La Seguridad Social se dispone a reclamar la devolución de casi 80 millones de euros a más de 54.000 pensionistas por pagos indebidos de complementos a mínimos. En colaboración con la Agencia Estatal de la Administración Tributaria y las Haciendas Forales, los técnicos están ultimando la campaña anual de control del fraude en el cobro de prestaciones, cuyas conclusiones apuntan a una deuda media de hasta 1.500 euros por pensionista entre aquellos que perciben pensiones más bajas.
De acuerdo con los datos provisionales, susceptibles de variación en función del resultado del estudio por parte de las direcciones provinciales de las circunstancias concurrentes en cada caso y de las alegaciones presentadas por los interesados, en los próximos días la Seguridad Social enviará cartas a 54.564 domicilios de pensionistas que cobraron hasta 78,84 millones de euros que no les correspondían en 2016, el último año del que se tienen los datos fiscales confirmados.
Se trata, por tanto, de los pensionistas que cobran las prestaciones más bajas y suponen prácticamente un cuarto del total de beneficiarios. No en vano, los mencionados complementos tienen por objetivo garantizar un nivel mínimo de subsistencia a todos los perceptores. La condición sine qua non es que el beneficiario no perciba rentas de capital o trabajo personal, y, si las percibe, que no excedan de la cuantía que se establece anualmente en la Ley de Presupuestos.