otra ficción contable sin demasiado recorrido práctico.
¿Y «la hucha»?
Aquí aparece la otra imagen de la que hablábamos al comienzo del artículo: la de la hucha. Que nuestra ministra y secretario de Estado aseguran que es la que nos da certidumbre y confianza hacia el futuro. Pues bien, ahora repasemos las cifras:
- Déficit real de este año: 66.207 millones
- Déficit real con el que cerraremos 2025: posiblemente, por encima de los 70.000 millones
- Total acumulado en el Fondo de Reserva: 9.376 millones
- Incremento previsto para 2025 del Fondo de Reserva: unos 4.400 millones de euros
Es decir, si comparamos el total del fondo de reserva (menos de 10.000 millones) con los déficits reales acumulados en los últimos años, vemos que la hucha apenas cubre nada. Es cierto que esos déficits no se contabilizan porque el Estado los paga (vía transferencias) año a año. Pero imaginemos que los sumásemos, que sería lo más preciso: 66.000 este año, 60.000 el pasado, 70.000 el que viene…
Si lo miramos año a año, la comparación sería entre esos 3.000-4.000 millones que acumula la hucha frente al agujero anual de más de 66.000 millones.
Por eso, como reconoció en un momento de cierto enfado el ministro Cristóbal Montoro, la hucha no es garantía de nada. Esto no es una opinión, es matemáticas. Si las pensiones no bajan es porque los contribuyentes españoles pagan otros impuestos con los que cerrar ese agujero de 66.000 millones. O porque los políticos han decidido recortar otras partidas del Presupuesto para darle prioridad a este asunto. Ni más ni menos. ¿»Negacionismo»? Se nos ocurren pocas evidencias más claras que ésta. Por el contrario, decir que con un acumulado de 9.300 millones garantizas un gasto anual de más de 240.000 millones; o que un fondo que crece en 4.000 millones al año es suficiente para tapar un déficit que ya roza los 70.000 millones sí parece más al límite de la veracidad.
Y eso sin entrar en la discusión sobre si tiene sentido que, teniendo un déficit tan elevado se mantenga una hucha aparte en una caja B. ¿Por qué no reducir el déficit y olvidarse de esa otra cuenta? Tampoco para eso suelen darnos respuesta nuestros políticos. Están muy ocupados recordando a los pensionistas que pueden estar tranquilos, en la hucha hay 10.000 millones. No llega ni para una mensualidad… pero la imagen es tan cercana y familiar: hablamos de una «hucha», quizás hasta tenga forma de cerdito.
Interesará: Pablo Iglesias llama «ultraderechistas» a los que alertan de la insostenibilidad de las pensiones
https://www.libremercado.com/2025-02-01/pablo-iglesias-llama-ultraderechistas-a-los-que-alertan-de-la-insostenibilidad-de-las-pensiones-7213929/