El Gobierno sigue más preocupado por maquillar problemas y lanzar grandes campañas de comunicación que por solucionarlos
En los últimos días se repite insistentemente desdes el Gobierno que tenemos la inflación más baja de la Eurozona y que el mercado de trabajo continúa registrando cifras históricamente positivas. Ambas son afirmaciones simplemente falsas:
INFLACIÓN: es cierto que la tasa de crecimiento del IPC es la más baja de la Eurozona. Esto se produce porque el tope al gas está disfrazando un coste energético a muchas familias y empresas que el INE no tiene en cuenta a la hora de elaborar el IPC.
El tope al gas establece un precio límite para comprar gas en los mercados internacionales. En los meses de agosto y septiembre, con el gas por las nubes, los generadores de electricidad a través de tecnologías que necesitan gas (como el ciclo combinado) pagaban el precio de mercado y, sin embargo, sólo contabilizaban como coste para producir la electricidad el dicho tope al gas. De esta forma, se ha abaratado artificialmente el precio a los clientes adheridos a la tarifa regulada de luz (aproximadamente el 40% de los contratos, según la CNMC), que es la que tiene en cuenta el INE, y con ello el IPC.
El INE para calcular la inflación, sólo tiene en cuenta a ese 40% de los consumidores a los que se ha abaratado artificialmente la factura de la luz. Por eso la inflación general se modera al 6,8%, pero los alimentos están creciendo al 15% y la inflación subyacente (eliminando alimentos y productos energéticos) continúa creciendo hasta el 6,3%.
EMPLEO: el Gobierno de España ha modificado la legislación laboral y, sin embargo, no ha hecho los cambios pertinentes en la metodología de las estadísticas que monitorizan el empleo, y hay serias dudas con respecto a los fijos discontinuos. En la nebulosa que se ha generado en relación con los fijos discontinuos hay mucha confusión sobre dónde está contabilizada una persona con un contrato fijo discontinuo que no esté trabajando y por eso muchos analistas (cada vez más) hablan de una cifra más cercana a los 3,5 millones de parados que los 2,9 que da el gobierno. Por consiguiente, la tasa de paro estaría en niveles cercanos al 14,5%, y no en el 12,5%.
PIB: el crecimiento del PIB de la economía española para el tercer trimestre de 2022 ha sido del 0,2%, exactamente la misma tasa de crecimiento que ha experimentado la Unión Europea. Si tenemos en cuenta que el PIB mide la actividad económica de julio, agosto y septiembre, que son los meses de mayor impulso del sector turístico para España y los de mayor impacto de la invasión de Ucrania sobre países como Alemania o Italia, no parece que tengamos ningún motivo de celebración.
OTROS INDICADORES:
⦁ El sector industrial lleva dos meses reduciendo su actividad.
⦁ La demanda de gas está cayendo al 30% interanual en las grandes empresas industriales
⦁ Desde el 30 de junio han quebrado 10.150 empresas, es decir, 70 al día.
⦁ Según el propio BCE somos el segundo país que más deuda pública en términos netos (excluyendo refinanciaciones) ha adquirido este organismo monetario desde verano,
El retorcer los datos para que digan lo que políticamente interesa en cada momento es un simple truco de tahúres jugando al solitario mientras España es uno de los países más vulnerables de la zona Euro ante una crisis financiera que cada vez es más probable. Alemania tiene el 70% del PIB de deuda pública (nosotros el 116%) y nuestro déficit estructural es del 4% del PIB. De un día para otro nos podemos ver con una factura de la deuda inasumible y el BCE sin margen para comprar nuestra deuda pública.
Mientras, el Gobierno de España sigue más preocupado por maquillar problemas y lanzar grandes campañas de comunicación que en solucionarlos.