La cotización máxima a la Seguridad Social comenzará el año congelada

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La subida de las cuotas que pagan el millón y medio de trabajadores que más ingresan queda pendiente del nuevo Gobierno

Ni subida de pensiones, ni del salario mínimo ni tampoco de las bases de cotización a la Seguridad Social, que iniciarán enero congeladas a la espera de la decisión que tome el nuevo Gobierno. «Parece muy improbable» que el nuevo año comience con alguna de estas tres medidas que afectan de forma directa a millones de jubilados y trabajadores, reconocen a este periódico fuentes del Ministerio de Trabajo, que apuntan que no hay tiempo material para poder aprobarlas.

Pese a que admiten que está todo preparado en caso de que haya que actuar en el último momento» para subir las pensiones ese 0,9% comprometido por Pedro Sánchez, no lo ven «muy factible por tiempos puros y duros». Si finalmente la investidura saliera adelante antes de final de año, no hay margen de maniobra, por lo que los casi nueve millones de jubilados tendrán que conformarse con una subida retroactiva, algo que sí garantizan desde el departamento de Magdalena Valerio.

Pero al igual que no subirán las pensiones ni el salario mínimo, la base máxima de cotización, que es otra decisión que suele tomar el Gobierno antes de que termine el año, se mantendrá invariable el 1 de enero. Y, en este caso, no se puede modificar a posteriori con carácter retroactivo, según explican desde el Ministerio, que avanzan que todavía no tienen nada acordado.

El incremento de la base máxima afectará a casi 1,5 millones de trabajadores -según cálculos del Ministerio, aunque CEOE habla de un millón- que tienen unos ingresos superiores a los 48.840 euros al año, la remuneración máxima por la que se debe pagar a la Seguridad Social, de modo que quien gana más no debe cotizar por ello ni tampoco se le aumenta la pensión. El perfil de este cotizante es el de un hombre, de mediana edad y con estudios universitarios, que trabaja mayoritariamente para grandes empresas del sector servicios con un contrato indefinido a jornada completa y desempeña un puesto directivo, según un estudio de CC OO.

Normalmente el aumento de las bases de cotización a la Seguridad Social va en función del salario mínimo y de las pensiones; es decir, la base mínima aumenta lo que se eleva la renta más baja de ese año, algo que está fijado por ley, y la base máxima suele ir en sintonía con la subida de las pensiones. Pero no fue así este año, cuando la nómina de los jubilados se revalorizó un 1,6% mientras que la base máxima se disparó un 7%; es decir, que multiplicó por cuatro y con creces el alza de las pensiones, algo que no había sucedido nunca en los últimos tiempos. Así, se trata del mayor incremento de al menos las tres últimas décadas, que supuso 267 euros más al mes hasta situarse en los 4.070,10 euros.

Una brecha de 11.600 euros

Desde 1995 la cotización se ha ido elevando de forma muy progresiva y nunca ha supuesto un aumento de la cuota mensual superior a 100 euros. Así, si se compara con la evolución que ha experimentado en la última década, la subida ha oscilado entre el 0,25% de 2015 y el 5% de 2013

En cualquier caso, cabe resaltar que el avance de la base máxima en la última década se sitúa en el 28,5%, con lo que cuadruplica también el que ha experimentado la pensión máxima, que se ha elevado desde 2009 un 6,9%. De esta forma, la brecha entre lo que ingresan los jubilados mejor remunerados y lo que han cotizado se hace cada vez mayor.

En la actualidad, la prestación máxima se sitúa en los 2.659,4 euros al mes, repartido en 14 pagas, por lo que los ingresos anuales de estos pensionistas ascienden a 37.231,6 euros al año. Para conseguir esta jubilación, el trabajador tendrá que haber cotizado un total de 36 años y nueve meses y haber pagado el máximo a la Seguridad Social durante los últimos 22 años de su carrera.

Esto significa que están cotizando por unos ingresos superiores a los 48.840 euros, pero luego reciben cuando se jubilan poco más de 37.200 euros. Así, están pagando 11.610 euros más cada año al sistema que lo que luego éste les devuelve (en términos estrictamente anuales, porque el cómputo global depende de cuánto tiempo cobre una pensión), una cuantía muy superior a la que se daba hace una década. En 2008 esta brecha se reducía hasta los 3.374 euros, es decir, los trabajadores cotizaban un 28% más de la pensión que luego recibían, mientras que en la actualidad esa brecha se dispara hasta más del 45%.

NOTA de laboralpensiones: Este último apartado tiene una redacción confusa que puede llevar al equívoco. Una base de cotización de 4.070,10 € mensuales (12 cuotas al año) con una cuota del 28,30 % (23,60 % a cargo de la empresa y el 4,70% a cargo directo del trabajador) son 13.822 € anuales (4.070,10 x 0,283 x12). Las bases de cotización ( y no las cuotas) son las que determinan las Bases Reguladoras de las diferentes prestaciones de la SS.

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