Reclama que se den de alta entre tres y doce meses al año, según los ingresos brutos que hayan obtenido
Los agricultores esporádicos, esos que emplean el cultivo de hortalizas o de vid como un ingreso complementario, tendrán que darse de alta en el régimen de autónomos de la Seguridad Social durante unos meses al año. Esa es, al menos, la conclusión que se desprende de varios expedientes que están tramitando en las oficinas de organizaciones agrarias de Galicia y en las que el Ministerio de Trabajo reclama a algunos profesionales del campo que coticen por ejercicios pasados en los que obtuvieron ingresos, por ejemplo, por la venta de uva. «En función dos ingresos que percibiron agora teñen que darse de alta nos catro últimos anos. Iso merma moito a súa rendibilidade», explica Samuel Lago, responsable de Unións Agrarias en la comarca de O Salnés. «Tengo jubilados y gente en el paro que venden uva. Hasta ahora el mes que cobraban la uva devolvían lo que percibían. Pero si ahora tiene que darse de alta con efecto retroactivo…», añaden en la Asociación Agraria de Galicia (Asaga).
El problema, denuncian las organizaciones agrarias, es que el criterio no está claro. Todo parece indicar que esta revisión está afectando a personas que han realizado alguna actividad agraria en ejercicios pasados y que no estaban dadas de alta en ningún régimen de la Seguridad Social. A ellos se les ha remitido una carta en la que se les exige que, con efecto retroactivo, coticen. «É evidente que a Seguridade Social mantense coas aportacións de todos e non podemos defender que haxa persoas con elevados ingresos e que non coticen», argumenta Lago. Pero la medida se está aplicado a todo aquel que tuviera ingresos por encima del Iprem, esto es, que superara los 7.500 euros. «Computan os ingresos brutos, non os rendementos netos», lamenta Lago. Y de esa forma no se tiene en cuenta que esa actividad también tiene gastos. «Se ingreso 7.500 euros pola venta de uva, pero resulta que gastei 3.000 euros en conseguir a colleita e, a maiores, teño que cotizar, non me vai quedar nada», añade. De ahí que insista en que estas cotizaciones se calculen en base al rendimiento neto, no los ingresos brutos que perciben estos agricultores esporádicos
En principio, el tiempo que tienen que estar dados de alta en la Seguridad Social varía en función de esos ingresos. Por ejemplo, a un viticultor que vendió uva le exigen que se dé de alta de mayo a septiembre, mientras que a un agricultor de hortalizas con unos ingresos superiores amplían ese plazo de marzo a septiembre. Hasta ahora, estos profesionales declaraban sus ingresos a través de la declaración de la renta. Pero, según las últimas reclamaciones del Ministerio de Trabajo, a partir de ahora deberán también cotizar. Y, lo que es peor, tendrán que hacerlo con efecto retroactivo porque en su cartas, Trabajo está reclamando las cotizaciones de los últimos cuatro años. «Tampouco estamos dacordo en que se regularicen varios anos cara atrás, dado que perden bonificacións e acumulan recargos», lamenta Lago, quien destaca también que las facturas que van a tener que abonar ahora estos agricultores van a ser importantes. «Sobre todo que sean claros, porque actualmente no sabemos los criterios que están aplicando y, en muchos casos, dependes del inspector que te toque», añaden en Asaga. Ambas entidades temen que esta medida pueda implicar el abandono de actividad por parte de los agricultores.
«Darse de alta é inviable, obrígante a abandonar todo»
Quiso recuperar los invernaderos que sus padres habían abandonado por no poder trabajarlos. Y encontró en ellos una forma de completar sus ingresos. Ahora, Trabajo le reclama a esta agricultor arousano que se dé de alta con efecto retroactivo desde el año 2015 durante seis meses por ejercicio. «Tiven uns ingresos de 27.000 euros, pero tamén uns gastos de 15.000 que ninguén ten en conta», se lamenta. Hay más casos. El de un joven que decidió arrendarle los viñedos a sus padres para poder sacarse un dinero con el que financiar sus estudios. Ambos están de acuerdo en que si la medida aplicada por Trabajo sigue adelante lo más probable es que acaben abandonando la actividad. «Estás traballando para que gañen eles máis ca ti», asegura el agricultor.
Renovar los plásticos del invernaderos, el mantenimiento del tractor, meter mangueras nuevas… la lista de gastos que genera una plantación de huerta es grande. Sin embargo, se queja este profesional del campo, nadie la tiene en cuenta. En su opinión, lo que Trabajo está reclamando a estos agricultores de fin de semana «é inviable. Estanme obrigando a deixar todo», se queja. Asegura que, hasta ahora, declaraba sus ingresos en
las rentas y no entiende que, de repente, las reglas del juego hayan cambiado. Y sin que nadie les informara antes. «Eu traballo todos os días entre catro e cinco horas no invernadoiro e non me queda nin un soldo. Se gañara ben non me importaba pagar», añade. Por ahora desconoce la cuantía económica que le reclama Trabajo, pero sospecha que será un buen pico. «O único que van a conseguir é que quede todo a monte», concluye.
Costear los estudios
«Meus pais téñenme arrendadas as fincas para que poida sacar algún beneficio co que pagar os estudos», cuenta esta viticultor de fin de semana de Cambados. Unos ingresos que, hasta ahora, declaraba en la renta. «É certo que os ingresos foron ascendendo e que en bruto igual son bastante, pero hai que ter en conta todos os gastos que da o viñedo», sostiene. Remarca que todo lo que obtiene de su faceta de agricultor lo invierte en costearse la carrera, que está estudiando fuera de su localidad natal. Y que si ahora, de repente, tiene que hacer frente a las cuotas de los últimos cuatro años, va a ser un gran palo. «Reclaman que me de de alta durante tres meses dende o 2015 e ter que pagar agora, de repente, a cota de autónomos vai ser un pau grande», se queja. Sobre todo, «porque isto non ten ánimo de lucro, e para poder pagarme a carreira que estou estudando», concluye este viticultor cambadés