El sistema público de pensiones se empeña en enviar cada mes señales de alarma para llamar la atención de los políticos sin que se vislumbren en el corto plazo soluciones para apuntalar un engranaje sobre el que pesa un déficit del entorno de los 18.000 millones y una deuda de 50.000 millones. Con este panorama el gasto en prestaciones escaló en noviembre hasta la cifra récord de 9.735,5 millones, un 4,8% más que en el mismo mes de 2018. Y la situación se agrava porque ya no hay colchón del que poder tirar en periodos con fuertes tensiones de tesorería, como este mes, en el que los jubilados cobran doble nómina.
Como adelantó ABC al Fondo de Reserva apenas le quedan 1.500 millones. El Gobierno en funciones de Pedro Sánchez ha sacado casi 3.600 millones de la «hucha» para abonar esa paga a los cerca de nueve millones de pensionistas que hay en España.
Este noviembre la Seguridad Social ha tenido que afrontar la paga ordinaria y la extraodinaria de las pensiones, una factura cercana a los 19.300 millones. Para sufragarla, el sistema ha tido del Fondo y usado también parte de las cotizaciones, que el Ejecutivo confía en que cierren el año con un alza cercana al 8% debido al aumento de la afiliación y de las subidas salariales por el alza del salario mínimo y de los impuestos al empleo.
El problema radica en que cada vez son más los pensionistas y más elevadas sus prestaciones, lo que hace que la factura sea cada mes más elevada. También ha contribuido los aumentos 1,6% (3% para pensiones mínimas) aplicados a los nóminas. Así, la pensión media de jubilación se situó en noviembre en 1.142,67 euros mensuales, un 3,3% más que en igual mes de 2018. En cuanto a las nuevas altas, la pensión media de jubilación (octubre) fue de 1.305,68 euros en el conjunto del sistema y de 1.419,17 euros en el régimen general. La pensión media del sistema es de 995,02 euros.
