La medida estrella del pacto presupuestario PSOE-Podemos, la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta 900 euros todavía no está cerrada, entre otras cuestiones, porque las negociaciones con los autónomos a cuenta de su sistema de cotizaciones irrumpen de lleno en la elaboración de la norma que deberá regularlo.
Para evitar que el mayor incremento del salario mínimo de los últimos 40 años, del 22%, se traduzca directamente en un aumento de la base mínima de cotización de los autónomos en esa misma proporción, tal y como establece la ley de manera automática, el real decreto del SMI para 2019 deberá incluir una disposición transitoria que impida esa relación directa. Siempre y cuando, claro, el Gobierno quiera tener contentos a 3,2 millones de autónomos en año electoral.