La prestación por desempleo necesita una reforma íntegra, para que proteja a quien de verdad lo necesite y se refuerce en cantidad y en calidad. El Estado acumula más de una veintena de prestaciones asistenciales, de alrededor de 430 euros al mes cada una, para parados que han agotado el seguro por desempleo o que no tienen derecho a él.
El sistema de prestación por desempleo evolucionó en los últimos años hacia “reducir la capacidad de protección del sistema y a incrementar sus medidas de control”. El mayor de los recortes, tal vez, se produjo al subir de 52 a 55 años la edad para empezar a percibir este subsidio al tiempo que se decidió tener en cuenta los ingresos obtenidos por toda la unidad familiar (no solo los del desempleado) para endurecer el acceso a la prestación. Esta última cuestión fue declarada inconstitucional en julio pasado.
Los subsidios por desempleo, que en la actualidad cobran casi un millón de parados, constituyen una prestación prevista para desocupados que hayan agotado la prestación contributiva o que no hayan cotizado lo suficiente (365 días) para haberla solicitado. También está previsto para personas que regresan a España tras haber trabajado en determinados países, para quienes han salido de prisión tras haber cumplido una pena o para trabajadores del campo de Andalucía o Extremadura.
La veintena de subsidios incluye también prestaciones para mayores de 55 años o la renta activa de inserción (RAI), entre otras, además del subsidio extraordinario por desempleo (SED), la prestación de 431 euros que desde julio pasado sustituye a los programas Prepara y PAE.
La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, ultima un decreto para prorrogar la vigencia del actual subsidio extraordinario de empleo (SED) de 430 euros para parados de larga duración, según han confirmado fuentes del diálogo social. Sin un decreto de prórroga, el SED quedaría extinguido el 4 de enero, seis meses después de su entrada en vigor (el 5 de julio) ya que la tasa de paro ya no supera el 15% de la población activa, que es la condición que fijó el Gobierno del PP para la vigencia de esta ayuda.
El subsidio extraordinario de empleo (SED) encarna el último recorte en prestaciones por desempleo de la ‘era Rajoy’. Sustituyó al Plan Prepara (para parados de larga duración o con cargas familiares) y al Programa de Activación para el Empleo (PAE) con el objetivo de recortar la duración de la prestación de 430 años y ponerle fecha de caducidad, a partir del momento en que la tasa de paro se sitúe por debajo del 15%
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