- Los días de baja han subido un 20% en 10 años ante la saturación quirúrgica
- La espera media para una operación es de 93 días, lo que alimenta el absentismo
Lo que no se invierte en Sanidad acaban pagándolo las empresas y la Seguridad Social. Es el efecto mecano que tiene el continuo deterioro de las listas de espera quirúrgica y diagnóstica del Sistema Nacional de Salud sobre el mercado de trabajo y, en especial, sobre el absentismo laboral en España, que sigue marcando registros récord conforme se estancan los tiempos de demora de la sanidad pública en niveles máximos.
Desde 2009, el número de días perdidos por una baja de larga duración se ha incrementado en un 19,8%, hasta situarse el año pasado en 275,18 días de duración media como consecuencia de estar el trabajador pendiente de pruebas o tratamientos. Si bien el número de este tipo de bajas de larga duración, más de 90 días, apenas suponen el 10% de los 5,2 millones registrados en 2018, sí que representan por el contrario el 69% del total de días perdidos por los trabajadores asalariados.
A falta de datos oficiales sobre el impacto de las listas de espera sanitaria sobre el tiempo de duración de los procesos de bajas por contingencia y también de una valoración de la ley de 2014 que modificó la Ley de Mutuas, pero cuya aplicación práctica se demoró hasta casi 2018, todo parece indicar que existe una relación directa pendiente todavía de cifrarse.
El propio Instituto Nacional de la Seguridad Social reconoció en 2014 que el 12,61% de las bajas por contingencia se prolongaba por estar el trabajador incluido en una lista de espera médica para pruebas, cirugía o rehabilitación, según datos facilitados como respuesta a una pregunta parlamentaria. Se trata de la misma tasa que en 2009 y 2,5 puntos más que en 2010 pero, en cualquier caso, se trata de demasiadas bajas agravadas, en concreto, 657.320 si se extrapola este porcentaje a los 5,2 millones de bajas registradas en 2018. elEconomista ha intentado sin éxito actualizar esta información del mismo organismo público. Se trata de un dato medio punto superior al 12,1% de 2013, y más de dos puntos porcentuales por encima del 10,3% de 2012. El porcentaje era del 11,77% en 2008, del 12,45% en 2009, del 12,14% en 2010 y del 10,77% en 2011. Infecciosas, trastornos musculoesqueléticos, traumáticos y psiquiatría son los cuatro grupos diagnósticos que concentran el 67% de las bajas médicas en España.
Listas maquilladas
Durante la última década, y coincidiendo con el recorte de casi 9.000 millones de euros de gasto sanitario público realizado entre 2019 y 2013, los tiempos de demora quirúrgica superaron los 100 días durante 2012 y 2013, para iniciar después una lenta mejoría hasta junio de 2016, donde se volvieron a disparar hasta los 115 días por el efecto estadístico de contabilizar los datos de Cataluña como los del resto de España. A fecha de junio de 2018, últimos datos conocidos, los pacientes programados esperan por término medio 93 días, más de tres meses según los datos oficiales proporcionados por las propias comunidades autónomas que apenas sí han registrado mejorías significativas. Después de que el nuevo Gobierno andaluz destapase a medio millón de pacientes en espera quirúrgica y diagnóstica sin contabilizar, está claro que la cifra oficial no es más que una aproximación a una realidad maquillada que tiene una fuerte incidencia en la salud de los trabajadores y también en el mercado de trabajo.
El director general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad, Manuel Vilches, señala que las demoras “suponen un grave problema asistencial y también desde un plano social y laboral”. El doctor Vilches advierte también su impacto en la duración de las incapacidades temporales y el aumento de las mismas una vez que el ciudadano tiene una causa no tratada que le impide la incorporación a su puesto de trabajo”.
El último informe del Grupo Adecco revela que la tasa de absentismo en España, como el porcentaje de las horas no trabajadas por incapacidad temporal por enfermedad o contingencias comunes (ITCC), subió al 5,3% en 2018. Esta tasa, que en 2000 se situó en el 3,7%, equivale a 5,2 millones de ITCC, un 12,7% más que el año anterior, o 753.000 asalariados que no trabajaron en todo el año, 52.000 personas más, según el análisis de datos sobre horas trabajadas y no trabajadas de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del INE.
Aunque hay muchos factores que influyen en la tasa de absentismo, como la propia actividad económica del país y el incremento del empleo, está todavía por analizarse el coste económico de mantener listas de espera abultadas en la sanidad como factor regulador de la demanda, ya que son las empresas y la propia Seguridad Social a través de las mutuas quienes costean las prestaciones de la incapacidad temporal por baja médica y que se ven incrementadas por el impacto de las demoras médicas. Adecco calcula que el coste directo del absentismo por contingencias comunes asciende a 6.900,48 millones de euros para las empresas y 4.498,54 millones de euros en prestaciones económicas. En total, 11.399 millones de euros que se dispararían hasta los 85.140,42 millones de euros si se suma el coste de oportunidad, en términos de la producción de bienes y servicios que se dejaron de producir.
Vilches llama la atención sobre los costes asociados a la IT, que “redunda en un incremento sustancial del gasto y de la cuantía de las prestaciones que afectan directamente a las arcas del Estado, lo que sin duda provoca una situación de presión financiera creciente y un aumento constante de los gastos sociales”. De lo que no hay duda es de que este hecho “genera un problema incremental en una partida que ya de por sí tiene problemas debido al cambio sociodemográfico”.
5 comentarios en «La lista de espera en Sanidad alarga ‘sine die’ las bajas laborales»
Gracias por la información sobre el concepto: complemento por maternidad.
Ahora la duda la tengo en el significado: actualizaciones.
Es una consulta referida a mi hermana viuda, hoy le ha llegado la carta de la seguridad social y tiene una actualización sobre la pensión, no sabemos a que se refiere.
Gracias de nuevo
La actualización usualmente se refiere a la subida anual de las mismas, pero quizás en el caso de viudedad se refiera a la reforma que hubo en 2018 sobre ellas, ver: https://laboralpensiones.com/guia-sobre-la-revalorizacion-de-las-pensiones-de-viudedad/
Quiero decir maternidad
El complemento de maternidad se aplica a las pensiones de jubilación, de incapacidad y de viudedad. Aquí se explica: https://laboralpensiones.com/complemento-maternidad-pensiones-contributivas/
Buenas tardes.
En una pensión de viudedad de una mujer de 62 años, que son los conceptos de: actualizaciones y complementó por matenida.
Gracias por vuestro trabajo