El modelo sueco aportaría sostenibilidad, equilibrio y transparencia al sistema y permitiría a los trabajadores planificar mejor su jubilación
Quedan pocas semanas para que la Comisión del Pacto de Toledo presente en el Pleno del Congreso las recomendaciones que formarán la columna vertebral de la reforma de las pensiones.
Con esta reforma el Gobierno pretende aportar sostenibilidad al sistema público de pensiones, cada vez más cuestionado debido a los número rojos que acarrea desde hace décadas la Seguridad Social.
Cerró 2019 con un déficit de 16.000 millones de euros, lo que supuso un 1,3% del PIB, y este año las cifran van a peor. Según ha reconocido el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en 2020 el déficit de la Seguridad Social alcanzará el 2% del PIB.¿
Al mal comportamiento de los números se suma una mayor esperanza de vida, una tasa de fertilidad que no asegura el reemplazo poblacional y una tasa de desempleo que ya supera el 15%, lo que, en conjunto, pone en tela de juicio la viabilidad del sistema.
El modelo ‘salvador’
Ante este peligro urge una solución que podría venir dada, según los expertos, por la implantación en España de un modelo de cuentas nocionales como el de Suecia.
Este sistema tiene muchos adeptos que consideran que puede garantizar el equilibrio de la Seguridad Social a largo plazo. Entre ellos el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que apuesta por instaurar en España el modelo de cuentas nocionales para salvar el sistema.
¿En qué consiste?
Se trata de un modelo de pensiones basado en un sistema financiero de reparto y de aportación definida, con el que los trabajadores percibirán una pensión relacionada con las cotizaciones que han aportado durante su etapa laboral.
En definitiva, son cuentas virtuales que se asignan a los trabajadores en las que van acumulando las cotizaciones que realizan más la rentabilidad que le aportan. Además, se aplica un factor de conversión en función de la esperanza de vida del jubilado.
Una vez alcanzada la edad de retiro, las prestaciones que el extrabajador percibirá como pensión vitalicia dependerán de los derechos correspondientes al saldo acumulado en su cuenta.
Ventajas de este sistema
Una de las principales virtudes de este sistema es la transparencia, de la que, según los expertos, carece nuestro sistema público de pensiones.
Solo hay que recordar que la famosa carta naranja con la estimación de la cuantía de la pensión de cada trabajador que el Gobierno de Rajoy se comprometió a enviar en 2011 aún no ha llegado.
Así, en opinión de Gonzalo Núñez Sarompas, profesor del Centro de Estudios Financieros (CEF), “en España habría que tender a un modelo de cuentas nocionales porque dota de mayor transparencia al sistema de pensiones y establece una mejor conexión entre las aportaciones que realiza el trabajador durante su vida laboral y la pensión que percibe”.
Otra de las ventajas del modelo es que el trabajador conoce en todo momento el importe que ha cotizado en un periodo concreto de su vida activa y la cuantía de su pensión cuando se jubile.
Este conocimiento permite, segun Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico de BBVA Research, “que los trabajadores vayan planificando adecuadamente su jubilación. Pueden calcular incluso hasta qué edad deberían seguir trabajando”.
Por ello, considera que para dotar de soluciones permanentes al actual sistema publico de pensiones una buena medida sería transitar “hacia un sistema de reparto de cuentas nocionales individuales, que garantizaría el equilibrio del sistema”.
Sería, en su opinión, “es un sistema transparente, sencillo y homogéneo para todos, proporcionando año a año información sobre la pensión a la que va a tener derecho el trabajador”.
Pensiones menos generosas
Otro experto que apuesta por el modelo sueco es el economista de Fedea, José Ignacio Conde-Ruiz, propone en un informe transformar el actual sistema público de pensiones en uno de cuentas nocionales, que, en principio, podría aplicarse a los trabajadores menores de una determinada edad, mientras que los mayores deberían poder elegir si quieren que se calcule su pensión con el viejo sistema o con el nuevo.
A su juicio, no hay que olvidar que el actual sistema es “muy injusto”, sobre todo para los trabajadores que se quedan en paro al final de su vida laborar o que tienen trabajos precarios, por lo que la instauración de las cuentas nocionales permitiría que realizaran mayores aportaciones retrasando la edad de retiro, lo que elevaría su pensión futura.
Uno de los motivos que puede frenar su implantación en nuestro país es que con él podrían bajar las pensiones. Penalizará sobre todo a aquellos que no hayan tenido una vida laboral muy activa, por lo que esos supuestos se tendrían que complementar con una pensión mínima que debería correr a cargo de los impuestos.
¿Se adoptará en España?
La duda ahora reside en que si los integrantes del Pacto de Toledo optarán finalmente por recomendar o no la implantación de las cuentas nocionales en España.
Isabel Casares, secretaria general de la Organización de Consultores de Pensiones (OCOPEN), señala que sería posible implementarlo a los trabajadores jóvenes o a los nuevos cotizantes a la Seguridad Social que comienzan con un sistema de capitalización individual destinado a su futura pensión de jubilación.
Sin embargo, “para los trabajadores que lleven años aportando a un sistema de reparto, que no genera un fondo individual constituido, sería más complicado un recálculo de las aportaciones pasadas, ya que en nuestro actual sistema de reparto esas aportaciones son utilizadas para el pago de los actuales pensionistas”.
Por su parte, fuentes del Instituto BBVA de Pensiones consideran que el modelo de cuentas nocionales suena como “principal referencia” al encarar la reforma de las pensiones, pues es considerado “uno de los sistemas más transparentes y comprensibles”.
En su opinión, “aporta flexibilidad y transparencia sin renunciar al principio de reparto, en el que está basado el actual sistema español, y garantiza la solidaridad intergeneracional”.