Las EPSV “vascas”: Un blindaje adicional para el futuro

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Las EPSV de empleo se crearon como un proyecto social con la vocación de dar cobertura al trabajador en la jubilación, permitiendo con un pequeño esfuerzo generar un ahorro a largo plazo y complementar el sistema público de pensiones.

Elkarkidetza en el ámbito público y Geroa en el privado son dos entidades de previsión social voluntaria de empleo con implantación en Euskadi la primera y Gipuzkoa la segunda. El presidente y la vicepresidenta de Elkarkidetza, Karmelo Sainz de la Maza y Amaia Aldasoro, junto con la gerente de Geroa, Virginia Oregui, explican su modelo.

Solidaridad

Elkarkidetza nació hace 33 años en el sector público y agrupa a Gobierno Vasco, diputaciones y ayuntamientos de la CAV junto con las entidades públicas dependientes. Geroa lo hizo diez años más tarde en el sector privado y está integrada por empresas y trabajadores. Ambas EPSV de empleo tienen en común ser resultado de la negociación colectiva, tras una reflexión que ya entonces realizaban instituciones, tejido empresarial y colectivo laboral sobre la conveniencia de crear un fondo que garantizara que, en el momento de la jubilación, los trabajadores iban a poder complementar sus pensiones con una cantidad adicional. Los tres responsables de estas EPSV subrayan el concepto “complementario”, puesto que su misión consiste en que tras la vida activa las personas que ya cobran una prestación puedan ver elevada su cuantía.

Sainz de la Maza incide en que “no hemos nacido para sustituir a la Seguridad Social ni somos un fondo de inversión, sino entidades de previsión social, sin ánimo de lucro y autogestionadas”. A este respecto, Oregui añade que tiene un fuerte componente de solidaridad, puesto que “prima el colectivo frente al individuo”, de modo que representantes de instituciones/empresas y de los trabajadores acuerdan las bases del modelo.

Respecto a su fuerte arraigo en Gipuzkoa, Oregui apunta a que “el movimiento cooperativista nace” en este territorio, con una fuerte “visión solidaria”. Añade que el tejido empresarial, formado por pymes, fomenta esta relación entre empresarios y trabajadores.

Renta mensual

El funcionamiento de ambas EPSV de empleo tienen en común la aportación de una cantidad por parte del trabajador y de la misma por parte de la empresa con el fin último de devolver en forma de renta mensual lo aportado, tras la jubilación, aunque existen algunos matices. En el caso de Geroa, un trabajador del metal aporta el 2,30% de su base de cotización y otro 2,30% llega de la empresa todos los meses y se trata de una entrega que se realiza automáticamente porque así se ha establecido en la negociación colectiva. A esa cantidad se le retira un 7% para cubrir las prestaciones por riesgo. A fin de año, el empleado y la firma reciben cumplida información a efectos fiscales, además de la constancia de que esa cantidad aportada ha ido rentabilizándose con tipos que rondan el 6%.

Llegado el momento de la jubilación, Geroa analiza lo aportado para ver si se le puede entregar al trabajador una renta mensual establecida en 180 euros entre los 65 y los 90 años. En caso de que no sea posible, si tiene 10.000 euros se los lleva en forma de capital. Entre esos 10.000 euros y 42.000 euros puede recuperarlo en forma de capital o como renta mensual, aunque se le advierte de que no podrá completar el ciclo de los 180 euros mensuales hasta los 90 años. A partir de esa cantidad, la posibilidad es la renta mensual “porque para eso hemos nacido, de ahí venimos”, aclara Virginia Oregui.

En el caso de Elkarkidetza el mecanismo es básicamente el mismo, aunque en este caso el empleado puede elegir si aportar o no y el porcentaje oscila entre el 6% y el 8% según la entidad. “Al tener una trayectoria más larga, los derechos económicos son mayores”, indica Aldasoro como razón de que los empleados públicos accedan a una renta mensual de unos 300 o 350 euros. Además, las prestaciones no se paran a los 90 años, sino que son vitalicias y se puede capitalizar hasta el 25% de los derechos económicos.

Tanto Geroa como Elkarkidetza contemplan las prestaciones por incapacidad y por fallecimiento, y la primera estudia añadir el paro, aunque de momento es un asunto complicado ante la amenaza de que estas prestaciones anulen las procedentes del Estado español.

