El dinero que destina la Seguridad Social a prestaciones durante la baja laboral de los afiliados se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los gestores del sistema público. Hace apenas unos días, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, aseguró en el Congreso que pretendían cambiar “la dinámica de crecimiento” de la incapacidad temporal que, después de caer con fuerza durante la crisis, no ha dejado de aumentar desde el 2014.
Para este año, la Seguridad Social ha previsto destinar más de 8.600 millones de euros en subsidios, una cifra que supera de largo los 7.533 millones desembolsados en el 2008. Y con alrededor de un millón menos de afiliados a la Seguridad Social.
¿Cómo pretenden combatir la situación? Aumentando el control sobre los trabajadores de baja para “verificar que las situaciones de incapacidad temporal y el correspondiente pago de prestaciones están médicamente justificadas teniendo en cuenta la actividad concreta del trabajador”, resumen desde el Ministerio de Trabajo.
Si en el 2013 los casos abiertos de incapacidad por contingencias comunes (accidente o enfermedad no laboral) era de 21,2 por cada mil trabajadores, en el acumulado de enero a noviembre del 2018 la tasa había subido un 62%, hasta 34,6 por cada mil trabajadores. En el 2017, la Seguridad Social destinó 7.586 millones a prestaciones por incapacidad temporal. En el presupuesto del 2018 la partida rozó los 8.000 millones y, en el reciente proyecto de cuentas para este 2019, ya supone 8.637 millones, un 8,2% más que el año anterior.
1 comentario en «El gasto en bajas laborales marca un nuevo récord tras subir desde el 2014»
La I.T. es una sangría para la S.S. y para las empresas y éstas encima pagan en muchos casos el complemento que pueda pactarse en Convenio Colectivo. Pero aunque muchos convenios colectivos, sobre todo de empresa, han suprimido esta práctica, el absentismo no baja. El trabajador considera un derecho “darse de baja” y lo utiliza muchas veces como escudo protector ante una situación de conflicto con la empresa.
Las bajas de I.T. por enfermedad común deberían darla los médicos de las mutuas, es decir sacar su atención primaria del conjunto (amas de casa, estudiantes, jubilados, etc.) y de este modo el médico de la mutua podría determinar mejor la aptitud del trabajador en caso de enfermedad, derivándolo al sistema público de sanidad en caso necesario.