La nómina anual de los jubilados es solo 4.300 euros inferior. La ratio afiliado por pensionista se sitúa en 2,27
La Seguridad Social destinó el mes pasado 12.075 millones de euros para pagar la nómina de las pensiones. Es una cifra récord -casi un 11% más que en octubre de 2022- que muestra las dificultades a las que se enfrentará el sistema de reparto en los próximos años. Si bien gracias a reformas anteriores se ha conseguido aumentar la edad media de jubilación a 65, muy positivo, el gasto en pensiones superó el 11,7% del PIB. El panorama solo puede empeorar con el desembarco de la generación boomer en el sistema. Sus pensiones son más altas debido a sus largas carreras de cotización.
La relación entre afiliados y pensionistas será clave, pero la ratio se debilita. A mes de octubre la Seguridad Social registró 20,8 millones de cotizantes y 9,13 millones de pensionistas. Esto supone 2,27 trabajadores por pensionista. Sin embargo, si miramos el número de pensiones -10 millones-, la ratio queda en 2. En comunidades como Galicia la proporción afiliado-pensionista es de 1,55, mientras que en Canarias sube a 2,7. La situación en Asturias es crítica.
Otra de las claves es el dinero que aportan estos trabajadores. Según los datos que proporciona la Seguridad Social, el pasado junio, la base de cotización media de los trabajadores del Régimen General se situó en 2.093 euros. Mientras, la nómina de los nuevos jubilados alcanzó 1.487 euros. Hay que tener en cuenta que la base de cotización incluye las pagas extra prorrateadas, por lo que hay 12 pagas, mientras las pensiones suponen 14. Esto implica que la nómina anual de los nuevos pensionista es solo un 17% inferior de los actuales cotizantes.