El miércoles 26 de septiembre el Pacto de Toledo logró, tras casi un año de debates, un principio de acuerdo en torno a un texto muy genérico e, incluso, algo contradictorio. Este paso no es definitivo, ya que solo es una recomendación de las 22 que componen el Pacto.
Si el principio de acuerdo es muy amplio —vincular las revisiones anuales de las pensiones al IPC— la interpretación del texto que concita ese consenso amplio no lo es tanto. No es extraño. Las recomendaciones del Pacto de Toledo son líneas básicas que, una vez cerradas, dejan mucho margen a diferentes lecturas que el Gobierno debe concretar: primero en las negociaciones con los agentes sociales y, posteriormente, otra vez en el Congreso, durante la redacción definitiva del texto legal. En esta ocasión las propias palabras del acuerdo abren la puerta a interpretaciones contradictorias.
Esto último se ha visto, incluso, en la presentación del texto que han hecho sucesivamente todos los portavoces. Los partidos a la izquierda del arco parlamentario ven que cuando se apruebe la futura reforma de pensiones se volverá exclusivamente a la revalorización anual con el IPC.
Al otro lado del espectro parlamentario, Ciudadanos, PP o PDeCAT no son tan evidentes y se apoyan en los párrafos que hablan de “recuperar el consenso de la Recomendación aprobada en 2011”. Entonces el Congreso acordó un texto que aconsejaba “estudiar (para su posterior análisis y valoración por la Comisión) la posibilidad de utilizar otros índices de revalorización basados, entre otros, en el crecimiento de los salarios, la evolución de la economía o el comportamiento de las cotizaciones a la Seguridad Social”
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No es prudente vender la piel del oso antes de cazarlo. Es una simple RECOMENDACIÓN (entre otras más de 20) al LEGISLATIVO (que no al Gobierno de turno) y dada la composición actual del Parlamento (tanto en el Congreso como en el Senado) su posible recorrido es toda una incógnita. A «más a más» la RECOMENDACIÓN tiene una redacción tan libre y confusa que hasta los mismos firmantes no están de acuerdo en su interpretación. Creo.