José Luis Escrivá, de 59 años, nuevo ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, explicó el viernes en París que “la inmigración no es sólo un problema humanitario, sino que es una oportunidad para nuestro crecimiento y para la sostenibilidad del sistema de pensiones”.
Fue durante su intervención en la primera reunión ministerial sobre Migración e Integración de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Subrayó que el fenómeno migratorio tiene un carácter global y que ningún país puede abordarlo de manera aislada.
Escrivá insistió en que “todos los países europeos van a necesitar de la migración”.
Y recalcó la necesidad de una inmigración de carácter legal, teniendo en cuenta los estudios de algunos expertos en la materia que apuestan por la idea de que España precisará de una media de 270.000 migrantes anuales de aquí a 2050, debido a su proceso de envejecimiento.
A juicio del titular de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, España debe apostar por el multilateralismo y la cooperación internacional como la única vía posible para una gestión adecuada de las migraciones, para lo que ya contamos con dos instrumentos claves como son la Agenda 2030 y el Pacto Mundial de las Migraciones.
“La migración contribuye al desarrollo y al bienestar de las sociedades y ayuda a superar los desafíos que pesan sobre los países o regiones de destino, como es el reto demográfico derivado del envejecimiento de la población”, aseguró Escrivá, quien añadió que no podemos olvidar su contribución al desarrollo económico, social y cultural en los países de origen de los migrantes.
En su intervención, el ministro afirmó que en España convergen todas las formas de migración (la de origen, la de tránsito, la de destino, la estacional y la de retorno).
Por ello, el Gobierno está impulsando una visión integral de los movimientos migratorios que va desde “el compromiso en la lucha contra las causas profundas de la salida de emigrantes de los lugares de origen a la plena inclusión de los emigrados en la sociedad española”.
A su juicio, es necesario unir, al control y la vigilancia de fronteras y la cooperación con países de origen y destino, la promoción de vías de migración seguras, regulares y ordenadas y la creación de un marco integral de acogida e integración.
Escrivá fue el primer presidente de la Autoridad Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), órgano independiente creado por el Gobierno de Mariano Rajoy a instancias de la Unión Europea para la fiscalizar las cuentas públicas españolas. Un cargo que desempeñó desde el 24 de septiembre de 2015 hasta su nombramiento, como ministro, el pasado 13 de enero.
Desde noviembre de 2015 era presidente de la Red de Instituciones Fiscales Independientes de la Unión Europea (EUIFIS), con sede en Bratislava, República de Eslovaquia, cargo para el que fue reelegido en 2017. En noviembre de 2019 se convirtió en presidente.
ORDENAR LAS MIGRACIONES
“Hay que analizar las migraciones, conocer sus mecanismos y ordenarlas para establecer políticas migratorias legales, reguladas, seguras e inclusivas”, recalcó.
El nuevo ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones concluyó resumiendo las propuestas que el Ejecutivo español debe llevar a cabo en esta materia, como es continuar con los proyectos pilotos sobre migración legal, brindar soluciones a las barreras para la correspondencia laboral internacional entre oferta y demanda, explorar posibles líneas de asociación entre el sector empresarial y educativo dentro de los países de origen y destino y desarrollar una política que atraiga el talento.
LA INMIGRACIÓN, UNA OPORTUNIDAD
Para Eduardo Rojo, catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad Autónoma de Barcelona “la intervención del ministro José Luís Escrivá en la reunión de la OCDE ha sido plenamente coherente con los informes y documentos que se han elaborado sobre las temáticas de la inmigración y Seguridad Social durante su mandato desde 2014 al frente de la Asociación Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF)”.
A juicio de este jurista, “también es acorde a los planteamientos del anterior gobierno socialista, y muy probablemente del nuevo gobierno de coalición, sobre la conveniencia de ver la inmigración como una oportunidad y no un problema, siempre y cuando esté debidamente regulada”.
Rojo destaca que “en los documentos de la AIRef se ha puesto de manifiesto que una inmigración bien regulada y ordenada puede ser una buena solución para abordar, junto con otras reformas necesarias en materia de reparto de las prestaciones que asume actualmente la Seguridad Social, la sostenibilidad del sistema de pensiones español a medio plazo y evitando alarmismos innecesarios, e infundados, sobre su futuro”.
