El gasto previsto de la Seguridad Social para el 2023 es la mayor partida de los Presupuestos Generales del Estado: asciende a 204.209 millones de euros, lo que supone más del 40% del gasto consolidado de los PGE, con un incremento del 12,8% sobre 2021.
El grueso de esta partida se destina a financiar las pensiones contributivas, con un coste previsto de 166.777 millones (11,2% más que el año anterior), y las no contributivas se llevan 2.803 millones (sin incluir País Vasco y Navarra).
- El presupuesto del Sistema de Seguridad Social es cada vez más complejo y confuso, incluyendo una mezcla de partidas contributivas y no contributivas, sin distinguir con claridad entre ellas. La incertidumbre existente sobre las proyecciones macroeconómicas utilizadas en la elaboración de los PGE sugiere que existe un riesgo de incumplimiento de las previsiones de ingresos por cotizaciones.
ASPECTOS MÁS DESTACADOS:
- Se prevé que los ingresos por cotizaciones del sistema crezcan un 7,5% en relación con el año pasado, debido fundamentalmente a una elevación de las bases máximas de cotización del 8,5% y el incremento de cotización en un 0,6% destinado al fondo de reserva del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).
- El gasto en pensiones contributivas, se prevé un crecimiento del 11,2% sobre el presupuesto del 2022. Con este aumento, esta partida absorberá más del 85% del gasto total del Sistema de la Seguridad Social.
- La actualizaciónde las pensiones contributivas con el índice de Precios al Consumo (8,5% en 2023) va a hacer que los pensionistas sean de los pocos colectivos que tengan su renta protegida frente a la inflación, frente a la mayoría del resto de trabajadores que verán reducida su capacidad adquisitiva
- Las pensiones no contributivasmantendrán el incremento extraordinario del 15% que se aprobó en junio de 2022 para paliar los efectos de la guerra y el encarecimiento de los precios entre la población vulnerable
- Los ingresos por cotizaciones se complementarán con transferencias del Estado por un importe de 34.898 millones de euros, de los que 19.888 millones corresponden supuestamente al cumplimiento de la separación de las fuentes de financiación entre el Estado y la Seguridad Social. El resto va dirigido a cubrir el gasto en prestaciones no contributivas.
- Además de los complementos de mínimos para las pensiones contributivas (7.261 millones) y del gasto en pensiones no contributivas (3.003 millones), se traspasan al Estado algunos gastos supuestamente impropios, entre los que se incluyen algunas prestaciones explícitamente contributivas (p. ej. el nacimiento y cuidado de menores) por un total de 3.117 millones. También se trasladan otros gastos del sistema por conceptos no detallados, cuya suma se acerca a los 5.560 millones de euros. La falta de transparencia que supone la utilización de un concepto vagamente definido y para cuyo cálculo no existe una metodología objetiva, no contribuye a mejorar la certidumbre sobre la sostenibilidad financiera del sistema ni a clarificar la situación real del déficit.
- Se incrementa la denominada ‘hucha de las pensiones’ con una aportación del Estado a un Subfondo de Reserva de 2.957 millones procedentes del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).
- Se estima un déficit del 0,9% del PIB en 2023, si no se tienen en cuenta los ingresos extraordinarios del MEI que en principio se destinan a pagar pensiones futuras. El déficit del componente contributivo ascendería a 2,3% del PIB sin tener en cuenta las transferencias del Estado para financiar los supuestos gastos impropios.
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