Los españoles llaman a Nadia Calviño, a Yolanda Diaz y a Pedro Sánchez:
“Nos debéis todo a los españoles, que somos vuestros jefes”
La ‘huida’ de Ferrovial a Holanda lanza una señal inequívoca: España no es hoy una plaza amigable para quienes aspiran a ganar dinero. Lo cierto es que la multinacional llevaba tiempo planeando con máxima discreción un importante cambio organizativo para adaptar la estructura societaria al andamiaje de su negocio; a estas alturas, muy internacional y poco español.
En 2018, Ferrovial trasladó de Reino Unido a Países Bajos la sociedad que agrupaba sus actividades internacionales. Ese holding, titular hoy del 86% de todos los activos, es el que absorberá la matriz española. Es un proceso ‘natural’ en la trayectoria de Ferrovial.
A lo largo de las dos primeras décadas del siglo XXI, Ferrovial completó un exitoso proceso de crecimiento internacional que ha terminado desplazando el grueso de su operativa al extranjero. Los últimos resultados financieros presentados por la compañía indican que más del 80% de sus ingresos y del 95% de su valor bursátil se generan fuera de nuestras fronteras.
Pero es imposible desligar el traslado de la sede social del convulso panorama político nacional, dominado por un Gobierno que ha puesto a los grandes empresarios en el punto de mira. Desde la compañía hablan explícitamente de la necesidad de operar bajo un marco de mayor estabilidad jurídica. También reconocen que se producirá un cierto ahorro fiscal, que rondará el 1,5-2% de los pagos previstos en el Impuesto de Sociedades, de modo que la rebaja tributaria no será relevante, pero sí existirá.
De igual modo, la empresa quiere cotizar en el parqué estadounidense para tener acceso a mejores condiciones de financiación. No hay que olvidar que las empresas de infraestructuras suelen asumir parte importante de la inversión inicial asociada a sus grandes proyectos de obra civil y gestión de activos, de modo que, en un entorno de inestabilidad monetaria, cotizar en el mercado norteamericano genera más confianza y permite captar capital de manera más ventajosa.
Pero el movimiento de la empresa está cargado de simbolismo. Se produce en el año en que han entrado en vigor los tres impuestos que el Ejecutivo de coalición se ha sacado de la manga contra los “capitalistas despiadados”: el de las energéticas, el de la banca y el de las grandes fortunas..
Nuestro país cuenta con otras grandes empresas nacidas en España pero cada vez menos españolas: Inditex, Iberdrola, Santander, BBVA, Acciona, Sacyr o ACS. Si la campaña gubernamental gana en agresividad, cualquiera de ellas podría tener la tentación de seguir los pasos de Ferrovial. Pese al ambiente ‘tóxico’ que respiran algunos empresarios, ni Inditex se ha planteado mover su sede de Arteixo, ni Iberdrola de Bilbao, ni Santander de la ciudad que le da nombre, ya sea por lealtad al país, por miedo al gobierno de turno o por interés (el BOE da mucho dinero).
Ahora bien, la capacidad de resistencia tiene un límite y cada multinacional sabe dónde está el suyo. Que se lo digan a La Caixa, con su ADN cien por cien catalán, que acabó largándose a Valencia por los desmanes de unos políticos descerebrados.
La rabieta del Gobierno sobre la fuga “inaceptable” de Ferrovial: “Esto no es ser español”
La mudanza genera turbación en las filas del Ejecutivo. Se trata de una noticia empresarial de alcance internacional, de las que destacan el Financial Times y el Wall Street Journal. Que se hable de España por su incertidumbre regulatoria no interesa en absoluto al presidente del Gobierno, obligado a colocar su deuda soberana entre los fondos ‘capitalistas’, tras el repliegue del Banco Central Europeo.
Lejos de hacer autocrítica, el Gobierno considera “paradójico” que se anuncie esta posible decisión en un momento “de importante atracción de inversión extranjera y confianza” de los inversores y empresas en España, y con un proceso de inversión pública y modernización “sin precedentes” en marcha en los sectores en que está presente el grupo Ferrovial.
