El empleo mantiene la inercia a mediados de julio con 150.000 nuevos afiliados

La recuperación mantuvo una gran inercia en la primera quincena del mes de julio gracias a la reapertura del turismo y el inicio de la temporada alta. El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha comparecido en una rueda de prensa inédita para presentar el balance de la afiliación en la primera quincena del mes y celebrar el buen ritmo del empleo en medio de las dudas por la quinta ola del virus. Con los datos hasta mediados de mes, el ministerio prevé una creación de empleo total en el mes de julio de 150.000 personas.

 

Este dato está en términos desestacionalizado y supone el segundo mejor julio desde la burbuja inmobiliaria, sólo superado por el mes de julio de 2020, cuando se incorporaron 225.000 afiliados. Sin embargo, estas previsiones dependen de que el ritmo del empleo se mantenga en los próximos días y no se produzca una recaída como consecuencia del avance del virus. Por el momento, las restricciones a la actividad son muy limitadas, pero es demasiado pronto para descartar que se produzcan nuevos cierres. Además, muchos establecimientos turísticos realizaron contrataciones anticipando una llegada de turistas internacionales que hoy está en dudas.

Lo que muestran los datos registrados hasta julio es que el ritmo del empleo es algo inferior al registrado en junio, cuando se incorporaron 202.000 cotizantes. Esta desaceleración es comprensible si se tiene en cuenta que muchos establecimientos de alojamiento y restauración ya reabrieron en junio con la recuperación del turismo nacional. Por el contrario, los datos de salida de los ERTE están dando señales muy positivas en julio, que contrastan con el estancamiento de los últimos días de junio. En la primera quincena del mes se han reincorporado al empleo 87.000 trabajadores que estaban en un expediente temporal, cifra que supera levemente a toda la reincorporacíon de trabajadores de todo el mes de junio.

Sin embargo, esta lectura tiene que ser todavía prudente, ya que en junio se produjo una intensa reincorporación de trabajadores al inicio del mes y en la segunda mitad se frenó en seco. Es posible que este patrón, en el que las empresas recuperan a sus trabajadores al inicio del mes, se pueda repetir en julio. En cualquier caso, la salida de casi 90.000 trabajadores de los ERTE supone una noticia muy positiva que aleja el temor a una cronificación de esta bolsa de empleados con el contrato suspendido o reducido.

“Julio está siendo otro mes extraordinariamente dinámico en términos de empleo”, ha explicado Escrivá durante la rueda de prensa, quien ha señalado que la quinta ola del virus no está teniendo incidencia sobre los datos de empleo. Al menos, por ahora. “En términos agregados, esta quinta ola está siendo más compatible que las anteriores con el mantenimiento de la actividad turística, recreativa, etc., si no estos datos no saldrían así”, ha asegurado Escrivá.

Con esta incorporación de trabajadores, el empleo se quedaría ya muy cerca de los niveles registrados en febrero de 2019, justo antes del estallido de la pandemia (siempre en términos desestacionalizados). En concreto, el número de afiliados alcanzaría los 19,41 millones, esto es, 70.000 menos que antes del inicio de la crisis. Sin embargo, esta cifra es engañosa, ya que contabiliza los trabajadores que siguen en ERTE, y que son 361.000 trabajadores los que todavía están en un expediente temporal. En consecuencia, el número real de la afiliación estaría todavía unos 450.000 trabajadores por debajo de los niveles precrisis.

En algunos sectores, los datos de ocupación superan ya los niveles previos a la crisis incluso si se descuentan los trabajadores en ERTE. Es el caso, por ejemplo, de la educación y la sanidad, que las Administraciones Públicas han reforzado para mantener los servicios públicos. También se encuentra en esta situación el sector de I+D+i, las telecomunicaciones, la química (farmacia), o la construcción.

 

Por el contrario, los sectores vinculados con el turismo siguen en una situación complicada. Las dos actividades que están más atascadas son las que tienen mayor dependencia del turismo extrajero: el transporte y las agencias de viajes. Ambas han perdido más del 30% de la ocupación que tenían antes de la pandemia, incluyendo a más del 20% de los afiliados que siguen en ERTE. En una situación similar, aunque algo mejor, se encuentran las actividades de la hostelería y el ocio, que han perdido en torno a un 20% del empleo efectivo que tenían en julio de 2019. Todos estos sectores miran al virus con preocupación ya que la campaña turística está en el aire.

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