Sólo el 2% de los parados encontró empleo el pasado año con la mediación del SEPE

Uno de los objetivos del SEPE según su propia página web, es “contribuir al de desarrollo de la política de empleo, gestionar el sistema de protección por desempleo y garantizar la información sobre el mercado de trabajo con el fin de conseguir, con la colaboración de los Servicios Públicos de Empleo Autonómicos y demás agentes del ámbito laboral, la inserción y permanencia en el mercado laboral de la ciudadanía y la mejora del capital humano de las empresas”. Pero esta declaración es simple “papel mojado” y la labor del SEPE en la incorporación al mercado de trabajo de los desempleados es simplemente anecdótica.

Sin embargo, el papel que desarrolla el SEPE en la búsqueda de puestos de trabajo a parados o inscritos en sus listas es casi inapreciable, pero no tiene nada que ver con las extrañas circunstancias en las que tuvo que realizar su misión durante el año 2020. Su mediación en el 2% de los contratos de los asalariados es una cantidad que se repite, con pequeñas fluctuaciones, desde el año 2013. En ese ejercicio, que tiene el dudoso honor de encabezar las mayores cifras de paro en la historia reciente de España (6.202.700 desempleados y una tasa del 27,16%), el SEPE intermedió en la firma de 277.900 contratos, el 2% del total. Un año antes se había dado la cifra más baja, el 1,6%, con 239.000.

Ni siquiera en los años de bonanza económica que acompañaron al “boom” del sector inmobiliario los porcentajes fueron mucho más elevados. Fueron algo más presentables, pero en el mejor de los casos, el año 2007, alcanzaron el 3,2% y beneficiaron a 543.600 personas, pero entonces había en España más de 20,5 millones de ocupados.

De una lectura algo más detallada de los números se deduce que el SEPE colocó a 163.100 mujeres y 153.500 hombres en el año de la pandemia. Es la tónica general de los últimos ejercicios. En 2019 fueron 153.800 hombres y 171.500 mujeres y en 2017, 153.000 hombres y 159.300 mujeres.

El mayor número de contratos realizados en los que ha intervenido el SEPE se dio en la franja de entre 45 y 54 años, con 101.100 personas, casi una tercera parte del total. Entre los más jóvenes (16-24 años), los servicios públicos de empleo intermediaron 12.500 contratos, alrededor del 4% del total, y entre los más mayores (55 y más años), 54.600, el 17,2%.

No todos los Servicios Públicos de Empleo Autonómicos funcionan igual en España. Las comunidades de Aragón, Extremadura y Cantabria tienen el mayor porcentaje de contratados a través de su mediación. En Aragón, un 4,2% de los asalariados deben su empleo a la mediación de su servicio regional. En Extremadura se alcanza el 3,8% y en Cantabria, el 3,7%. Son valores que casi duplican la media nacional. Con mejores datos que ésta (2%) hay nueve regiones. Las tres ya citadas, más Asturias, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Navarra y La Rioja.

También es cierto que el SEPE no tiene como misión primordial la búsqueda de empleo para los parados o para  aquellos que buscan su debut en el mercado laboral y sus tareas fundamentales son la gestión de las contrataciones (altas y bajas) y la gestión de las prestaciones/subsidios/ayudas de desempleo. En el año 2020 tuvo que gestionar cerca de 16 millones de contratos que se realizaron entre empresarios y trabajadores, y en 2019, por el SEPE pasaron más de 22,5 millones de contratos.

Fue un año atípico, marcado por el cierre de la actividad económica durante el estado de alarma y en el que su actividad se volcó en la gestión de las prestaciones por desempleo (2,97 millones) y en los que dejaron de trabajar mediante expedientes de regulación de empleo temporal, 3,5 millones de personas en abril del pasado año.

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