Los ayuntamientos rechazan planes de empleo millonarios por el alza del SMI

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El Gobierno insiste en que la subida del salario mínimo hasta 900 euros no está teniendo impacto en el empleo, pese a que organismos como el Banco de España, el BBVA y organizaciones de autónomos como ATA insisten en el fuerte impacto

El Gobierno insiste en que la subida del salario mínimo hasta 900 euros no está teniendo impacto en el empleo, pese a que organismos como el Banco de España, el BBVA y organizaciones de autónomos como ATA insisten en el fuerte impacto que está teniendo y tendrá en la ocupación. Ahora son los ayuntamientos los que reconocen que el alza supone un obstáculo para buscar empleo a los desempleados.

El incremento del 22,3% impuesta por Pablo Iglesias a Pedro Sánchez y aprobada el pasado diciembre está teniendo también su impacto en las políticas de empleo que aplican los ayuntamientos. La imposibilidad de hacer frente al extra que supone subir el sueldo a los beneficiarios está provocando que varios gobiernos locales estén renunciando a ayudas millonarias. Son, por ahora, los casos de Jerez de la Frontera, Sevilla, gobernadas por el PSOE, y Málaga, en manos del PP.

El nexo que une a las tres administraciones es que forman parte de una comunidad que mantiene el récord de mayor número de parados. De los 3.354.200 parados que tiene España, 829.500 son andaluces, según refleja la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre.

Además de tener el mayor número de parados esta región cuenta con la mayor proporción de empleos poco cualificados, de jóvenes y de trabajadores de sectores con salarios bajos, por lo que la subida del SMI va a tener mayor impacto en esta comunidad que en el resto de España. Ello sin tener en cuenta que una desaceleración económica termine expulsando trabajadores del mercado de trabajo.

El Ayuntamiento de Jerez ya ha anunciado que devolverá algo más de la mitad de los fondos que ha recibido de la Junta de Andalucía para el desarrollo de los planes de empleo de este año, unos 5,3 millones de los 10,1 millones asignados inicialmente. Esto provocará que no pueda contratar a los 798 desempleados previstos inicialmente sino a 551.

El consistorio ha esgrimido que no tiene recursos económicos para afrontar toda la parte que le corresponde asumir para el desarrollo de estos programas, unos 900.000 euros. La obligatoriedad de aplicar la subida del salario mínimo aprobada en diciembre ha provocado que el aumento del gasto en estos programas de inserción laboral a desempleados, lo que no estaba previsto en los fondos asignados por la Administración andaluza, entonces presidida por Susana Díaz. Ese desfase, por tanto, está teniendo que ser asumido por los consistorios.

Los gobiernos locales de Andalucía están a la espera de que la Administracion que dirige Juanma Moreno muevan ficha, teniendo en cuenta que la consejera de Empleo, Rocío Blanco, garantizó a los ayuntamientos andaluces la continuidad y el normal desarrollo de la actual edición de los planes de empleo, tras el alza del SMI, que afecta, especialmente, a uno de los cuatro grupos de cotización de los trabajadores que van a ser contratados en estos proyectos por los ayuntamientos.

Desde la Junta se ha insistido en que la actual convocatoria de esta iniciativa se encontraba prácticamente resuelta cuando el nuevo Gobierno tomó posesión, el pasado mes de enero. Sin embargo, critican al anterior ejecutivo de Susana Díaz por entender que no resolvió, en tiempo y forma, los efectos de esta subida en los incentivos. Dicen que modificó la normativa reguladora de estos planes el pasado enero, cuando el incremento del SMI era un hecho consumado, sin contemplar actualización alguna en estas cantidades.

Impacto en el empleo

La subida del salario mínimo y el aumento de los impuestos al empleo son barreras que han encarecido la contratación y se traducirán este año en que la economía española requerirá de un mayor crecimiento de la actividad para poder crear puestos de trabajo, a diferencia de lo que venía ocurriendo en los últimos años. Los datos de afiliación, el termómetro más fiable para medir el empleo, reflejaron esta semana una clara desaceleración. La creación de empleo creció a su menor ritmo para un mes de junio desde 2014 mientras que la contratación estable, la que se refleja la confianza de los empresarios en el futuro, sigue en caída libre. En el último año han caído casi un 9%.

La literatura económica no es clara respecto al impacto que puede tener en el mercado de trabajo el alza del SMI, pero en España hay coincidencia en que el efecto sobre el empleo es negativo. También lo creen Bruselas y organismos internacionales como el FMI e incluso la propia Seguridad Social. El secretario de Estado, Octavio Granado, reconoció que pueden existir empresarios que tengan «la tentación de contratar en vez de a 20 trabajadores a 18. No tiene sentido que lo neguemos», aseguró.

El Banco de España ha sido el más crítico con unos pronósticos que prevén la destrucción de 125.000 puestos de trabajo, estimación que provocó duras críticas por parte de la secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, que acusó al gobernador, Pablo Hernández de Cos, de provocar alarma social y de falta de rigurosidad, por lo que le exigió que pidiera perdón.

Desde el BBVA Research llegó también otra de las cuantificaciones de pérdida de empleo. Calculó que el impacto negativo hasta 2020 podría oscilar entre los 75.000 empleos y los 195.000. Dijo que la economía ya dejó de crear 20.000 puestos de trabajo en el primer trimestre del año.

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