Un millón de empleados públicos se jubilará en la próxima década y menos del 2% de los trabajadores del Estado tiene menos de 25 años
Lo cierto es que ser funcionario cada vez resulta menos atractivo. Solo el 13% de los españoles preferiría trabajar en el sector público si pudiera elegir, porcentaje ocho puntos inferior al de 2019. La opción preferida para trabajar es la gran empresa multinacional para un 48% de los encuestados, dos puntos más que en 2019. Le siguen las empresas nacionales (14%), el sector público (13%), ser autónomo (13%) y las pymes (12%). El motivo principal es la ambición de tener un recorrido profesional y no estancarse en un funcionariado.
Prácticamente uno de cada cuatro asalariados del sector público es temporal (interino en general). Esta proporción se dispara a medida que se reduce la edad. Solo 7.000 (0,2%) tienen menos de 20 años, en cuyo caso, la temporalidad asciende al 99,77%.
El peso del empleo público en España en 2019 -el último año que toma como referencia la OCDE en su último informe “Government at a Glance 2021″- fue del 15,58%, dos puntos por encima del que presentaba en 2007 ―en el que se inicia la serie―; mientras que el de la media de los países de la OCDE se situó en el 17,91%. Los datos más actualizados del Boletín Estadístico del personal al servicio de las Administraciones Públicas recogen 2.710.405 trabajadores en el sector público a enero de 2021.
La franja de edad con mayor número de todos los empleados públicos en España fue la comprendida entre los 55 y los 59 años, con 566.700 trabajadores. Sin embargo, extendiendo ese rango entre los 45 y los 64 años, el volumen se disparó hasta sumar 1.472.000 empleados, que representan el 43,3% del total de la plantilla. En el otro extremo, tan solo el 1,8% tiene menos de 25 años.
La situación más extrema se da entre los empleados de la Administración General del Estado. Según el Boletín del personal al servicio de las administraciones públicas de enero de 2021, el 44,16% de sus empleados tiene entre 50 y 59 años, un 17,65% tiene entre 60 y 64 años y un 2,75%, más de 64 años. Poco más del 35% tiene menos de 50 años. Peor aún es la situación en los organismos autónomos (gerencias, institutos, consejos, mutuas y centros) donde el 73% del personal tiene 50 años o más. En total, en la AGE solo el 9,51% tiene menos de 40 años y los menores de 30 años representan un desolador 1,11%.
En los próximos 10 años, el 51% de los funcionarios se jubilará, incluidos los de las comunidades autónomas, lo que da una idea de la necesidad de captar talento y reforzar las estructuras del Estado. Las Administraciones Públicas perderán en los próximos cinco años 330.800 funcionarios por jubilación y, a lo largo de la próxima década, la previsión es que 905.100 alcancen la edad de retiro, lo que supone el 30% de la plantilla actual. Buena parte de estos jubilados proceden de los años 80 y 90, cuando se incorporaron a la Administración muchos miles de personas jóvenes por el desarrollo del estado de las autonomías y la mejora del bienestar social en España
Actualmente, la edad media de incorporación al servicio público en la Administración General del Estado en de 35 años (en 2016 era de 33 años), mientras en el sector privado es de 26 años. Así, entre los ocupados menores de 30 años, hay un empleado público por cada 10 del sector privado, mientras que entre los ocupados de 50 o más años hay un empleado público por cada 3,4 del sector privado.