PSOE y Sumar han ratificado hoy un acuerdo programático para reeditar una legislatura más un Gobierno de coalición que contempla la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas, subir otra vez el salario mínimo profesional (SMI) y regular el despido, entre otras medidas.
El contenido del acuerdo es programático -describe las líneas de acción de un nuevo Ejecutivo y la mencionada reducción de jornada laboral sin reducción salarial es un aspecto sobre el que la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, ponía en segundo término de la lista de prioridades tras “acabar con el paro y lograr el pleno empleo efectivo”.
“Su aplicación se producirá de forma progresiva reduciéndose hasta las 38,5 horas en 2024 y culminándose en 2025”, recoge el acuerdo. A partir de entonces, se constituirá una mesa con los interlocutores sociales que evalúe los resultados de la reducción aplicada y que “siga avanzando en la disminución de la jornada legal”, dice el pacto, teniendo en cuenta las características de los distintos sectores de actividad, la evolución de la productividad y las circunstancias económicas.
Sumar llevaba como propuesta en campaña alcanzar las 37,5 horas máximas ya al año que viene, en 2024, y seguir rebajándola progresivamente hasta las 32 horas, jornada marcada por el debate de la semana laboral de cuatro días.
“Vamos a ganar tiempo para la vida, la política sirve para eso. Para convertir esta legislatura en la del tiempo de la vida, para cuidarnos y ser felices, reduciendo la jornada laboral sin reducir el salario“, ha explicado Díaz.
La jornada laboral media en España está ya en 37,8 horas semanales
La jornada laboral media en España se sitúa en 37,8 horas semanales, el equivalente a 7 horas y 34 minutos diarios de trabajo, según los últimos datos de Eurostat actualizados a cierre de 2022. Esto supone que en la práctica los españoles trabajan en promedio 18 minutos más a la semana que la media de la UE, que se sitúa en 37,5 horas, justo el nivel en el que quieren toparla por ley los partidos que integran el Gobierno en funciones.
Hay que tener en cuenta que aunque de media los españoles trabajan 37,8 horas a la semana se trata de un promedio de todas las jornadas laborales, con lo que habrá algunos que dediquen mucho menos tiempo a su empleo y otros que tengan jornadas más largas. De hecho, según la última EPA, 8,8 millones de trabajadores en España trabajaron en el tercer trimestre de este año de 40 a 49 horas semanales y 1,33 millones trabajaron más de 50 horas a la semana -la mayoría de ellos empleados de la industria manufacturera y el comercio-, superando en ambos casos el límite legal.
Sin embargo, si por ley el tiempo máximo de trabajo queda topado en 37,5 horas semanales, esa media real del trabajo efectivo semanal bajará hasta situarse probablemente por debajo de la media de la Unión. Ese descenso del tiempo máximo de trabajo por ley se hará gradualmente, ya que en 2024 bajará de las 40 horas semanales actuales a 38,5, y en 2025 a 37,5, según el preacuerdo del PSOE y Sumar para reeditar el Gobierno de coalición.
Los sectores en los que más tiempo se trabaja en España son la agricultura, ganadería y pesca (con una media de 40,7 horas de trabajo a la semana); el transporte y almacenamiento, con 38,7 horas; la construcción, con 38,4 horas semanales; y el suministro de energía eléctrica (38,1 horas), según la última EPA.
La normativa general de la UE detalla que el empresario debe garantizar que la duración media del tiempo de trabajo semanal no exceda de 48 horas, incluidas las horas extraordinarias. A partir de aquí cada país tiene su propia legislación. La normativa más progresista se encuentra en Francia, donde hace 20 años que se estableció una jornada máxima general de 35 horas.
Sin embargo, una cosa es el límite máximo que establecen las distintas normativas y otra es la jornada laboral media de cada país. En muchos casos, los acuerdos entre empresas y trabajadores han reducido las semanas laborales y lo habitual es trabajar menos horas del máximo establecido.
Según los datos de Eurostat, las jornadas laborales en la Unión Europea son muy heterogéneas. En los extremos se sitúan los Países Bajos, con una jornada de tan sólo 33,2 horas por semana (6 horas y 38 minutos) y Grecia, con 41 horas (8 horas y 12 minutos al día). Entre los trabajadores con jornadas más cortas que los españoles se sitúan los alemanes (35,3 horas), italianos (37,4) y franceses (37,4).
