Sin plan alternativo y en ausencia de nuevas medidas, la marcha atrás en la reforma de las pensiones de 2013, iniciada con el acuerdo del PP y el PNV para salvar los Presupuestos de este año, pasará una factura inasumible a la economía española, que equivaldrá a un tercio de las rentas totales del trabajo.
El retraso en la activación del factor de equidad intergeneracional (FEI) hasta 2023 y la vuelta a la indexación de las pensiones con el IPC elevará el gasto y los déficit acumulados hasta demandar una subida de los tipos impositivos del orden del 50% y del 80% en el caso de las cotizaciones.
De no abordarse nuevas reformas que contengan la factura de las pensiones, con el escenario base demográfico y la reforma de 2013 en el tintero, el déficit se duplicará hasta el entorno del 3,6% del PIB anual y la deuda de la Seguridad Social llegará a equivaler a toda la producción de bienes y servicios del país en un año