Casi nueve de cada diez compañías se muestran dispuestas a realizar aportaciones a planes de previsión, pero el 63% cree que no se dan las condiciones económicas para
El 87% de las empresas han mostrado su disposición a realizar una aportación sobre el salario a sus empleados para nutrir los planes de pensiones de sus empleados, aunque el 63% ha indicado que actualmente no se dan las condiciones económicas para realizarlo a día de hoy.
Por otra parte, sólo el 27% de las empresas encuestadas tiene un plan de previsión, lo que es más común en sectores como el financiero, los servicios, el químico y farmacéutico. Estas son algunas de las principales conclusiones del informe «Situación de las Pensiones en España. Edición 2020» que ha elaborado KPMG Abogados y que es resultado de una encuesta a 63 empresas españolas, entre ellas muchas multinacionales de sectores tan diferentes como el financiero, la industria o la distribución y de filiales españolas de multinacionales extranjeras.
El estudio también analiza los tipos de planes de pensiones dentro de las empresas: El 79% de los analizados son de aportación definida y la mayoría de ellos fueron transformados en esta modalidad tras la normativa de exteriorización del 2002 y los que se mantienen en vigor corresponden, en la mayoría de los casos, a colectivos cerrados donde no se permite la entrada de nuevos partícipes.
El porcentaje de planes mixtos responde normalmente a planes de aportación definida para la contingencia de jubilación y prestación definida para las contingencias de fallecimiento e incapacidad. De la muestra analizada, el 61% de los planes va dirigido a toda la plantilla y un 20% al personal directivo.
La mayoría de los planes de jubilación implementados en España se corresponden a lo que se conoce como Planes de Pensiones de Empleo «ya que son los que reúnen mayores ventajas, tanto para las empresas como para los trabajadores», ha apuntado desde KPMG Abogados. Respecto a la fórmula de aportación, el 74% de las empresas ha optado por un porcentaje fijo sobre el salario pensionable, en la mayoría de los casos el salario fijo bruto, según el mencionado estudio.
Sin embargo, el 73% de los encuestados ha reconocido que dispone de un sistema de ahorro individual para su jubilación y, de ellos, a pesar del impacto de la Covid-19, casi el 60% afirma no haber modificado su aportación habitual destinada a este fin. La política de inversión de los planes de jubilación suele ser conservadora, que persigue la preservación de capital y cabe tener en cuenta que las estrategias de inversión de estos planes se fijan en base al horizonte temporal de la jubilación.
En opinión de Álvaro Granado, el director del área de Pensiones de KPMG Abogados, «empresa e individuo deben tomar conciencia de la necesidad de llevar a cabo una correcta planificación de la jubilación».
En este sentido, ha constatado «el escaso desarrollo de la previsión complementaria en nuestro país» y apuntado que el poco éxito de la previsión social privada (planes de pensiones privados) se debe «a la suficiencia de los ingresos de la pensión que otorga el Estado y por el elevado coste de implantar planes de jubilación en las empresas».
Al respecto, Granado ha advertido que las futuras reformas de las pensiones incidirán en el importe de las pensiones públicas y ha señalado que «el impacto de las reformas pone de manifiesto la necesidad de un mayor complemento a través del ahorro privado».
Fuente: ABC