El VI Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) firmado hace casi un año entre los sindicatos y la patronal ya está dando sus frutos. Sindicatos y patronal acordaron una subida fija “de en torno a un 2%” anual hasta 2020 y los convenios de 2019 ya están por encima de esa cuantía. En concreto, los convenios colectivos firmados en enero y febrero recogen una subida salarial media del 2,23%, por encima del objetivo fijado.
La subida salarial ya duplica la subida de los precios. El ritmo del IPC en enero y febrero se mantuvo en el 1,1% después del frenazo de los últimos meses de 2018, y nada apunta a que vaya a experimentar un repunte próximo. De hecho, el consenso de mercado espera que la inflación vaya desacelerando en los próximos meses por debajo del 1% para repuntar finalmente al cierre del año. Por el contrario, la tendencia del salario pactado sigue al alza desde 2015 y parece complicado que vaya a darse la vuelta este año. Si todo continúa así, será la primera vez en la serie histórica (que comienza en el año 2000) en que los salarios suben el doble que el IPC con inflación.
De esta forma, España vuelve a experimentar subidas considerables en las retribuciones, uniéndose a la tendencia de Europa de los últimos trimestres. La diferencia es que en España persiste todavía una elevada tasa de paro, lo que hace que las presiones salariales no se produzcan por la escasez de mano de obra sino por la negociación colectiva.
La subida del salario pactado es la más alta en una década. Hay que remontarse hasta 2009, tras el estallido de la crisis económica, para encontrar una revalorización superior. En ese momento, el IPC se hundió hasta el -0,3% en el conjunto del año como consecuencia de la recesión, pero los convenios subieron un 2,25% siguiendo la tendencia de los años de la burbuja.
Un dato importante de la subida salarial de 2019 es que hay una gran diferencia entre los convenios de empresa y los de ámbito superior (sectoriales, provinciales, autonómicos y nacionales). Los primeros, los de empresa, recogen una subida salarial significativamente inferior a los de ámbito superior, y como son los que tienen prevalencia, desde la reforma laboral de 2012, hay muchos trabajadores que se están quedando sin una subida superior.