Maratón vs. ‘sprint’

El modo de lograr el objetivo deseado, un complemento a la pensión pública constante, exige dos condiciones que Amaia Aldasoro expone. “Las aportaciones tienen que ser suficientes, que permitan alcanzar unos derechos consolidados precisos para generar una pensión, vitalicia o no”.

La segunda condición se refiere a la duración de las aportaciones, que ha de ser larga. “Estamos hablando de 35-40 años”. Elkarkidetza tiene 33 años y Geroa 23, por lo que Aldasoro considera que se encuentran en el camino pero que todavía queda trayecto por recorrer.

Lejos de los bancos

El presidente de Elkarkidetza ha constatado una “gran confusión” entre la ciudadanía sobre qué es una EPSV de empleo y en qué se diferencia de una individual o comercializada, habitualmente, por una entidad financiera. A este respecto, señala: “No somos empresas privadas, y cualquier decisión que se adopta nace en el seno de los propios socios, no de un tercero”. Virginia Oregui aporta otra importante diferencia y es que no perciben comisiones ni beneficios.inversión

Desarrollo económico

En este sentido, las cantidades percibidas por estas dos entidades de previsión social voluntaria de empleo son invertidas “en el desarrollo y en las empresas del país”, indica Sainz de la Maza, quien recuerda que ambas EPSV tienen un instrumento conjunto, la firma Orza, cuyo cometido es invertir en la generación y desarrollo de empresas de Euskadi sin olvidar el objetivo de la rentabilidad. “Intentamos acompañar el crecimiento de las empresa y generar empleo”, señala Aldasoro, mientras que Oregui apostilla “desde parámetros diferentes de los que tienen figuras financieras como fondos de capital riesgo”.

Referente estatal

El modelo de funcionamiento de las EPSV de empleo vascas son referencia a nivel estatal. Virginia Oregui acudió al Pacto de Toledo para definir el sistema en 2017. Un año después, el Pacto de Toledo anunció que estudia cómo expandir este modelo en todo el país. Karmelo Sainz de la Maza añade que la Dirección General de Seguros también ha considerado como un modelo tanto a Elkarkidetza como a Geroa.

GEROA en datos

92 millones de euros acumula Geroa en concepto de aportaciones hasta el pasado ejercicio 2018.

53 millones de euros fue lo que Geroa destina a prestaciones. 37,30 millones se realizan en la modalidad de capital, mientras que 15,7 millones se efectúan en forma de renta mensual.

2.597 socios de Geroa fueron los beneficiados en 2018 por estas prestaciones, de los que 1.915 las recibieron por jubilación, 338 por incapacidad permanente total, 159 por incapacidad permanente absoluta y 11 por presentar un grado de gran invalidez. A ellos se suman las 174 personas que recibieron la prestación por fallecimiento del socio.

20 sectores económicos de Gipuzkoa se han adherido a esa entidad de previsión social voluntaria de empleo.

9.294 empresas guipuzcoanas aportan a Geroa la misma cantidad que destina cada trabajador que forma parte de sus plantillas. En el último ejercicio se unió a este colectivo una nueva compañía.

182,5 al mes es el importe medio que recibe cada socio de la entidad de previsión social voluntaria como complemento a las pensiones percibidas de la Seguridad Social.

14,6% es el porcentaje que destina a inversiones en Euskadi.

ELKARKIDETZA en datos

44 millones es el ingreso por cuotas que acumula Elkarkidetza hasta el pasado ejercicio 2018.

33 millones de euros es la cantidad aportada en concepto de prestaciones. Durante el pasado ejercicio fueron 811 las nuevas incorporaciones al colectivo de beneficiarios de estas entregas.

5.875 es la cifra a la que ascienden los pensionistas que ven complementadas sus retribuciones con las prestaciones de Elkarkidetza. De ellos, el mayor porcentaje corresponde a abonos en concepto de jubilación, seguido en número por incapacidades de diferente grado, viudedad, orfandad, fallecimiento y desempleo.

22,4 miles de empleados públicos vascos realizan aportaciones a Elkarkidetza para complementar en un futuro las pensiones que reciban de la Seguridad Social.

460 organismos públicos conforman Elkarkidetza. Junto con el Gobierno Vasco y las tres diputaciones de la CAV, la entidad de previsión social voluntaria de trabajo integra a 245 ayuntamientos vascos y 215 instituciones públicas.

3.178 euros es la pensión vitalicia anual que de media cobran los integrantes de Elkarkidetza.

17% es el porcentaje que destina a inversiones en Euskadi.

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