En virtud del plan de 2009 se comenzó a aplicar la jubilación forzosa de los médicos a los 65 años, y desde entonces fueron contadas las concesiones de prórroga a quienes voluntariamente solicitaban continuar en el servicio. Desde hace más o menos un año el Sespa ha levantado la mano en la concesión de estas prórrogas y su número se ha intensificado significativamente.
Sin embargo, el Simpa considera que debe irse más allá y procederse a la modificación de la revisión del plan de modo que se recoja la prórroga de oficio a quien lo solicite simplemente con que se cumplan los requisitos de pasar un examen físico y psíquico que acredite la capacidad para seguir en el servicio activo y que no existan médicos en la bolsa de demandantes de empleo para la especialidad del médico que quiera continuar trabajando.