EL GASTO EN PENSIONES DE JUBILACIÓN EUROPA

En todos los países, excepto Alemania e Irlanda, la prestación social con mayor proporción de gasto es la jubilación y en 2017, para el conjunto de la UE-15 se destina un 11,1% del PIB, si bien la diferencia entre países es importante. Grecia e Italia son los países que presentan el mayor gasto con un 13,6% del PIB, le siguen Finlandia (12,8%), Francia y Austria (12,7%), y Suecia (12,4 %), en tanto que Italia ostenta la mayor proporción de personas mayores de la UE. En el extremo opuesto se encuentra Irlanda, con la población más joven de la UE, su gasto es tan sólo del 4,6% del PIB. España, con un nivel medio de envejecimiento respecto al resto de países de la UE, destina el 9,6% del PIB.

En la tabla adjunta se resumen las variables del gasto en pensiones de los vejez de los “cuatro grandes” se la UE-15. Se indican el número de años cotizados necesarios para alcanzar la cuantía máxima, la edad de jubilación, la tasa neta de sustitución (la relación entre la pensión neta percibida y el último salario neto) y la tasa agregada de reemplazo (ratio de la mediana de las pensiones brutas del grupo de 65 a 74 años en relación con la mediana de los ingresos brutos de los trabajadores de 50 a 59 años) También se hace referencia a la proporción existente entre la población mayor de 65 años y la población total, así como a las tasas de empleo.

En algunos países, Alemania por ejemplo, no existe el concepto de pensión máxima. En Suecia y Dinamarca la concesión de la pensión está basada en distintos períodos de residencia. Para un número importante de países de la UE-15, el período de cotización está establecido en 40 o más años, necesarios para acreditar el derecho a la pensión máxima. El número de años cotizados requeridos para tener derecho a la pensión completa presenta importantes diferencias entre países, requiriéndose en España 36 años cotizados para alcanzar el 100% de la prestación (2021), pero existe un período transitorio hasta 2027, en que aumentará de forma progresiva el tiempo cotizado exigido.

La edad legal de jubilación se ha producido una tendencia a la equiparación de la edad entre hombres y mujeres. La jubilación, en la mayoría de los casos, estaba fijada en 65 años, pero con las reformas que se están llevando a cabo se pretende aumentar hasta los 67 años o más con períodos transitorios de aumento.

La tasa de sustitución es más elevada en las pensiones de menor cuantía, que se corresponden con salarios más bajos, lo que pone de manifiesto los elementos de solidaridad y redistribución que caracterizan a los sistemas de previsión social. España ofrece una de las tasas netas de sustitución más altas (96,8% en el año 2016), por lo que la pensión de Seguridad Social obtenida a los 65 años (con 36 años cotizados en 2021) cubre prácticamente la última base de cotización. La tasa agregada de reemplazo es en España el 70% en 2018, cifra que supera la media de la UE-15..

El gasto en jubilaciones está, evidentemente, relacionado directamente con la proporción de personas mayores. En España la proporción de mayores de 65 años es del 19,4%. Entre los países de la UE-15 que presentan un mayor envejecimiento están Italia y Alemania.

Otro dato importante es la tasa de empleo, directamente relacionado con los cotizantes de cada momento y por tanto con el colectivo de personas que generan derechos de pensión. España tiene una tasa de empleo, en el tramo de edad de 15 a 64 años, del 63,3% frente al 69,4% de media de la UE-15, en el año 2019. Algunos países muestran una tasa de empleo superior al 75% como Holanda, Suecia y Alemania. El objetivo fundamental para contribuir a la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones es conseguir un alto nivel de empleo. En nuestro país es necesario incrementar dicho nivel, especialmente en los colectivos de mayores, mujeres y trabajadores discapacitados.

Según los últimos datos disponibles ofrecidos por Eurostat, hasta el año 2010, la tendencia es retrasar la edad a la que se accede a la jubilación que pasa, en la UE-15, de 60,3 años en 2001 a 61,7 en 2010, España experimentó un incremento en la edad de abandono del mercado laboral, pasando de los 60,3 años en 2001 a 62,3 en 2010

La duración media de la vida laboral se está incrementando en los últimos años. Los de mayor aumento son Holanda, Alemania, Luxemburgo y Austria, que en el período 2000-2019 han aumentado en 3,5 años o más la duración de la vida laboral, los que menos han variado Bélgica, Grecia, Portugal y Dinamarca. Los países con vidas laborales más amplias en 2019 son Suecia, Holanda y Dinamarca, cuya vida laboral media es de 40 o más años.

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