Así, el ala económica del Gobierno olvida mencionar el aumento de la presión fiscal que lleva pergeñando el Gobierno de Pedro Sánchez desde que llegara al Gobierno. En el caso de las multinacionales, los cambios fiscales introducidos por el Ejecutivo de Sánchez impiden la plena deducibilidad de los beneficios obtenidos en el extranjero, lo que ha generado un recargo del 5% y un problema de doble imposición. Nada de esto ocurrirá en Países Bajos.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha lamentado la decisión de Ferrovial, aunque ha asegurado que “es curioso” que la compañía haya anunciado este cambio de sede después de haber presentado el balance de sus cuentas, donde la empresa no ha tenido tan buenos resultados como en ejercicios anteriores. “Por tanto, habrá que estar atentos a otras motivaciones que lleven a la compañía a que haya querido trasladar su sede“, ha señalado la titular de Hacienda, quien ha asegurado que se mantendrán los puestos de trabajo.
“Ferrovial es una empresa muy importante de nuestro país que además ha crecido al albur de enormes contratos con la Administración Pública, enormes contratos, yo le pido compromiso con nuestro país, con España. Me dirijo, sí, a los accionistas de esa empresa. Que reconsideren esta posición y por supuesto, espero que desde el Ministerio de Economía se adopten las medidas que sean menester para evitar que esto se produzca, creo que esto no es ser españoles”, ha planteado Yolanda Díaz.
“Ser español es defender la permanencia en tu país y más allá conoceremos después la formulación jurídica de cómo van a hacer, desde luego lo estudiaremos, desde luego esto no es compromiso con nuestro país. Hago un llamamiento a la junta de accionistas para que reconsideren la decisión. Estoy segura de que muchos españoles están atónitos con la noticia, en los momentos de compromiso y necesidad con nuestro país las empresas tienen que ser ejemplares y esto no puede ser”, ha insistido la vicepresidenta segunda.
Por su parte, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, se ha puesto en contacto con el presidente ejecutivo y máximo accionista de Ferrovial, Rafael del Pino. Según trasladan fuentes de Asuntos Económicos Gobierno, la vicepresidenta “ha tenido una conversación con Rafael del Pino, en la que le ha expresado claramente su rechazo de la decisión que ha sido comunicada ayer“. Economía subraya que “se trata de una empresa que debe todo a España. No resulta aceptable que una empresa que ha nacido y crecido en España y gracias a la inversión pública de los ciudadanos españoles muestre esta falta de compromiso con su país”.
Pablo Echenique, ha lanzado en Twitter: «Si Ferrovial se va a Países Bajos para pagar menos impuestos, entonces, que sea Países Bajos y no España los que les den contratos de obra pública, ¿no? El dinero público español mejor invertirlo en contratos con empresas que respetan a nuestro país y pagan sus impuestos aquí». Parece que Echenique ignora que tanto el derecho comunitario como la Ley de Contratos del Sector Público prohíben expresamente la introducción de criterios de valoración de arraigo territorial
Por su parte, Isabel Díaz Ayuso ha cargado contra el presidente del Gobierno tras el anuncio por parte de Ferrovial de su marcha de España: “La salida de Ferrovial de España confirma que Sánchez prefiere una España sin empresas antes que dar marcha atrás en su política fiscal, que nos va a arruinar. Empresas que sí cuentan con el respaldo de la Comunidad de Madrid. Es insensato que el Gobierno las señale“, ha escrito la presidenta madrileña en Twitter. Su consejero de Economía y Hacienda Javier Fernández-Lasquetty apuntó: “ Hago responsable al Gobierno de lo que está haciendo esta misma mañana que es, una vez más, cargar verbalmente contra las empresas y hablar de ellas en unos términos que son impropios en cualquier caso y, mucho más, cuando de lo que se trata es de compañías que con sus accionistas arriesgan su dinero y compiten para prestar servicios. No hay derecho a que el Gobierno hable en esos términos ni hoy con Ferrovial, ni ayer con Mercadona o antes de ayer con el Corte Inglés“. Y recordó que “nunca ha salido bien nada de un país que se ha dedicado a hacer ese tipo de agresividad verbal contra las empresas“.