LOS JÓVENES CON UN CONTRATO FIJO DISCONTINUO SON EL 20% DEL TOTAL Y SE DUPLICA EN DOS AÑOS

La reforma laboral aprobada a finales de 2021 estaba centrada en atajar la tasa de temporalidad, por ello penalizó los contratos temporales y favoreció el uso de esta figura más allá de los sectores de la hostelería y la educación.

 

En la reforma laboral de Yolanda Diaz, el ministerio de Trabajo y los agentes sociales llegaron al acuerdo en 2021 de usar el contrato fijo discontinuo como paraguas para reducir la temporalidad en España, ante las dificultades que presentaba el hecho de convertir en indefinidos ordinarios a todos los trabajadores, con independencia de la intensidad de la actividad para la que prestaran servicios.

 

El ministerio tenía previsto que su papel en el mercado de trabajo creciera sustancialmente, pero dos años más tarde de la entrada en vigor de la reforma laboral se hacen notar otros cambios como que se ha duplicado el peso de los jóvenes en el total de trabajadores con este tipo de contrato. Al término de 2021 era un 8,2% y al final de 2023 un 19,8%.

 

Así lo reflejan las Encuestas de Población Activa (EPA) de cada uno de esos dos años, en las que se aprecia como el número de asalariados fijos discontinuos menores de 30 años se ha multiplicado por cuatro en este periodo, al pasar de ser 30.900 a 129.100. Este incremento se ha concentrado especialmente en la franja que va de los 20 a los 24 años, donde el total de jóvenes que cuentan con un contrato indefinido, pero que tienen altibajos en su nivel de actividad, llegó a rozar los 56.000 a finales del año pasado. Si bien el grupo más abultado es el de los asalariados que superan los 25 años, que supera los 67.000.

El sondeo elaborado por el INE no permite establecer una relación para determinar en qué sectores se ubica este tipo de contrato, dado que no diferencia entre tipos de contratos laborales indefinidos.

 

No obstante, este análisis sí se puede llevar a cabo a partir de las afiliaciones a la Seguridad Social, es decir, las relaciones laborales que están dadas de alta y vinculadas a un contrato fijo discontinuo. El registro que hace público el ministerio de Seguridad Social cada mes muestra que mientras que la hostelería y la educación concentraban la mayoría de las altas antes de la reforma laboral todos los meses, a finales de 2023 las actividades administrativas y auxiliares superaron al segundo de estos sectores. Al tiempo que la presencia de estos contratos aumentó en el ámbito del comercio, en la industria y en las actividades artísticas.

 

El uso de este modelo de contrato en sectores que estaban acostumbrados a recurrir a los temporales explica buena parte del aumento del peso de los jóvenes en el total de los fijos discontinuos y este cambio, no estaría exento de efectos en el conjunto del mercado laboral como explicaba el pasado lunes el investigador asociado a Fedea Florentino Felgueroso. “Se está dando un rejuvenecimiento de los fijos discontinuos, representan un 22% del ‘stock’ de fijos discontinuos y este grupo se caracteriza por tener altas tasas de trabajadores inactivos” apuntaba en la presentación del estudio ‘¿Cuántos son los trabajadores fijos discontinuos?’. También es más frecuente que rompan su contrato de forma voluntaria, a diferencia de los empleados más senior, entre los que es más frecuente que sean despedidos.

 

Con este contrato, las empresas pueden mantener el contrato con un trabajador que se encuentra inactivo -no está trabajando- sin ningún coste para reclamarlo cuando se den los supuestos reflejados en el acuerdo laboral. En este periodo el empleado puede solicitar la prestación por desempleo si ha generado el derecho para percibirla y si no acude a uno o varios de estos llamamientos -depende de cómo se regule en su convenio- será entendido que ha renunciado a ese puesto de trabajo, por lo que la empresa no tendrá que abonar una indemnización por despido. Este proceso ha llevado a este experto a alertar del aumento del ‘stock’ de trabajadores que están en esta situación, que es más numeroso en el caso de los más jóvenes.

 

La mayor presencia de los menores de 30 años puede atribuirse a más factores, dado que las relaciones laborales que se enmarcan bajo el título fijo discontinuo pueden ser muy diferentes, ya que este nombre engloba cinco modelos diferentes de contrato:

  1. El de aplicación a las actividades estacionales o de temporada y en las que el pico de trabajo se puede predecir con anterioridad y se da en el mismo periodo cada año.
  2. El diseñado para los empleos en los que el llamamiento se produce de forma periódica, pero no vienen dados por factores estacionales, por lo que la fecha se puede saber o no con anterioridad.
  3. El que está vinculado a la ejecución de contratos mercantiles o administrativo
  4. El que permite a las ETTs incorporar a trabajadores para después cederlos
  5. El de aplicación al sector público.

 

Fuente: La Información El porcentaje de jóvenes con un contrato fijo discontinuo se duplica en dos años (lainformacion.com)

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