Para los trabajadores con 50 años que pierden su empleo y pasan a ser parados lamentablemente, sus posibilidades de volver a reincorporarse al mercado laboral se reducen estrepitosamente, hasta el punto de que la gran mayoría, no logran hacerlo nunca y reenganchan prestaciones y subsidios de desempleo hasta llegar a la jubilación, de forma que el paro se convierte en la pasarela al retiro y no a otro trabajo.
El porcentaje de parados de más edad lleva ya incrementándose de forma significativa desde la Gran Recesión, hasta tal punto que casi se ha duplicado, al pasar de representar el 27% de los parados registrados en 2007 al 45% actual.
Casi la mitad de los desempleados registrados, que en la actualidad superan los 2,7 millones, han cumplido ya la cincuentena. Representan el 45% de todos los inscritos en el SEPE, mientras que los que tienen entre 30 y 49 años suponen el 40% y los que no han llegado a los 30, son el 15%
La inmensa mayoría de parados de larga duración, los que llevan en esta situación más de un año, son mayores de 50 años: más de 1,1 millones, más del 40% del total, e incluso 720.000 llevan en el desempleo más de dos años.
A la vista de estos datos, no resulta extraño que, de igual manera, ellos copen mayoritariamente los subsidios por desempleo, y de los más de 815.000 beneficiarios, 575.000 superan los 50 años, el 70%. Y es más, los que tienen más de 55 años representan ya el 37% de todos los que cobran una prestación por desempleo y «en su gran mayoría perciben el subsidio hasta la edad de jubilación», reconoce el propio SEPE en su último informe de prestaciones.