En opinión de este jurista, “no será sólo la inmigración, que se ha incrementado en los últimos tres años y que las tendencias a medio plazo ponen de manifiesto que seguirá siendo así si se mantiene una situación económica como mínimo estable, la que debe resolver el futuro del sistema público de Seguridad Social”.
Para Rojo, “otras medidas en el mercado de trabajo, como la mejora de la calidad del empleo y el consiguiente incremento de los salarios y consiguientemente de las cuantías de las cotizaciones a la Seguridad Social, son totalmente necesarias. En esta línea parecen apuntar las propuestas del nuevo gobierno, y habrá que estar atentos a su efectivo desarrollo y aplicación”.
Por otra parte,este catedráticosubraya que “nunca conviene olvidar que el sistema público de Seguridad Social, en el que asume un papel muy importante, la regulación de las pensiones, está protegido por la Constitución, y cualquier política que se ponga en marcha para su adecuación debe tenerlo, tanto jurídica como socialmente, bien presente”.
En su opinión, “la situación económica y social abre el camino para un debate sereno sobre el futuro de la Seguridad Social, la protección del sistema público de pensiones, y una nueva regulación que abra vías de incorporación regular al mercado de trabajo español de la población migrante. Son retos de futuro y que deben abordarse desde el presente”:
Sobre Escrivá destaca que “un ministro que siempre ha alertado de la necesidad evitar alarmismos no justificados es una persona, así lo parece, adecuado, para encarar los retos apuntados, sin olvidar la importancia de hacerlo en el marco de una política europea coordinada en materia de inmigración”,
INMIGRACIÓN Y MÁS MEDIDAS
Estas declaraciones han generado muchos comentarios en nuestro país de toda índole.
Para Pilar Cascón, socia de Estudio Jurídico Almagro y secretaria general de la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Laboralistas (ASNALA), “es importante la atracción de inmigrantes a nuestro país como el tener un marco laboral estable donde predomine la estabilidad laboral, cuestión que ahora no se da por el índice elevado de temporalidad de nuestro mercado de trabajo”.
Al igual que la aportación de la inmigración sería valiosa para la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones, argumenta, «hay que establecer distintas medidas para que nuestro talento a nivel de capital humano no se vaya a otros países».
También cree que hay que hacer un esfuerzo en nuestro país bajar la tasa de desempleo propia «e integrar a estos desempleados en nuestro mercado de trabajo».
INCREMENTAR LA TASA DE NATALIDAD Y FOMENTAR LA FORMACIÓN PROFESIONAL
Sin embargo, las palabras del ministro Escrivá chocan con el sistema garantista, en lo que se refiere a las políticas de inmigración de nuestro país.
«Seguimos las pautas de la Unión Europea en materia de inmigración que son restrictivas, con lo cual no es fácil residir en España”.
Por ello, es fundamental determinar qué áreas laborales se incorporaría este personal que viene fuera de nuestras fronteras ante nuestro elevado desempleo.
«Hay también otras medidas a poner en marcha, tanto en racionalización de horarios para que los jóvenes puedan entrar en el mercado laboral y tener familia. Este es un problema grave actual porque los salarios han bajado bastante y la precariedad laboral es importante con escasos contratos estables e indefinidos”, señala.
También se podría buscar la fórmula de que los migrantes fueran personal cualificado que pudieran aprovechar nuestra Ley de Emprendedores para montar sus empresas. «Tienen un nivel económico y formativo diferente del resto de sus conciudadanos. Habrá que ver como se gestiona todo este capital humano”, opina.
Todas estas medidas buscarían «la fórmula de reinvertir la pirámide poblacional».
Se “trata de que las familias tengan incentivos para que incrementen nuestra tasa de natalidad, ahora muy baja respecto a la media de la UE”.
Para Cascón, la flexibilidad actual del mercado laboral, tras la reforma del 2012 es un elemento que no debería modificarse totalmente si se quiere lograr un mercado de trabajo estable.
“Hay que activar la Formación Profesional como han hecho países de nuestro entorno que han logrado dinamizar su mercado de trabajo. En España está denostada cuando debería estar más vinculada al mundo empresarial”, concluye.