Sobre el tema de las pensiones ningún partido ha sido capaz de decirnos la verdad por el miedo a la pérdida de votos
La segunda parte de la reforma de las pensiones presentada por el ministro Escrivá tiene tres problemas fundamentales:
- primero, no hay consenso político ni incluso dentro del propio Gobierno de coalición
- segundo, es rechazada por los agentes sociales (sindicatos y empresarios) aunque por diferentes motivos, y
- tercero, aunque fuera aprobada, Bruselas considera que no garantiza la sostenibilidad del sistema de pensiones.
Tras la segunda parte de la reforma presentada la semana pasada, en la que se amplía el número de años para el cálculo de la base reguladora de la pensión ampliándolo de 25 a 28 años, el sistema de pensiones español sigue siendo insostenible. La eliminación del factor de sostenibilidad en función de la esperanza de vida y su sustitución por el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) forma parte de las causas de la insostenibilidad del sistema.
Por esta razón, desde Bruselas, Paolo Gentiloni insiste en que hay que redefinir el MEI para que tenga la misma capacidad de sostenibilidad de las pensiones que tenía el factor de sostenibilidad de la reforma de 2013 al que sustituye, en función de la esperanza de vida. Esta advertencia no es nueva, ya se hizo con ocasión de la segunda entrega de 12.000 millones de euros del fondo europeo Next Generation. El aviso es importante porque podría estar en riesgo la transferencia correspondiente a la cuarta entrega del NG si la sostenibilidad del sistema de pensiones no se garantiza antes del 31 de diciembre.
El panorama que se le presenta a Pedro Sánchez es paradójico y desconcertante: la reforma presentada a los agentes sociales y a los partidos probablemente no será aprobada, y en todo caso aunque fuera aprobada no es sostenible según el criterio de Bruselas. En cualquiera de los dos casos la cuarta entrega de fondos del Next Generation quedaría en suspenso durante seis meses. Tiempo del que dispondría el Gobierno español para hacer las modificaciones necesarias que garanticen la sostenibilidad del sistema de pensiones. De no ser así, España perdería esos fondos.
El escenario es preocupante y desconcertante. El sistema de pensiones es un elemento nuclear del sistema de bienestar, siendo cuantitativamente la partida más importante del presupuesto nacional. Por esta razón se decidió sacarlo del debate político cotidiano transfiriendo su discusión a la comisión del Pacto de Toledo, pero en la realidad los partidos políticos por motivos electoralistas siguen contaminando el debate que debería ser más técnico y riduroso que ideológico y cortoplacista
Sobre el tema de las pensiones ningún partido se ha atrevido a contarnos la verdad. El actual sistema, tal y cómo está configurado, no es sostenible. Hay que someterlo a una profunda reforma que garantice su sostenibilidad, suficiencia y equidad. Factores demográficos como el envejecimiento de la población y la reducida natalidad determinan que la reforma del sistema de pensiones para alcanzar su sostenibilidad tenga su coste en términos de años trabajados o pensión percibida con respecto al último salario. Esta es la razón por la que unos y otros no se atreven a contarnos la verdad. Pero ha llegado la hora. La reforma del sistema de pensiones debe ser el fruto de un consenso generalizado político, social e intergeneracional
Fuente: Málaga hoy