Se ha rebajado el estándar fijado en los 55 años y el sueldo se recorta desde el 95% en 2010 hasta el entorno del 75% en los últimos años
La banca ha dado un giro a las condiciones de prejubilación en los últimos años. Desde 2010, dentro de los grandes procesos de ajuste de plantillas que se han producido en el sector bancario, las entidades han ido rebajando tanto la edad a partir de la cual sus trabajadores pueden acogerse a la prejubilación, como el porcentaje de sueldo que percibirán hasta jubilarse definitivamente. De esta forma, se ha pasado de las prejubilaciones a partir de los 55 años de edad con un sueldo anual pensionable de entre el 80% y el 95%, a prejubilaciones más cercanas a los 50 años de edad con un porcentaje de sueldo que varía en función de cada banco, pero que no supera el 80%.
Según los datos proporcionados por UGT, entre 2010 y 2020 se han llevado a cabo un total de 67 procesos de despidos colectivos, entre Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y salidas voluntarias, de los cuales 20 han conllevado la salida de 1.000 o más empleados (los que se toman como referencia para este análisis).
Al principio del periodo, en 2010 y 2011, los grandes ERE en la banca ofrecían prejubilaciones a partir de los 55 años (BMN, Novaxacaixagalicia, Cajastur y el SIP de Caja Madrid en 2011 y Banca Cívica en 2011), una cifra que se ha tomado como estándar. En todos ellos, los empleados que decidían acogerse a la jubilación anticipada percibía casi la totalidad del sueldo: un porcentaje que oscilaba entre el 83% que ofrecía Banca Cívica y el 95% de Caja Madrid al que también llegaban en algunos supuestos BMN y Cajastur.
A partir de entonces, entre 2012 y 2016, los grandes procesos de ajustes de plantilla en la banca ofrecían la prejubilación a una edad más temprana (54 y 53 años), aunque en algunos casos mantenía los 55 años y en otros era incluso superior (59 años en CaixaBank y 56 años en Ceiss). Sin embargo, sí hubo una rebaja sustancial en el sueldo que se ofrecía a los empleados. De un porcentaje que no bajaba del 80% en los años anteriores se pasó al 75% como cifra más habitual y en algunos casos por debajo (Bankia, Ceiss y CaixaBank pagaron el 60%, en 2013).