La lentitud del SEPE anticipa un nuevo caos de impagos en las prestaciones

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Las citas en las oficinas del paro están concediéndose ya para el mes de enero

Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) han sido el balón de oxígeno para miles de empresas durante lo peor de la pandemia. Son ya más de siete meses de despidos temporales, que alcanzaron su pico durante el confinamiento con más de 3,4 millones de trabajadores en esta situación. Desde entonces se han logrado reincorporar una cantidad amplia de ellos pero todavía muchos permanecen «hibernados»… y se espera que la cifra aumente a corto plazo. Con el intrínseco colapso recurrente del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

La última negociación para extender los ERTE fue dramática. Choques entre agentes sociales y Gobierno, y con acuerdo final, aunque con distintas bonificaciones. «Se han convertido en la nueva normalidad», indican fuentes empresariales.

Ahora las reglas han cambiado, no así el golpe económico sobre las empresas debido a los rebrotes de los dos últimos meses. Las compañías se están lanzando de nuevo, en ciertas zonas, a tramitar ERTE para sus trabajadores. «Queremos ser optimistas, pero se están volviendo a hacer ERTE. Ya están repuntando y me temo que hasta finales de año se van a seguir incrementando», indica Ricardo Gabaldón, presidente del Consejo General de Graduados Sociales. Esta misma fuente no duda en señalar que algunas de las zonas críticas son y serán la Comunidad de Madrid y Cataluña, a la vista de las restricciones impuestas. En la primera con el estado de alarma y en la segunda a raíz del cierre de la hostelería. Es inevitable, a su juicio, que ahora lleguen nuevos expedientes al SEPE.

Según cifras desveladas recientemente por el Ministerio de Trabajo, la semana pasada quedaban todavía 662.000 empleados bajo el paraguas de estos despidos temporales. El ritmo de reducción se ha frenado sobremanera los últimos meses. Fuentes empresariales señalan que muchos de ellos ya no podrán volver a su puesto de trabajo a causa de la crisis, ligados en la mayoría de casos a sectores vinculados al turismo.

Entre las nuevas tramitaciones por el nuevo formato de ERTE y las restricciones en ciertos territorios que desembocarán en más expedientes, el colapso está servido en el SEPE. Fernando Santiago, presidente del Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos de España, explica que «los funcionarios no van a ser capaces de atender toda esta situación. Y otra vez estaremos colapsados, aparte de que el SEPE no se dedica solo a los ERTE. No serán cuatro meses de colapso, pero sí mes y medio». Entonces, los retrasos en los pagos estarán servidos, aunque la banca ayuda en este sentido al adelantar las prestaciones.

Asimismo, el SEPE también tramita las prestaciones por desempleo. Y en esto ya van muy retrasados en las inscripciones y, por tanto, en los pagos. Según ha podido saber ABC, se está dando cita ya para enero y meses posteriores. «Si te quedas ahora sin trabajo y no puedes apuntarte al paro hasta dentro de cuatro meses, ni engordas las listas ni cobras a tiempo», detalla Santiago. De nuevo los damnificados son los trabajadores, sabiendo, además, que de los antiguos ERTE todavía quedaban alrededor de 100.000 personas por cobrar.

Esa cifra de personas que permanecen en el limbo del SEPE por diferentes razones, si continúan «hibernados» bajo esta figura, deberían entrar ya a cobrar bajo la nueva modalidad de ERTE cuando su empresa realice de nuevo los trámites. El problema radica en qué pasará con los meses anteriores que no hayan cobrado. Será ahí donde, dicen las fuentes consultadas, el perjudicado deberá pelearse con la Administración.

Aun así, la gran preocupación a medio plazo está en los ERE. Gabaldón expone que ese es el principal temor a nivel laboral de cara a 2021. «Habrá muchas empresas que no puedan aguantar. Esto se está alargando demasiado», concluye.

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