España tiene un problema con el empleo temporal. No sólo registra de una de las mayores tasa de empleo temporal sobre el empleo total, sino que además la gran mayoría de ese tipo de trabajo es involuntario, ocupado por personas que preferirán tener un contrato a tiempo completo y no puede. Además, en España dominan los contratos temporales de menor duración, algo que suma mayor incertidumbre a este tipo de trabajadores.
La situación aún es peor entre los más jóvenes, donde de un 62% de contratados temporales en la pasada década se ha pasado al 75%, subrayó en entrevista con Efe con ocasión de la presentación por parte de la OIT de su informe anual “Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo”.
Las cifras de temporalidad en España contrastan aún más con las de otros países europeos. Cuando se pregunta a los que tienen este tipo de contratos si desearían tener uno fijo, el 85% responden que sí, mientras que en países como Austria o Alemania sólo entre el 10 y 15% de los trabajadores manifiesta es preferencia.