La tendencia en los últimos quince años ha sido de reducción de la jornada laboral en el continente, ya que ha pasado de 38,3 horas semanales en el año 2008 a 37,5 horas a cierre de 2022 (48 minutos menos); una reducción que también se ha producido en España, donde la jornada ha pasado de 39,3 horas en 2008 a 37,8 horas hoy (una hora y media menos de trabajo semanal).
Este descenso responde a factores de distinto tipo. Por un lado, en aquellos países en los que se ha producido una ganancia de la productividad -es decir, donde los trabajadores son capaces de producir lo mismo o más en menos tiempo- tiene lógica que las jornadas laborales se hayan acortado. Sin embargo, España no destaca por haber registrado un incremento de productividad en ese periodo, con lo que reducir el tiempo de trabajo puede traducirse en un freno para el crecimiento económico.
Influye también el auge del empleo a tiempo parcial, que ha reducido la jornada media de trabajo de los ciudadanos, algo que ha sucedido especialmente en algunos países como España, donde esta solución se utilizó para recuperar el mercado laboral tras la crisis de 2008 y aún permanece muy instaurada en los esquemas de las empresas.
Además, la recomposición sectorial de la economía también ha reducido las horas de empleo, ya que sectores como la construcción, que son muy intensivos en horas, ya no tienen un peso tan elevado sobre el PIB como lo tenían en 2008.
LA PATRONAL Y LOS AUTÓNOMOS SE OPONEN
CEOE, Cepyme y ATA, los representantes mayoritarios de las empresas, pymes y autónomos, han mostrado su rechazo a esta reducción de la jornada por ley ya que consideran que va a tener “un impacto negativo para la actividad de las empresas, especialmente pymes y autónomos, y por tanto para el crecimiento de la economía y la creación de empleo en España”. Han alertado de que cualquier recorte impuesto en la jornada manteniendo el mismo nivel de salario se traducirá en más costes para las empresas.
“Resulta sorprendente que el acuerdo se adentre en cuestiones propias del Diálogo Social, acordando aspectos muy relevantes, como el relativo a la jornada laboral, a espaldas de los interlocutores sociales y con un afán intervencionista evidente y que es un atropello al papel constitucional de los agentes sociales. Existe la posibilidad de explorar nuevas fórmulas de reparto entre tiempo de trabajo y tiempo de descanso u ocio, pero no como consecuencia de una imposición legal sino mediante la negociación colectiva. La regulación de la jornada debe tratarse sector por sector y empresa a empresa, analizando en cada caso si hay margen de productividad suficiente y las necesidades organizativas del empleador“, han reivindicado en un comunicado conjunto.
Al respecto, el presidente de ATA y también vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha puesto de relieve que, “en el último acuerdo de negociación colectiva, firmado entre patronal y sindicatos”, ninguno de dichos tres aspectos –subida del SMI, regulación del despido y reducción de jornada sin reducción salarial– “figuraban en las recomendaciones” suscritas por empresarios y sindicatos.
ALGUNOS “NÚMEROS” DE INTERÉS: El acuerdo suscrito entre PSOE y Sumar para reducir la jornada laboral máxima de 40 a 38,5 horas semanales en 2024 y 37,5 en 2025
Pero actualmente la media para el conjunto de los asalariados se sitúa en 36,5 horas semanales, los que tienen un empleo por cuenta ajena a jornada completa su jornada es de 39,2 horas y es de 19,9 horas en los asalariados a tiempo parcial. Los trabajadores a tiempo completo del sector público registran 37,4 horas de semana laboral, mientras la jornada semanal en educación cae a las 36,9 horas. En el extremo contrario, en las industrias extractivas la jornada semanal supera las 42 horas semanas y en logística roza las 41 horas. Hay 334,484 trabajadores que trabajan más de 40 horas, aunque depende de cómo se articulen las horas extraordinarias.
Además 3,9 millones de trabajadores (el 41% de los los cubiertos por convenios) tienen una jornada inferior a 38,5, el tope fijado para 2024. Y de ellos, 2,8 millones están entre 38,5 y 37,5 horas y 1,1 millones están por debajo de las 37,5 horas,