La natalidad sigue cayendo en España: apenas hubo 103.443 bebés en lo que va de año.
España pospone la maternidad: en 2021 dieron a luz más madres de 40 que de 27 años
España ‘envejece’ debido a las sucesivas crisis económicas, el problema de la vivienda y el pesimismo climático. En ese contexto, un modelo de familia empieza a ganar terreno en nuestra sociedad y se espera que crezca aún más en los próximos años
Desde 2008, los nacimientos en España han caído más de un 35% y somos el segundo país europeo con la más baja tasa de natalidad. Es un hecho que comparadas con las generaciones anteriores, la nuevas generaciones de mujeres en edad de procrear tienen otras prioridades. Ser personas de pleno derecho sobre sus cuerpos, por ejemplo.
¿Qué son las relaciones Dinks?
En este contexto no es de extrañar que las familias llamadas de Doble Ingreso Sin Hijos o ‘Dinks’, por sus siglas en inglés (‘Dual Income No Kids’), se hayan convertido en uno de los modelos ‘alternativos’ a la familia tradicional ya que en España lo ‘normal’ en décadas pasadas era la familia heterosexual con tres hijos
Hay razones poderosas para que esto sea así, además de la propia decisión de muchas mujeres de postergar o en muchos casos renunciar a la maternidad. Para empezar las crisis económicas, los constantes problemas de empleo y vivienda o la consciencia de un cambio climático probablemente irreversible ha hecho que las personas cada vez se aventuren menos a reproducirse.
En qué zona de España hay más DINKS?
En España, según datos de Habits, Extremadura es la comunidad con más familias DINKS, con un 18%. Le siguen Cantabria con un 16,7% y Galicia con un 16,6%. Sin embargo, al contrario de lo que podría parecer, Madrid registra el porcentaje más bajo, con solo un 13,5% de estas familias.
Ventajas
Hasta antes de la llamada ‘liberación femenina’ de mediados del siglo pasado, se esperaba que las mujeres cumplieran el mandato de la maternidad a expensas de otras actividades remuneradas. Es decir, que dejaran de trabajar de manera asalariada para hacerlo de manera no asalariada en la crianza. Hoy en cambio, las parejas suelen beneficiarse del doble ingreso. Y muchas no están dispuestas a renunciar ello por atender bajas maternales. La primera gran ventaja es, pues, económica.
Otra es la libertad -para salir, viajar, mudarse, trasladarse por motivos laborales o incluso tomarse periodos sabáticos- que es incomparable a la que se tiene cuando se tiene la responsabilidad de cuidar de los hijos. La llamada ‘calidad de vida’ es evidentemente mejor, si excluimos los beneficios afectivos que pueden generar los niños. En general el tiempo del que se dispone hace que se invierta más en formación laboral, en el propio trabajo y en otras relaciones afectivas como la propia pareja o los amigos, todo lo cual conlleva una vida menos sobresaltada. Son los pros de un tipo de vida que hasta hace algunas décadas era estigmatizada pero que ahora goza de mayor salud que nunca.
En resumen:
- Mayor estabilidad financiera. Sin hijos, este tipo de parejas pueden ahorrar e invertir en sus futuro con más tranquilidad.
- Flexibilidad y libertad. Para elegir cómo, cuando y en qué gastar tiempo y dinero. Además, disponen de más libertad para elegir un trabajo.
- Más tiempo para crecer laboralmente. Al no tener que conciliar la crianza con el trabajo, pueden trabajar más horas, o tener más oportunidades de ascender.
- Más tiempo para el crecimiento personal. Este modelo familia proporciona a las parejas tempo para explorar sus intereses y habilidades, e incluso iniciar proyectos personales.
- Más tiempo para la pareja. A menudo la llegada de un bebé trae problemas entre las parejas, que no tienen tiempo -ni energía- de solventar. Con este modelo, hay más tiempo para salir, viajar, cenar, y disfrutar en pareja.