La subida del SMI aflora una caída a plomo del trabajo de menor cualificación

Noticia:

La EPA revela caídas de la ocupación entre los trabajadores con un nivel formativo más bajo y en el sector agrícola como adelantó el Banco de España.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, advirtió el pasado mes de octubre en el Congreso en unas declaraciones por las que luego el Gobierno le ha intentado pasar factura que la subida de un plumazo del Salario Mínimo a 900 euros tendría efectos negativos, aunque limitados, sobre el empleo y la desigualdad e impactaría de forma especialmente relevante sobre algunos segmentos especialmente expuestos del mercado de trabajo, como los jóvenes y los mayores de 50 años con baja cualificación.

Las estadísticas sobre la evolución del paro registrado y de la afiliación a la Seguridad Social en la primera mitad del año y la sorprendente EPA del primer trimestre parecieron desmentir a los que sostenían que la subida del SMI tendría efecto sobre el mercado de trabajo, pero un vistazo a la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre del año permite descubrir un puñado de datos que apuntan a que algo diferente está ocurriendo en algunos rincones del mercado laboral y que ese algo puede tener que ver con la subida del Salario Mínimo o, al menos, con lo que el Banco de España dijo que podría suceder por la subida del SMI.

Las estimaciones avanzadas en su día por el Banco de España se sustentan en la extrapolación de las conclusiones obtenidas en su día por tres analistas de la entidad para la subida del SMI de 2017 y que apuntaban a que ante subidas del suelo salarial legal los trabajadores de baja cualificación, especialmente los más jóvenes y los mayores de 45 años, y los de sector agrícola son los más expuestos a perder su empleo.

Cae la ocupación de baja cualificación

¿Qué ha ocurrido con el segmento de trabajadores menos cualificados del mercado de trabajo tras la histórica subida del SMI? Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre del año, desde que empezara el año el número de trabajadores que no pueden acreditar haber finalizado la enseñanza secundaria -los que el INE engloba bajo las etiquetas de ‘analfabetos’, ‘estudios primarios incompletos’ y ‘educación primaria’- se ha reducido en 51.600 personas, en un contexto general en el que la ocupación se ha incrementado en 340.000 personas Hace solo un año en ese mismo periodo de tiempo la caída en ese tramo fue de 5.700 ocupados. En solo doce meses, el número de trabajadores ocupados con ese nivel formativo ha caído en cerca de 100.000 personas.

Las proyecciones del Banco de España apuntaban, asimismo, que la medida pactada por el Gobierno de Pedro Sánchez con Podemos impactaría de forma singular sobre dos tramos específicos de este segmento de trabajadores menos cualificados: los más jóvenes y los mayores de 50 años. Los datos del INE dan carrete al relato del Banco de España. En la primera mitad de 2019 cerca de 10.000 jóvenes menores de 30 años con baja cualificación perdieron su empleo, lo que sobre un ‘universo’ de menos de 90.000 ocupados supone una caída muy significativa del empleo en ese segmento de en torno al 10%. Las cifras revelan, de nuevo, una evolución bien diferente a la del año anterior, en el que en ese mismo periodo solo se perdieron 3.600 puestos de trabajo.

También se observa una evolución diferente, y a peor, entre los mayores de 50 años. Restringiendo el análisis al tramo 50-54 años, el que no está protegido ni distorsionado por la existencia del subsidio especial de desempleo para los trabajadores cercanos a la edad de jubilación, mientras que el año pasado la ocupación entre el personal de más baja cualificación no experimentó variación alguna en la primera mitad de 2018, este año se ha registrado la pérdida de 13.400 empleos.

Sangría en las denominadas ‘ocupaciones elementales’

La explotación trimestral que realiza Estadística de las principales variables del mercado laboral español también permite conocer cómo evoluciona la ocupación en las diferentes ocupaciones, desde la escala directiva hasta las denominadas ‘ocupaciones elementales’. ¿Qué decían los analistas del Banco de España? Pues que el impacto del Salario Mínimo se concentraría en aquellas profesionales de menor valor añadido, las que requieren de profesionales de menor cualificación, ese decir, esas ‘ocupaciones elementales’.

Y lo que ha ocurrido en ese ámbito también da la razón al Banco de España. En la primera mitad de 2019 el empleo en ‘ocupaciones elementales’, una escala que da trabajo a más de 2,5 millones de personas, se redujo en 36.200 personas, en un contexto general de creación de empleo y cuando el año pasado en ese mismo periodo había crecido en 16.100 ocupados. Lo que parece un cambio de tendencia.

Caída de la ocupación entre los trabajadores de menor nivel formativo, mayor caída dentro de ese segmento entre los jóvenes y los mayores de 50 años, tal y como anticipó el Banco de España, y reducción también del empleo en las ocupaciones elementales, las que exigen un menor nivel de cualificación. La entidad presidida por Pablo Hernández de Cos también auguró, como la CEOE, que la subida del Salario Mínimo afectaría más al sector agrícola, donde muchos de sus convenios colectivos están referenciados de forma directa al SMI.

Un vistazo a la evolución del empleo temporal en el sector agrícola conduce también a conclusiones inquietantes. Entre enero y junio el número de empleados temporales en la agricultura se redujo en 21.900 trabajadores; el año anterior en ese periodo esa reducción fue de 4.000.

Te puede interesar ...

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram
Email

Deja un comentario